
Emprender en un nuevo proyecto pero con el apoyo logístico y financiero de una empresa consolidada. Se trata del intraemprendimiento, una nueva tendencia que, en el último año se ha duplicado con respecto a 2015. Así, la tasa de actividad emprendedora del empleado (EEA) en nuestro país alcanzó en 2016 un 2,7% frente al 1,1% del año anterior, según los datos recogidos por el Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2016. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Pymes, Autónomos y Emprendedores
De este modo, y aunque en el panorama español se ha producido "una contracción en la orientación innovadora", esta mejora podría estar relacionada con "la calidad de la actividad emprendedora naciente y consolidada", tal y como apunta la investigación. Es precisamente en el pilar del I+D+i en el que invierten las compañías que apuestan por el emprendimiento corporativo como un motor para generar valor económico y social para sus inversores y para ser más competitivas en los mercados internacionales.
Desde la perspectiva empresarial el emprendimiento interno ha venido para quedarse ya que un 54% de empresarios cree que esta actividad crecerá mucho en los próximos tres años, según el Informe sobre Emprendimiento Corporativo en España: Gacelas y Elefantes bailan sin pisarse, realizado por el Centro Internacional Santander Emprendimiento (Cise) con el apoyo de Banco Santander.
No obstante, como argumenta Isidro de Pablo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los autores del GEM 2016, a pesar de "la mayor sensibilidad del tejido productivo a la innovación y al fomento de nuevas iniciativas y el aumento de los recursos disponibles por la favorable situación económica", España se encuentra a la cola del resto de países de la Unión Europea y de economías basadas en la innovación cuyos niveles medios son del 5% y del 5,1%, respectivamente. Esto se explica, principalmente por el menor tamaño medio de las empresas españolas lo que limita sus recursos disponibles, añade el docente.
Por qué a la cola
En línea con lo anterior, uno de los principales motivos que explican esta situación es la estructura empresarial del país, constituida en un 99,88% por pymes que "disponen de menos recursos para innovar", explica Mónica Martínez, vicepresidenta de la organización de networking US-Spain Executives Community (Usec). Por lo tanto, son las grandes empresas, en concreto un 86%, las que cuentan con las herramientas e impulsan el intraemprendimiento en sus organizaciones, según explica el informe del Cise. A ello se une la existencia de "barreras y resistencias con origen en la propia organización", según confirman desde el Cise. Los datos hablan por sí mismos, sólo un 9% de compañías permite que sus trabajadores se dediquen por completo a estos proyectos con planes concretos de financiación y un 26% ofrece una excedencia completa. También existen barreras de estrategia, ya que no suelen definirse los objetivos, las responsabilidades dentro de los equipos de trabajo o las personas encargadas de dirigir y organizar estos programas.
Por útlimo, Joan Riera, profesor de emprendimiento e innovación en el Departamento de Dirección General y Estrategia de Esade y la vicepresidenta de Usec, coinciden en la existencia de una persistente aversión al riesgo por parte de los trabajadores y de quienes se encuentran en puestos de decisión.
Cómo mejorar
Este miedo a emprender se explica porque "España es un país de gestores que empieza a despertar al emprendimiento", explica Martínez, quien añade que los perfiles intraemprendedores comenzarán a estar más demandados y se exigirán medidas como la flexibilización horaria o la no penalización del trabajo. "El error bienintencionado está mal visto en España", amplía Riera, por lo que se necesita "un cambio en la cultura empresarial" que empieza por contar con "el apoyo de la alta dirección y de herramientas metodológicas que potencien su flexibilidad y rapidez". Unas características que, según Riera, son propias de las startups y pymes. Sin embargo, tal y como añade el profesor de Esade, son las grandes empresas las que más necesitan el perfil del emprendedor para mejorar sus ingresos, productividad y posibilidades de internacionalización.
Casos de éxito en España
El intraemprendimiento español lo protagonizan equipos pequeños y multidisciplinares que se caracterizan por "su alto rendimiento, ilusión y pasión", en ámbitos de tendencia y alto potencial, según analiza Riera. Es por eso que las compañías han de potenciar esta actividad a largo plazo y motivar a sus trabajadores a potenciar su creatividad. En este sentido, empresas como Google fomentan esta forma de trabajo que ha dado sus frutos con proyectos como el Cultural Institute, iniciativa nacida en España y exportada al resto del mundo que digitaliza y geolocaliza obras de arte.
Google Imágenes, Street View o Google News son también resultado del intraemprendimiento al que los empleados de la multinacional pueden dedicar hasta el 20% de sus horas de trabajo y que se premia ofreciendo los recursos necesarios para desarrollar y exportar el proyecto. Así se facilita a la plantilla que "evolucione, arriesgue y siga disfrutando de lo que hace", explican desde Google. Otra de las empresas que cuentan con proyectos de intraemprendimiento es la consultora tecnológica Indra porque, como valoran desde la compañía, les permite "captar y generar ideas innovadoras y fortalecer el liderazgo tecnológico". Indradventures es la unidad especializada en gestionar iniciativas como Innovators, en la que las ideas ganadoras de la primera edición -convocada a principios de este año- fueron premiadas con 5.000 euros cada una, además de ser valoradas para su desarrollo.
Telefónica fue una de las primeras empresas en desarrollar en el año 2012 proyectos participativos como In_prendedores, en cuya última convocatoria han participado más de 33.000 empleados de todo el mundo. "Este tipo de iniciativas no solo sirve para contribuir a detectar oportunidades de productos y servicios de la compañía, sino que aumentan los niveles de compromiso de los trabajadores y su motivación", concluye David del Val, director de Producto de Innovación y consejero delegado de Telefónica I+D.