Más allá de los titulares que ha dejado el CIS preelectoral de las elecciones del 10 de noviembre -reparto de escaños, estimaciones de voto, posibles sumas-, adentrándose en el estudio aparecen otras variables que pueden ayudar a tener una radiografía más completa del comportamiento del electorado. Una de ellas es la fidelidad de voto respecto al 28 de abril.
Aún teniendo en cuenta que la macroencuesta se deja atrás acontecimientos como la sentencia del procés y su repercusión o la exhumación de Franco, en el apartado de fidelidad de voto se aprecian tendencias manifiestas: entre los grandes partidos, Ciudadanos es el que más sufre y Vox el que tiene un electorado más abnegado.
En uno de los anexos del CIS publicado este martes, el instituto presidido por José Félix Tezanos presenta una tabla que combina intención directa de voto y recuerdo de voto del 28 de abril -nada de 'cocina'-. Contando con que los encuestados no hayan mentido o no hayan difuminado su memoria, los de Albert Rivera ven que solo un 34% de los que dicen haberles votado en abril volverán a hacerlo en noviembre. Un porcentaje que se dispara hasta el 64,6% en el caso de aquellos que votaron a Vox y ahora lo harán de nuevo.
Los dos mayores trasvases que experimenta Ciudadanos son a la abstención y a la indecisión. Hasta un 30,5% de aquellos que optaron por los 'naranjas' en abril no tiene claro aún su voto, lo que supone un enorme riesgo para los de Rivera. Por otro lado, un 8,2% de los que votaron al partido en primavera optan ahora por la abstención.
Las otras 'fugas' destacadas del voto de Ciudadanos son al PSOE (4,4%), al PP (7%) y a Vox (2,9%). Por el lado contrario, la formación 'naranja' apenas 'pesca' en caladeros ajenos: se lleva a un 0,7% de los que votaron al PSOE, a un 1,7% de los que optaron por el PP y a un 1,5% de los que se decantaron por Vox.
A su vez, los de Santiago Abascal ven que su trasvase a la abstención (6,5%) y sobre todo a la indecisión (12,3%) es notablemente menor que en el resto de los grandes partidos. En este último apartado, el siguiente gran partido que menor trasvase sufre a los indecisos es Unidas Podemos con un 17,7%. Esto significa que la zona de incertidumbre de Vox es inferior a la de las otras formaciones.
Siguiendo con los trasvases, la mayor fuga para Vox se produce hacia el PP (un 9,3% de aquellos que votaron a Abascal en abril). En sentido inverso, Vox se hace con 3,3% de votantes de Pablo Casado en abril. Respecto a Ciudadanos, como se recalcaba antes, los de Abascal pierden un 1,5% pero a la vez se llevan a su cesta un 2,9%.
Continuando con las fidelidades, PSOE y PP se muestran bastante parejos. Ambos están en un 60% de electores que les votaron y ahora volverían a hacerlo. Igualmente, la fuga de ambos a la abstención se sitúa en un 6% y a la indecisión en un 17-18%. Los socialistas ganan especialmente llevándose electores del caladero de Ciudadanos (4,4%) y Unidas Podemos (sin confluencias) 5,5%) y pierden un 1,9% que se llevan los de Pablo Iglesias. Del PP los de Pedro Sánchez se llevan el 1% y del PNV un reseñable 1,8%.
Los 'populares', por su parte, roban sobre todo voto a Ciudadanos (el 7% citado antes) y a Vox (el 9,3% de marras), quedándose en un 0,6% lo que logran arrebatar a los socialistas. Los de Casado se dejan, volviendo de nuevo a porcentajes referidos previamente, un 1% para el PSOE, un 1,7% para Ciudadanos y un 3,3% para Vox.
En un término medio queda Unidas Podemos (de nuevo sin confluencias), con una fidelidad del 52,1% de sus electores en abril. Más alta es la de ERC, con un 58,3%, aunque no llega a la de otros partidos con un fuerte componente territorial: EH Bildu (81,6%), PNV (74,1%) y Compromís (ahora con Íñigo Errejón de socio) (62,7%).
