
Roadis ha puesto su punto de mira en Estados Unidos, un mercado que considera prioritario para su desarrollo futuro. En esta línea, la compañía española, propiedad del fondo de pensiones canadiense PSP Investments, ha trasladado su interés en comprar la autopista de peaje E-470, en el Estado de Colorado. Se trata de una propuesta no solicitada -el activo no está en venta-, por la que el grupo que dirige José Antonio Labarra pretende entrar en el capital del activo y contribuir a la gestión de la autopista por un periodo de 50 años. La inversión total de la operación alcanzaría los 9.000 millones de dólares (8.170 millones de euros al cambio actual), si bien el desembolso para la concesionaria española se situaría en el entorno de los 5.000 millones de dólares (4.540 millones de euros).
El proceso se halla aún en una fase inicial. No en vano, Roadis se ha topado con una primera negativa por parte del consejo de administración de la E-470, que está compuesto por representantes de los condados por los que discurre la carretera, si bien las posiciones son diversas. De hecho, la compañía, heredera de Isolux Infrastructure, está manteniendo diversos encuentros con las autoridades de cada uno de ellos para explicar el modelo y tratar de encontrar una fórmula que reciba la aceptación mayoritaria. Unas reuniones que tienen lugar en medio de los cambios que se están produciendo en algunos de los condados tras la reciente celebración de elecciones. La propuesta, en todo caso, no recoge ninguna cláusula vinculante.
La autopista E-470 discurre por el suroeste de la ciudad de Denver y tiene una longitud de 76 kilómetros. Se financia fundamentalmente con el cobro de los peajes. Es propiedad y está gestionada por la Autoridad de Carreteras Públicas de Colorado.
Los 9.000 millones de dólares (8.170 millones de euros) en que se valora la operación recogen tanto la inversión directa de Roadis, próxima a los 5.000 millones de dólares (4.540 millones de euros), el capital ya comprometido en el proyecto y otras cuestiones de fidelización para los usuarios frecuentes. El grupo controlado por PSP se haría cargo de la deuda, que asciende al entorno de los 2.000 millones de dólares (1.815 millones de euros) y asumiría las inversionres necesarias para la mejora de la autopista.
Con su propuesta, Roadis considera que se generarían significativos beneficios para la comunidad al proporcionar recursos que se podrían utilizar para ejecutar otros proyectos de infraestructuras que hasta la fecha se hallan retenidos por la falta de presupuesto.
Mercado prioritario
Estados Unidos emerge como un mercado prioritario para Roadis. Tiene equipos activos en el país y ante el limitado número de oportunidades de adquisiciones públicas y privadas está centrando su actividad en el desarrollo de propuestas no solicitadas. Con esta visión, la compañía ha fortalecido las relaciones con las autoridades públicas en mercados clave como California, Colorado y Florida , aunque también busca oportunidades de inversión en todo el país. En este sentido, tiene en el punto de mira algunas licitaciones como las managed lanes de Maryland.
Roadis ya estuvo presente en el país norteamericano con la I-69 de Indiana. En 2017, las autoridades rescindieron el contrato a la concesionaria española como consecuencia de los incumplimientos de Isolux Corsán, subcontratista para las obras.