La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ganó 9,9 millones en 2019, un 5% menos que un año antes. Esta reducción viene por el recorte en el sueldo variable de un 12% que han aplicado tanto la presidenta de la entidad, como el consejero delegado, para alinearse con la incertidumbre económica y financiera. Concretamente, Botín percibió en 2018 una retribución variable de 4.736 millones, frente a los 4.168 millones que recibió en 2019.
El informe de remuneración del consejo del Banco Santander explica que la comisión de retribuciones ha propuesto reducir la remuneración variable de 2019 "con el fin de alinearla de la mejor manera posible con un entorno complejo y las consecuencias que el mismo ha tenido sobre el beneficio estatuario y la rentabilidad para el accionista". Cabe recordar que el Santander cerró 2019 con un beneficio de 6.515 millones de euros, un 17% menos que un año antes. La entidad vio mermado su beneficio por los saneamientos aplicados en Reino Unido. El grupo obtuvo un saldo neto de plusvalías y saneamientos negativo de 1.737 millones de euros. La mayor parte, 1.491 millones, respondieron al ajuste del fondo de comercio en su filial británica por, entre otros motivos, el Brexit, y a los costes de reestructuración en varios mercados como el de España y Reino Unido, donde hubo ajustes de plantilla.
Además, el entorno de bajos tipos de interés, sin horizonte de subida a corto plazo, también impacta a la baja en la capacidad del grupo de generar ingresos en Europa a través del margen de interés.
El sueldo de Ana Botín se distribuye en una asignación fija, otra variable, la asignación y dietas por pertenencia al consejo de administración, la aportación al plan de pensiones y otras retribuciones. De este modo, el salario fijo de la presidenta del grupo en 2019 fue de 3,17 millones de euros, el mismo que un año antes. El salario variable fue de 4,1 millones. La aportación al plan de pensiones se fijó en 1,14 millones y recibió otros 1,13 millones de otras retribuciones. Además, Botín cobró 344.000 euros por su pertenencia al consejo de administración y dietas.
Por su parte, el consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, percibió 8,2 millones de euros el año pasado frente a los 8,6 millones, del ejercicio anterior. Del mismo modo, Álvarez también vio disminuida su retribución variable en un 12% tras pasar de 3,1 millones a 2,7 millones. El consejero delegado percibió 2,5 millones de salario fijo, mismo que un año antes, 858.000 euros de aportación al plan de pensiones y 1,7 millones por otras retribuciones. Además, por su pertenencia al consejo de administración cobró 313.000 euros.
No competencia de Echenique
El exvicepresidente ejecutivo del Santander, Rodrigo Echenique, cobró 4,8 millones de euros en 2019, misma cifra que un año antes, a pesar de que dejó la vicepresidencia del grupo el 30 de abril de 2019. No obstante, el sueldo se equipara al de un año antes porque percibió 1,8 millones en concepto de "otras retribuciones" como compensación por su compromiso de no competencia por el grupo en los próximos dos años.
De este modo, el sueldo de Echenique, que desde el 1 de mayo es consejero no ejecutivo se distribuyó en 600.000 euros de retribución fija (frente a los 1,8 millones de un año antes), 1,2 millones de salario variable (frente a los 2,4 de 2018), 2,7 millones por otras retribuciones y 219.000 euros por pertenencia al consejo de administración.
Pensiones por 78,7 millones
Por otro lado los tres principales ejecutivos del grupo (Ana Botín, José Antonio Álvarez y Rodrigo Echenique, éste último hasta el 30 de abril) tienen acumulado en concepto de pensión 78,7 millones de euros. La presidenta del Santander es la que más volumen suma con una pensión hasta el momento de 48,1 millones de euros. Le sigue el consejero delegado, con un monto total de 17,4 millones de euros. Finalmente, Echenique suma 13,2 millones de euros por este concepto.
El exvicepresidente del grupo y también expresidente del Santander en España dejó de recibir aportación al plan de pensiones en 2015, cuando fue designado consejero ejecutivo.
