Abertis y Globalvia han puesto su punto de mira en una de las mayores operaciones en marcha de infraestructuras de Europa: la compraventa de la concesionaria de autopistas lusa Brisa. Según señalan diversas fuentes del mercado, los dos grupos españoles han analizado en las últimas semanas un proceso cuyo valor se estima por encima de los 1.450 millones de euros. Las firmas interesadas están llamadas a presentar hoy sus ofertas indicativas (no vinculantes) para adquirir el 80% de la empresa portuguesa que el empresario José Mello y el fondo Arcus han puesto a la venta.
Tanto Abertis como Globalvia trabajaban ayer en sus ofertas preliminares para tomar el control de Brisa, según afirmaron fuentes conocedoras. Desde las compañías declinaron hacer comentarios. Las fuentes consultadas apuntan a la participación segura de Globalvia y precisaban que la de Abertis no estaba totalmente decidida.
Brisa gestiona 1.628 kilómetros en Portugal repartidos en 17 autopistas, 6 carreteras nacionales y 6 rutas adicionales. Tiene seis concesiones (Brisa Concessão Rodoviária BCR, Atlantico, Litoral Oeste, Baixo Tejo, Brisal y Douro Litoral). Además, cuenta con participaciones en empresas de áreas de servicio, sistemas de cobro (Via Verde), call centers (M Call), inspección de automóviles (Controlauto), soluciones tecnológicas para movilidad (A-to-Be), inversiones (TIIC, junto con Millennium y Rothschild) o carsharing (DriveNow).
De concretar su oferta, Abertis abordará con Brisa su segunda gran operación desde que Atlantia y ACS asumieran el mando de la compañía hace un año. El pasado mes de octubre Abertis, en alianza con el fondo soberano de Singapur GIC, alcanzó un acuerdo para adquirir a Goldman Sachs la concesionaria mexicana Red de Carreteras de Occidente (RCO). En virtud del mismo, la firma española tomará el 50,01% por 1.500 millones y GIC se hará con el 30%. El cierre de la operación se prevé para el primer semestre de 2020.
En el mercado apuntan a la posibilidad de que Abertis se alíe también con un socio financiero para afrontar la compra de Brisa, toda vez que tras la entrada de Atlantia y ACS tiene unos elevados compromisos de dividendos y deuda.
Abertis ya fue accionista relevante de Brisa. Durante una década estuvo en el capital de la concesionaria lusa. Después de intentar sin éxito alcanzar una posición de control, el grupo español se desprendió de su 15,02% en el marco de la oferta pública de adquisición (opa) que lanzaron, por el 100 por cien de la compañía, la familia Mello y Arcus, que ya eran los primeros accionistas. De este modo, la multinacional que dirige José Aljaro busca con esta operación su retorno al mercado portugués.
La estimación que hace el mercado es que el valor total de la firma asciende a unos 1.800 millones
Abertis recibió por aquella venta 248 millones, un importe que implicaba valorar Brisa en más de 1.650 millones. Ahora, la estimación que hace el mercado es que el valor total de la firma asciende a unos 1.800 millones, por lo que el 80% alcanzaría los 1.450 millones.
Globalvia, por su parte, lleva analizando sus opciones en Brisa desde el pasado verano, cuando Arcus abrió la puerta a desprenderse de su participación minoritaria. Su pretensión, no obstante, es controlar los activos que compra por lo que fue en octubre pasado cuando multiplicó su interés tras la decisión de la familia Mello de traspasar la mayoría de sus acciones.
Fondos interesados
Globalvia cuenta con el respaldo financiero de sus tres accionistas, los fondos de pensiones PGGM, OPTrust y USS, para acometer inversiones por 6.000 millones de euros en los próximos años. Tras los problemas que ha enfrentado en Itínere, recientemente se quedó a última hora sin las autovías de peaje en sombra de ACS en España. Cuando su oferta apuntaba a ganadora, el fondo británico Hermes irrumpió en el último momento en el proceso y se hizo con los activos.
Con la compra de Brisa, Globalvia duplicaría su red de carreteras bajo gestión, que suma cerca de 1.500 kilómetros repartidos en 19 autopistas y autovías en España, Chile, Irlanda, México, Andorra, Estados Unidos, Costa Rica y Portugal. En el país vecino controla el 96% de la autopista de peaje mixto Transmontana A4, entre Vila Real y Bragança, con una longitud 194 kilómetros y un plazo de concesión hasta 2038; y el 100 por cien de la A-23 Beira Interior, una autovía de peaje en sombra entre Abrantes y Guarda, con 198 kilómetros y vencimiento en 2029.
El Grupo José Mello ostenta el 52,7% del capital de Brisa de manera directa e indirecta, mientras que Arcus suma el 37,35% (el resto se reparte entre minoritarios y autocartera). Los Mello prevén conservar en torno al 20% de la concesionaria.
Además de Abertis y Globalvia, fondos como los australianos IFM y Macquarie y el francés Ardian se han aproximado al proceso. Las ofertas vinculantes se presentarán en el primer trimestre de 2020.