Se cumplió lo que se temía: las elecciones del 10 de noviembre no han dibujado un Gobierno fácil sino todo lo contrario. El persistente bloqueo político y el fantasma de unas nuevas elecciones no pueden descartarse este lunes porque nada suma de manera fácil. Ni el bloque de derechas, ni el de izquierdas. La victoria descafeinada de Pedro Sánchez no es suficiente para evitar a nacionalistas e independentistas en caso de que intente un Gobierno progresista con Unidas Podemos, que también se ha dejado parte de la fuerza por el camino. Tampoco sirve la remontada moderada del PP ni el salto de Vox como tercera fuerza política nacional para revertir la situación porque los diez escaños de Ciudadanos -y la dimisión de Albert Rivera- no ayudan demasiado. ¿Entonces, qué? Tirando de matemática pura solo hay una manera directa de conseguir una mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados: una gran coalición PSOE-PP. En Directo | Todas las reacciones a las elecciones del 10-N.
Para revalidarse en la Moncloa, Pedro Sánchez y los 120 diputados con los que el PSOE se erigió de nuevo ganador de la cita electoral tendrá que dialogar, y parece que mucho. En plena resaca de la victoria en la que perdió tres diputados y más de medio millón de votos con respecto al 28-A, el candidato del PSOE se enfrenta a varios escenarios, ninguno sencillo.
Gobierno de izquierdas
Para volver a intentar el Gobierno de izquierdas -opción en principio preferente para Sánchez aunque no prosperó tras los comicios de abril- el PSOE tendría que conseguir el apoyo de Unidas Podemos (35 escaños) y Más País (3 escaños) y, si no el apoyo, la abstención de los nacionalistas e independentistas en segunda vuelta. Cabe recordar que para ser investido presidente del Gobierno, el candidato debe conseguir mayoría absoluta en primera votación (176 síes como mínimo) o simple en la segunda.
Varios supuestos:
·PSOE + UP + Más País + ERC + PNV= 178 escaños. Esta opción haría posible la investidura en primera vuelta.
·PSOE + UP + Más País + ERC = 171 escaños. Sánchez podría ser investido presidente en segunda vuelta.
·PSOE + UP + Más País + PNV = 165 escaños. Aquí la suma solo podría salir adelante ganando a los noes gracias a la abstención de ERC, EH Bildu, PRC, BNG y del diputado de Teruel Existe, una de las sorpresas de la noche.
Todos estos escenarios suponen de un entendimiento al que no pudieron llegar tras el 28 de abril y teniendo en cuenta además que las relaciones en algunos de los casos han empeorado. Pablo Iglesias dijo anoche que rencores fuera y cuenta nueva, sin embargo, aunque Sánchez y Podemos volvieran a empezar, el desgaste de estos meses, especialmente con Cataluña y la sentencia del procés, hace presuponer que a priori no será sencillo optar por alguna de estas opciones.
Giro a la derecha
Con el resultado cosechado por los de Pablo Casado, 88 diputados, y sobre todo el empoderamiento de Vox hasta los 52 imposibilita la opción de la abstención de los populares también se complica. En este lados, las variables parecen aún más enrevesadas y solo hay una salida directa: la de la gran coalición de Gobierno porque PSOE + PP suman 208 diputados.
Supuestos en el caso de que el PP se abstuviera:
·A favor= PSOE (120). En contra= Vox, Unidas Podemos, ERC, JxCat, EH Bildu y la CUP (115). Abstenciones: Ciudadanos + PNV + Más País (20) y aún serían necesarias otras tres abstenciones para Sánchez, que tendría casi aseguradas las del PRC y Teruel Existe y aún debería convencer para esa segunda vuelta a Coalición Canaria, UPN (NA+) o el BNG.
Estos supuestos dependen de quiénes votaran en contra. Si Ciudadanos y Más País dieran sus 'noes', Sánchez necesitaría el apoyo del PNV y las abstenciones de todos los demás. O si en vez de Ciudadanos fuera el PNV quien votara en contra, los naranjas deberían apoyar.
Los números solo confirman que el tiempo de diálogo que se abre se prevé complejo y está abierto a cambios radicales que podrían modular las decisiones. Sin ir más lejos, la dimisión recién anunciada de Rivera influirá sin duda en las conversaciones. Se abre el tiempo de echar cuentas y abrir el cajón de las concesiones. Ningún voto será gratis.