Elecciones Generales

'Ni contigo ni sin ti' o por qué PSOE y PP necesitan a Vox esta campaña

  • Argumento oficial de ambos bandos para recopilar votos de cara al 28-A
  • Sánchez les utiliza para inocular el mensaje del miedo en los electores
  • Casado tiene que evitar la fragmentación de la derecha, que aúpa a Sánchez
Pedro Sánchez y Pablo Casado. Foto: Reuters

La campaña electoral ha arrancado con Vox como protagonista indiscutible. De la llamada al temor que utiliza Pedro Sánchez para movilizar el voto a la izquierda al 'más Vox es más Sánchez' que entona Pablo Casado para evitar una mayor fragmentación de la derecha. Todo esto con casi un 40% de indecisos a escasas dos semanas de la cita con las urnas. Especial Elecciones Generales 2019.

Argumento oficial de ambos bandos para recopilar votos de cara al 28-A, Vox se ha convertido en uno más de la campaña a pesar de no contar aún con representación nacional. No es casual que inalmente vaya a darse un debate a cinco el próximo 23 de abril tras acceder Sánchez a asistir al encuentro planteado por Atresmedia que incluye al partido de Santiago Abascal.

El empuje que Vox tomó en las elecciones andaluzas, tras conseguir representación parlamentaria por primera vez y ser la llave para sacar al veterano Gobierno socialista de esa comunidad, se ha consolidado de tal manera que, de cumplirse la previsión del último barómetro del CIS, podría cosechar hasta 39 diputados en la mejor de las estimaciones.

Pedro Sánchez apela al miedo para mantener la distancia con quienes denomina "los tres temores", en referencia a la suma PP, Ciudadanos y Vox. Por eso el debate a cuatro que le propuso RTVE no fuera suficiente para el presidente, que necesita a la extrema derecha para dar contundencia a su discurso.

La situación será, como poco, curiosa para el PP, que ha dedicado la precampaña a hacer equilibrios entre marcar distancias con Abascal e intentar borrar la foto de Colón y justificar que se apoyaría en Vox para reeditar un pacto a la andaluza en Moncloa. Por ese motivo, Casado está obligado a gastar gran parte de la energía de la campaña en pedir al elector que evite dividir más la derecha; las mismas encuestas que dan a Vox una alta representación en el Congreso auguran una debacle para el PP. Por eso, el mensaje de los populares está predestinado casi en exclusividad a controlar que la marea 'voxiana' no les ahogue en las urnas ni aúpe al partido socialista. De ahí que más Vox sea más Sánchez, como repite. 

En cuanto a Unidas Podemos y Ciudadanos, su situación es menos delicada dentro de la gravedad (en cuanto al debate con Vox). El batacazo que se espera para Podemos podría amortiguarse si finalmente supusieran los escaños necesarios para asegurar un nuevo Gobierno de izquierdas. Su pérdida de peso podría compensarse con algún Ministerio, o al menos ese es el plan B de Pablo Iglesias.

Albert Rivera, por su parte, centrará su campaña en desmontar a Pedro Sánchez, con quien promete no pactar tras el 28-A. Sin embargo, la rumorología apunta a que cuando se descubran las cartas el archianunciado veto podría llevárselo el viento. De momento Ciudadanos insiste en una alianza con el PP y en ignorar a Vox, también con la intención de dejar el encuenrto de Colón atrás por lo que pudiera pasar.

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