
Los restos de Franco ya están fuera de la basílica del Valle de los Caídos. La primera promesa que pronunció Pedro Sánchez al llegar a Moncloa fue la de sacar de allí al dictador pero su intención de que ocurriera más pronto que tarde se vio truncada por la oposición de la familia, que si bien no ha conseguido su propósito, sí ha retrasado el momento más de un año. En Directo | Así ha sido la exhumación de Franco del Valle de los Caídos.
No contó Sánchez con encontrar tantos resquicios legales por el camino cuando en rueda de prensa en verano de 2018 anunció que ese mismo agostó todo estaría finiquitado. Acabó el año con los restos de la discordia aún en el Valle al que llegaron en 1975 y tampoco salieron antes de las generales del 28 de abril de este año. Sin embargo, la espera ha situado el logro a pocos días de que comience la -corta- campaña para las nuevas elecciones del 10 de noviembre, un balón de oxígeno para el PSOE en un mes marcado por la sentencia del procés y los disturbios en Cataluña.
El propio presidente en funciones reconoció que en sus planes no contempló la oposición de los Franco a la exhumación de su abuelo. Hasta ganar la batalla judicial, el Gobierno ha visto bloqueado su plan durante muchos meses y ha tenido que esquivar el intento de la familia de que el traslado se hiciera a la sepultura en la cripta de la catedral de La Almudena que la familia tiene en propiedad (allí está enterrada la hija, Carmen Franco) y que el Ejecutivo desconocía.
Ese desconocimiento perpetuó varios meses más la espera. Al dar por hecho de que el destino final sería Mingorrubio, el Gobierno dejó la decisión del lugar de la reinhumación en manos de la familia, sin contar con el factor sorpresa de La Almudena, que hubo de recurrir (previa visita de Carmen Calvo al Vaticano, también polémica, y tras asumir en un primer momento que no había opción para oponerse a los familiares) ante el riesgo de hacer lugar de exaltación un escenario tan céntrico. Fue un informe de la Delegación de Gobierno el que decantó la solución al desaconsejar el traslado al centro de Madrid para evitar problemas de orden público.
Finalmente, el Tribunal Supremo dio luz verde por unanimidad al Gobierno el pasado 24 de septiembre para sacar los restos del Valle y trasladarlos al cementerio de El Pardo-Mingorrubio, una operación que ha supuesto el desembolso de 63.000 euros (solo 39.000 se han investido en acondicionar Mingorrubio).
La colección de recursos presentados por la familia terminará de resolverse con los restos ya trasladados.
La crítica de la izquierda
Sánchez también ha tenido que hacer frente a las críticas desde la derecha por electoralista -Pablo Casado aseguró que él no gastaría un euro en esto- pero también desde la izquierda. El mensaje es el que traslada Podemos: aunque es un avance, pide que nadie se cuelgue medallas por la exhumación porque aún no se ha hecho justicia con las víctimas.
Eso que ha recordado hoy mismo Pablo Iglesias en un mensaje en las redes sociales responde a la celebración de Sánchez por ser el traslado de los restos "una gran victoria de la dignidad, la memoria, la justicia y la reparación, y por lo tanto de la democracia española", como dijo ayer en un mitin en Segovia, donde aprovechó para lamentar que la izquierda viva este momento "como si fuera una derrota".