
En España hay profesionales que, tristemente, están abocados a irse a vivir al extranjero en busca de un mejores oportunidades laborales, ya sea de forma temporal o definitiva. Es el caso de médicos, investigadores, biólogos... que en nuestro país trabajan en condiciones precarias y muy poco reconocidas a pesar del valor que aportan a la sociedad, acusando una marcha de talento que parece imparable.
En este sentido, sabemos que el principal motivo que empuja a los trabajadores españoles a irse fuera es que van en búsqueda de un mejor salario, postura que comparten seis de cada diez contribuyentes. Así se extrae del informe 'Perspectivas Laborales Intergeneracionales' elaborado por Gi Group Holding, en el que además vemos que la segunda razón para hacerlo es lograr una mejor calidad de vida.
El deseo de vivir una experiencia diferente, acceder a mayores oportunidades de desarrollo profesional o tener mayor estabilidad laboral son el resto de factores que motivan a los trabajadores de nuestro país a abandonar el mercado laboral español. De hecho, el 18,5% ha considerado emigrar a otro lugar por razones puramente laborales, pero no ha tomado una decisión al respecto.
Eso sí, los españoles lo tienen claro sobre qué evitaría el éxodo laboral: subidas salariales para hacer que los sueldos sean más competitivos y una mejor estabilidad laboral son los principales motivos. A ellos se suman los incentivos, un mayor apoyo a la conciliación laboral y más oportunidades de crecimiento profesional.
A esta perspectiva le sumamos que buena parte de los encuestados (42,4%) considera que las instituciones educativas juegan un papel fundamental en la retención del talento, pero que no hacen lo suficiente como para evitar la salida de profesionales. Aunque cada vez son más los estudios que cuentan con prácticas profesionales que después pueden convertirse en un empleo indefinido, lo cierto es que no todas las ramas profesionales pueden permitirse hacerlo.
Los que más emigran son los de Navarra y Baleares
En el plano territorial, los trabajadores de Navarra y Baleares son los que más reconocen que han tenido una o varias experiencias laborales en el extranjero, el 18,5% y el 17,6% respectivamente. Mientras, los profesionales más indecisos a la hora de emigrar a otro país por temas de trabajo se encuentran en Aragón, Castilla-La Mancha, Murcia, Galicia y la Comunidad de Madrid.
También hay un amplio porcentaje de personas que no han considerado emigrar en ningún momento, especialmente asturianos, castellanomanchegos, riojanos, gallegos, murcianos y andaluces.
En lo referente al comportamiento por edades, en el informe de Gi Group Holding vemos que los que más están en proceso de emigrar por motivos laborales son los jóvenes de entre 18 y 24 años, casi el 20%, un grupo muy marcado por la precariedad laboral española. A continuación, el 15,2% de los de entre 25 y 44 años afirman haber tenido una o varias experiencias laborales en el extranjero, mientras que apenas cuatro de cada 10 mayores de 55 años aseguran que nunca han considerado trabajar en el extranjero.
Por género, los hombres, en mayor medida que las mujeres, consideran trabajar en el extranjero, aunque por la mínima, con un 64,3% y un 63,7% respectivamente. Así, un 12,3% de ellos reconoce haber tenido experiencias previas, casi un punto más que las mujeres, y casi un 10% está planteándose hacerlo frente al 7,2% de ellas.
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