Empleo

"En los negocios soy un samurai": Cuando 'el honor' casi le cuesta la ruina a Elon Musk

  • No se puede decir que Musk no sea un empresario de éxito, pero su carrera también cuenta con varios fallos importantes
Elon Musk vestido como un Samurai en una imagen generada con IA

La evolución de Twitter/X puede gustar más o menos, pero está claro que no está siendo una inversión rentable para Elon Musk poco después de un año de su compra. Se estima que la compañía ahora vale menos de un tercio de los 44.000 millones que pagó por ella. Un fallo de cálculo que hace aguas en uno de los hombres más ricos del mundo y con un reconocido historial de éxito en los negocios.

Aunque no siempre ha sido así. La figura de Elon Musk ha sido fuente constante de debate y polémica, siendo reconocido por dos aspectos en los que casi todos coinciden: su polémica frecuente, a veces absurda, y su éxito innegable como empresario. El magnate sudafricano, conocido por fundar empresas innovadoras como SpaceX y Tesla, así como por su papel en la creación de PayPal, ha dejado una marca indeleble en el mundo de los negocios y la tecnología.

Cuando observamos la fotografía fija de Musk, vemos un hombre que ha logrado poner en marcha varias empresas con un impacto significativo en sus respectivas industrias. SpaceX ha revolucionado la exploración espacial, Tesla ha liderado el camino en vehículos eléctricos, y PayPal ha transformado la forma en que se realizan las transacciones en línea. Incluso su incursión en el mundo de las redes sociales con la adquisición de Twitter ha sido un movimiento estratégico.

Zip2, su primera empresa, y los errores que cometió

Lo fascinante de la trayectoria de Musk es que su éxito no ha estado exento de fracasos. De hecho, se podría argumentar que su capacidad para aprender y recuperarse de esos fracasos ha sido fundamental para su éxito general. Su historia empresarial comenzó en 1995 con la fundación de Zip2 junto a su hermano Kimbal. Aunque Zip2 experimentó un crecimiento notable al ayudar a los periódicos a adaptarse al ámbito online, Musk, entonces de 24 años, mostraba rasgos de impulsividad y compromiso extremo.

En sus primeros días como CEO de Zip2, Musk solía dormir en la oficina para ahorrar dinero, una práctica que revela su dedicación y enfoque en los objetivos.

"Mi mentalidad es la de un samurai en los negocios", dijo Musk en una ocasión. "Prefiero cometer seppuku antes que fracasar".

Sin embargo, la gestión de la empresa se volvió problemática cuando los inversores nombraron a Musk director de tecnología en lugar de CEO, lo que llevó a tensiones y desafíos de liderazgo.

Musk quería ser el líder indiscutible de la empresa, pero los inversores tenían otros planes. A pesar de sus demandas, fue despojado de su papel como presidente, dejándolo aislado y sin poder real. Este episodio marcó una lección crucial para Musk, quien, según su biógrafa Ashlee Vance, llegó a comprender que la gestión efectiva implica trabajar con las personas, una lección que, en ocasiones, parece olvidar en situaciones más recientes, como en el caso de Twitter.

A pesar de los desafíos y las tensiones en Zip2, la idea detrás de la empresa fue lo suficientemente sólida como para atraer la atención de Compaq, que la adquirió en 1999 por 307 millones de dólares. Este éxito financiero proporcionó a Musk los recursos para dar el siguiente paso en su carrera empresarial, pero también subrayó la importancia de aprender de los fracasos, ya que el control que anhelaba en Zip2 le fue esquivo.

Cuando Tesla estuvo a un paso de desaparecer

El camino de Musk no ha estado exento de obstáculos en el ámbito automotriz, como lo demuestra el retraso en la entrega del Model X de Tesla. Inicialmente programado para 2013, los primeros vehículos no salieron hasta finales de 2015. La empresa ha atribuido los retrasos a problemas técnicos, incluida la autonomía de la batería y las puertas de ala de halcón, entre otros. Este episodio puso de manifiesto los desafíos inherentes a la producción de vehículos eléctricos y la presión para introducir avances tecnológicos.

Incluso después de que los vehículos comenzaran a enviarse en 2015, Tesla enfrentó problemas de suministro debido a una "grave escasez de piezas de proveedores". Sin embargo, una mirada más profunda revela que Musk presionó para lanzar el Model X con varias mejoras tecnológicas pendientes, lo que exacerbó la situación. Este período marcó uno de los momentos más difíciles económicamente para Tesla, llevando a Musk a dormir, de nuevo, en la fábrica para garantizar la producción.

En última instancia, la historia de Musk es un recordatorio de que el éxito no siempre sigue una línea recta, pero también de cómo la obsesión por los objetivos puede tener a la vez las dos caras de una misma moneda. ¿Será X un caso similar?

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