"Esta será una campaña muy rara", admiten desde el PSOE a la hora de explicar cómo se van a desarrollar los actos previstos de aquí al 10-N. Fuentes de Ferraz reconocen también que el voto se decidirá "a última hora", en los últimos días. De ahí que los sondeos que ellos manejan estén estancados alrededor de 123 escaños, unos cuantos arriba, unos cuantos abajo, con la creencia, puede que el deseo, de que éstos sean mejores o al menos iguales que los del 28-A.
Con el conocimiento de que el resto de encuestas no traen buenas noticias para el PSOE –elEconomista consultó este jueves con una de las consultoras políticas más importantes del país, reafirmando que el PSOE está ahora mismo por debajo de los 123 escaños–, Ferraz otorga especial importancia al desarrollo de los acontecimientos en Cataluña.
En este preciso instante, tienen la esperanza de que la verbalidad de los independentistas se quede en eso, en un mero enunciado de ideas, pero que no atraviese la barrera de los hechos. Se conforman con que la última amenaza de Quim Torra tenga fecha para el 12-N, justo dos días después de las elecciones.
Entretanto, analizan el trasvase de votos entre las distintas fuerzas políticas, y concluyen que, aunque Ciudadanos parece desangrarse, el Partido Socialista no capta ese descontento. "Posiblemente algunos votos moderados", pero el grueso se va "a PP y a Vox", colige la fuente consultada.
Explican que, en una situación difícil, como lo que acontece en Cataluña, parece lógico que "el voto se radicalice", y ello haga crecer a Vox, como dibujan los últimos trabajos demoscópicos.
Una variable salvavidas
En cualquier caso, los socialistas empiezan a manejar una variable salvavidas, la de que los bloques se queden prácticamente como están, con la izquierda por delante, y con que el PSOE gane por escaños las del 10-N.
Rivera apuesta por que el PP y Cs mantengan a Sánchez como presidente, pero "atándolo en corto"
No en vano, el socialismo es de la opinión de que España lleva en "bucle" electoral desde hace mucho tiempo, y esto cansa al electorado. No obstante, el entusiasmo de los anteriores comicios ya no se expande entre las filas socialistas. Cierto temor a perder está ahí.
Y mientras los trackings del PSOE, al menos el de Ferraz, retrata un stand by, el del PP apunta a un crecimiento en número de diputados que ya sobrepasa los 100 escaños. Este miércoles, el presidente de Cs, Albert Rivera, ha señalado que parece poco probable que el centro-derecha sume una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar tras las elecciones generales del 10 de noviembre. Por ello, apuesta por que el PP y Cs mantengan a Pedro Sánchez como presidente, pero "atándolo en corto". "Ojalá la suma Cs-PP ahora mismo diera una mayoría", pero hay "muchas posibilidades" de "que no sumemos", dijo.
