
El indicador de PMI compuesto de junio para la economía española apunta a un fuerte frenazo en el crecimiento para el segundo trimestre (aún por publicar). Si se cumplen los pronósticos el PIB pasará de crecer un 0,7% a un 0,4%. El motivo hay que buscarlo en el hundimiento del sector manufacturero que registró la mayor caída en seis años. Las tensiones comerciales están provocando una profunda ralentización de la economía global que pasa factura a la demanda exterior de los productos manufactureros europeos.
Primero fue Alemania. Luego Francia. Y ahora España, la cuarta economía de Europa, comienza a sufrir las consecuencias del recrudecimiento de la guerra comercial en sus fábricas. IHS Markit la consultora que elabora los índices PMI del sector manufacturero y de servicios señala que el crecimiento de la economía se mantiene en su mínima de cinco años y medio en junio, por la profunda caída del sector industrial, que registró su nivel más bajo en seis años.
"Se observó una notable divergencia entre el comportamiento del sector manufacturero y el del sector servicios en junio. Mientras que el crecimiento del sector de servicios se fortaleció hasta su máxima de tres meses, la producción manufacturera disminuyó en junio por primera vez desde noviembre de 2013. La debilidad de la economía manufacturera estuvo estrechamente relacionada con la caída de las carteras de pedidos. Los fabricantes registraron la disminución más fuerte de los nuevos pedidos desde abril de 2013 en medio del debilitamiento del comercio nacional e internacional", indica Paul Smith, director de Economía de la firma.
El sector manufacturero está sufriendo una caída de la demanda interna y externa ante la incertidumbre que se está generando sobre la economía global. La economía española no está tan expuesta como la alemana al comercio exterior y a las cargas arancelarias, pero más tarde que temprano se ha visto afectada por la atonía del resto de economías europeas. Como en el resto de países el consumo interno y el sector servicios evitan que el PIB comience a caer, pero los expertos dudan de la capacidad de aguante de la economías europeas para no entrar en recesión. "Se teme que la desaceleración industrial, si se mantiene, afecte inevitablemente al sector servicios y conduzca a una mayor debilidad del crecimiento económico en la segunda mitad de 2019", subraya Smith.
Pese a todo, la economía española crecerá el doble que la media de la zona euro y de países como Alemania y Francia. Las principales potencias europeas se dirigen hacia un crecimiento del 0,2%, en línea con la zona euro. "Los riesgos de que las expectativas continúen a la baja prevalecen en medio de la preocupación por la guerra comercial, la creciente incertidumbre geopolítica y la desaceleración del crecimiento económico mundial", subrayan desde IHS Markit.
Los datos definitivos de PMI de la zona euro y sus miembros han salido mejor de lo previsto inicialmente. El PMI compuesto aumentó hasta el nivel 52,2 frente al 51,8 registrado en mayo, tras subir una décima desde la lectura preliminar, situándose en su nivel más alto desde noviembre de 2018, lo que indica un repunte en el crecimiento económico del área de la moneda única.
Pero estas cifras encubren divergencias notables entre el comportamiento entre sector servicios e industrial. Mientras que la economía del sector servicios experimentó un sólido aumento en la actividad, que fue la más fuerte en ocho meses, la reciente desaceleración en el sector manufacturero continuó. Los datos señalaron que la producción manufacturera ha caído por quinto mes consecutivo, y que lo hizo a una tasa que se encuentra entre las más fuertes observadas en los últimos seis años.
El sector servicios se mantuvo cómodamente por encima del nivel de ausencia de cambios de 50.0, que separa el crecimiento de la contracción, en junio. De hecho, al aumentar hasta el nivel 53,6 del 52,9 registrado en mayo, el índice señaló la expansión más fuerte de la actividad desde octubre de 2018.