Renfe avanza en su internacionalización con un ojo puesto en el inminente asalto a Europa y el otro en el transporte público de América Latina y la alta velocidad de EEUU.
El operador ferroviario, que ya ha dado un primer paso para adentrarse en los ferrocarriles suramericanos, al formar un consorcio con Sacyr para pujar por la primera línea de cercanías de Bolivia, ha detectado oportunidades de negocio en Guatemala, El Salvador, Bolivia y Costa Rica y ya está "explorando" proyectos de Cercanías en dichos países, para ver si finalmente presenta una oferta.
El tren ligero de Cochabamba o el tren rápido de San José, entre los objetivos del operador
Por ejemplo, en Bolivia está analizando el tren metropolitano de Cochabamba, un tren ligero de 42 kilómetros que entraría en operación en 2020. En Costa Rica tiene la mirada puesta en el tren rápido de pasajeros de San José y en El Salvador ya se miró entrar en el estudio de viabilidad de Cercanías San Salvador-Sitio del Niño.
Mientras, no pierde la esperanza de convertirse en un operador importante de la alta velocidad norteamericana y, tal y como informa en sus cuentas anuales, está pendiente de las oportunidades que "puedan surgir en los proyectos de alta velocidad en Florida, Illinois y Ontario (Canadá)".
Renfe, que se quedó fuera del AVE de California, consiguió el año pasado poner el primer pie en el país norteamericano, al firmar un contrato de colaboración con Texas Central para, en una primera etapa, asesorar, junto a Adif, en el desarrollo, diseño y construcción de la línea de alta velocidad que unirá las ciudades de Houston y Dallas. En una segunda fase, la empresa presidida por Isaías Taboas espera poder colaborar en "los planes de operación y mantenimiento para la puesta a punto del servicio, incluyendo la operación de los trenes, el mantenimiento de los equipos y la comercialización de billetes", como reconoce la firma.
Renfe se ha reunido con el presidente de SNCF, el de Comboios de Portugal y el de NTV
Paralelamente a su expansión por América, donde ha constituido una sociedad para impulsar su participación en distintos proyectos de la mano de socios, el gestor ferroviario está "explorando participar en futuras licitaciones de servicios domésticos de viajeros en países que forman parte de la UE" y su consejo de administración ya ha aprobado los planes para entrar a competir en la alta velocidad de Francia. En este contexto de liberalización del transporte ferroviario de pasajeros y su desembarco en otros países europeos, el presidente de Renfe se reunió a lo largo de 2018 con el presidente del operador francés SNCF, con el de Comboios de Portugal, con el del italiano Ferrocarriles dello Estato y con el primer espada del operador privado italiano NTV. Aunque en 2018 Renfe tuvo dos presidentes, la estrategia de cara a la internacionalización no ha cambiado en nada.
El objetivo es que el 10% de los ingresos vengan del exterior en 2028
Según el plan estratégico presentado por el actual presidente de la compañía, que mantuvo el plan de lanzar un AVE de bajo coste en España para hacer frente a la llegada de la competencia, Renfe apuesta por los mercados internacionales para diversificar y aumentar su facturación. En concreto, el objetivo es que los proyectos en el exterior reporten a la compañía unos 220 millones de euros en 2023, lo que significa el 5% de la facturación. En 2028, cuando espera elevar los ingresos un 30% hasta los 5.300 millones de euros, el negocio internacional supondría un 10% las ventas, 550 millones de euros.
Otros negocios en el exterior
Más allá de los planes para operar líneas ferroviarias en otros países, servicio que ya presta en Arabia Saudí tras la puesta en marcha del service demostration del AVE a La Meca, Renfe ha ido tejiendo en los últimos años una red de relaciones y actividades en el exterior que le hace estar muy activa en organizaciones internacionales y de cooperación y tener contacto directo con los servicios ferroviarios de otros países. Por ejemplo, la empresa pública presta servicios de consultoría y asistencia técnica a los Ferrocarriles de Israel (ISR) sobre materias que van desde la operación hasta el mantenimiento de trenes, incluyendo áreas comerciales e informáticas. Una colaboración que la compañía asegura que también ha realizado con firmas ferroviarias de Suecia, Dinamarca, Turquía o Estados Unidos.
A su vez, a lo largo de 2018, Renfe ha suscrito Memorandos de Entendimiento con China Railway Corporation y con los Ferrocarriles de Rusia RZD para estrechar la cooperación y explorar alianzas de interés en terceros mercados
Por su parte, Renfe ha reconocido que está negociando la venta de material rodante de Feve a Madagascar. En concreto, el operador estatal está manteniendo diferentes conversaciones con el Ministerio de Turismo, Transportes y Meteorología de Madagascar, "dado el interés del citado organismo en la adquisición de material ferroviario de ancho métrico del Grupo Renfe", explica la compañía. La isla africana está interesada en material de Feve por que es similar al que ellos usan. En este contexto, Renfe ha licitado la compra de 31 trenes de vía estrecha para renovar la flota de la extinta Feve y reducir sus emisiones. El contrato, valorado en 248 millones de euros, pide trenes eléctricos e híbridos.
Dentro de la UE, además de intentar entra en el mercado de Reino Unido sin éxito, tiene firmados contactos de colaboración con SNCF y Comboios de Portugal para prestar servicios de tráfico de pasajeros entre los países. En concreto, Renfe mantiene su colaboración con el operador público francés en el ámbito de los servicios de viajeros de alta velocidad que conectan varias ciudades de ambos países, bajo el nombre Renfe-SNCF en Cooperación.
En esta línea, presta servicios internacionales de viajeros entre Madrid-Lisboa, Lisboa-Hendaya y Vigo-Oporto junto a al operador luso, al que tiene cedido en alquiler material rodante.