
Globalvia ha replanteado su estrategia de crecimiento internacional y ha abierto la puerta a desembarcar en mercados emergentes. La compañía ya está analizando las condiciones que ofrece Brasil de cara a poder participar en el futuro en proyectos concesionales de infraestructuras. Se trata de un cambio respecto al desempeño histórico del grupo, que siempre ha focalizado sus intereses en los países pertenecientes a la OCDE.
Globalvia está presente en la actualidad en ocho países en los que reparte sus 26 concesiones (19 autopistas y siete ferrocarriles). Se trata de España, Estados Unidos, Irlanda, Andorra, México, Costa Rica y Chile. La compañía mantiene su preferencia por mercados OCDE, en línea con las exigencias de sus accionistas, tres fondos de pensiones internacionales PGGM (Holanda), USS (Reino Unido) y OPTrust (Canadá), pero ahora también está dispuesta a analizar las oportunidades que puedan surgir en países emergentes que tengan, eso sí, investment grade (grado de inversión), como ocurre con Brasil.
El Gobierno de Jair Bolsonaro lanzó hace unos meses el Programa de Asociación de Inversiones (PPI), que recoge 193 proyectos. En materia de transporte y logística, el número de iniciativas asciende a 59, con una inversión asociada de más de 24.000 millones de euros.
Globalvia centra sus actividades en las concesiones de autopistas y ferrocarriles. En estos ámbitos, el plan contempla inversiones por casi 10.700 millones para ocho carreteras y cerca de 12.000 millones para una docena de proyectos ferroviarios que se licitarán en los próximos años. Adicionalmente, algunos gobiernos federales están promoviendo programas de infraestructuras. Así, el Estado de Sao Paulo prevé renovar concesiones de carreteras y entregar al sector privado 1.201 kilómetros de vías durante 30 años con inversiones por 1.950 millones. Asimismo planea acelerar programas de concesión del metro de Sao Paulo. Los Estados de Minas Gerais y Río Grande do Sul igualmente quieren lanzar la construcción del metro de Belo Horizonte y Porto Alegre, respectivamente. Y el Estado de Río de Janeiro proyecta una batería de concesiones de 12 carreteras que suman 719 kilómetros.
Globalvia, por ahora, está estudiando el mercado brasileño para eventualmente participar en algún proyecto. Cuenta con la capacidad financiera de sus accionistas para abordar operaciones de magnitud. En este sentido, en la actualidad está a la espera de la decisión de ACS sobre su oferta para adquirir seis autovías de peaje en sombra en España, valoradas en unos 300 millones, y ha puesto el foco también en la compra de la lusa Brisa.