
Antonio Olivera es desde octubre del año pasado el presidente del Consejo Rector de la Zona Especial Canaria (ZEC), un área de baja tributación que, según cuenta, va viento en popa. Creada en el marco del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias, es un instrumento que usa el atractivo de la baja fiscalidad para impulsar y diversificar la estructura económica y productiva del archipiélago. Y, según cuenta quien también ha sido el responsable del programa económico con el que el PSOE se presentó a las elecciones autonómicas en el archipiélago el pasado 26 de mayo, hay incluso multinacionales españolas que la quieren aprovechar para volver a pagar sus impuestos en nuestro país.
¿Cuál es la influencia de la ZEC en la economía canaria?
Hemos hecho estudios para medirla. En una comparación cuantitativa está aportando el 1% del PIB de la economía canaria. Pero eso es una visión parcial. Hay que tener en cuenta todo lo que aporta en términos cualitativos. Su terreno de juego es muy pequeño, pero su influencia se multiplica. Está siendo clave para impulsar los sectores de actividad que pueden aportar salidas adicionales en el futuro a Canarias más allá del turismo: TIC, audiovisual, temas de I+D, renovables... La mayoría de estos proyectos que están floreciendo en Canarias vienen de la mano de la ZEC. Confío en que empiecen a darse las circunstancias en las que lo cuantitativo se vea cada vez más.
La ZEC nace en el 2000 pero no empieza a moverse hasta años más tarde.
Ha habido problemas clave. Ahora es mucho más atractiva, concita mucho más el interés de los inversores gracias a la reforma de 2014. Hasta entonces siempre se promocionaba, pero con cierta cautela. Ahora ya tenemos un instrumento con mucho potencial y muy bien apreciado por los inversores y por los asesores fiscales, que son los principales prescriptores que tenemos.
"La ventaja más importante es un tipo reducido del Impuesto sobre Sociedades del 4%"
¿Cuáles son las ventajas de la ZEC y cuáles sus límites?
Ofrecemos ventajas potentes por cumplir una serie de requisitos. La más importante es un tipo reducido del Impuesto sobre Sociedades del 4%. ¿A qué está condicionado? Al sector de actividad. Tenemos un listado enorme de actividades autorizadas, pero que están poco implantadas en Canarias, porque lo que busca la ZEC es diversificar nuestra estructura productiva. También exigimos una creación mínima de empleo, que son cinco empleos en las dos islas capitalinas y tres en las no capitalinas, y una inversión mínima de 100.000 euros en activos fijos vinculados a la actividad económica en las islas capitalinas y de 50.000 euros en las no capitalinas.
La base imponible que se aplica al tipo reducido va escalada en función del empleo. A partir de 50 trabajadores la base imponible a la que se le aplica el tipo reducido es ilimitada. En los primeros cinco empleos, tres en las islas capitalinas, se aplica en hasta 1.8 millones de beneficio y después va subiendo en tramos de 500.000 euros por cada empleo adicional hasta llegar a los 50. Es la gran ventaja que tiene la ZEC: no es un paraíso fiscal porque ofrece beneficios fiscales pero a cambio de que se genere un impacto económico en Canarias.
Hasta 2014... ¿cuáles eran los obstáculos que podían contemplar las empresas?
Fundamentalmente que la parte de la base imponible, del beneficio, al que se le podía aplicar el tipo reducido de Sociedades era mucho más limitada y por tanto la ZEC era menos atractiva, tanto para inversores nacionales como internacionales. Además, las empresas nacionales no podían aplicar la doble deducción de dividendos y había ciertas condiciones geográficas sobre dónde podían situarse determinadas entidades ZEC, sobre todo aquellas vinculadas a actividad industrial, transformación, manipulación y comercialización, que reducían mucho el potencial que tenía el incentivo. Todo esto se reforzó y cambió completamente la visión de los asesores fiscales y de los inversores.
"La Comisión Europea se implicó directamente en la versión que tenemos de la ZEC"
¿No ha habido obstáculos por parte del Estado Central o la Comisión Europea contra la ZEC por los reparos que genera una zona de baja tributación?
No ha habido ningún problema. Es cierto que la Comisión Europea bloqueó el primer borrador de la ZEC, en 1994, pero en el nuevo borrador se implicó directamente. Se podría decir que la ZEC, de todos los incentivos regionales que te puedes encontrar en Europa, es su niña bonita porque participó activamente en su articulación. Es una cosa curiosa. Siempre la ha valorado de manera positiva, porque la ve como un incentivo que se da a cambio de generar actividad real que se genera en el territorio. Por tanto, considera que es un trato justo.
Y el Ministerio de Hacienda ha entendido eso también. Ha sido partícipe de esta cuestión porque al final es el Estado el que negocia con la Comisión Europea. Canarias tiene un papel importante, pero el que negocia es el Gobierno de España. Ellos han apoyado esta visión y se sienten muy cómodos en ella. Tal es así que, en la propuesta de reforma para crear una tributación mínima para Sociedades que se planteó por parte del Gobierno en funciones, ya eran conscientes de que a la ZEC había que dejarla fuera .

Además, la ZEC puede ser buena para la hacienda pública. ¿Cómo? Atrayendo algunas actividades que España ha perdido y que puede volver a recuperar gracias a tener una zona de baja tributación. Por ejemplo, algunas multinacionales españolas que han salido al exterior y han hecho outsourcing y que ahora, por motivos operativos, se están pensando regresar a territorio europeo y español, y tener un incentivo fiscal puede ser el impulso definitivo.
¿Hay empresas de estas características que se estén planteando este movimiento?
No solo una, sino varias. Empieza a generarse un ambiente bastante positivo para ese tipo de movimientos. Ello no solo refuerza la ZEC como un elemento interesante para Canarias sino también para el conjunto de España.
¿Que el Ministerio de Hacienda sea del PSOE ahora mismo tiene algo que ver con estos cambios de los que habla?
El cambio político más importante es que la gestión del consorcio ha asumido eso, que es un consorcio. Se ha conseguido aunar buenas relaciones entre los dos partícipes del mismo, que curiosamente se dan en un marco que nunca ha sido de buenas relaciones entre ambas instituciones. Ha habido muchas críticas del Gobierno de Canarias a los últimos presupuestos del Estado, pero si nos vamos al ámbito de la ZEC se ha conseguido concitar una muy buena colaboración, un muy buen trato, que está permitiendo que el Gobierno de Canarias crea muy firmemente en la ZEC, que el Ministerio la respete por completo y que estemos siendo capaces de tener unos resultados prácticamente históricos en estos primeros cinco meses del año.
"Baleares nunca va a tener acceso a un sistema de apoyos como el de Canarias"
¿El nuevo marco fiscal de Baleares puede llegar a suponer una competencia para el de Canarias?
Siendo respetuosos con las políticas del Estado y con las iniciativas de Baleares, que por su carácter insular aspira, y es lícito que lo haga, a tener ciertos elementos de política económica propia, lo cierto es que nunca van a poder tener acceso a un sistema de apoyos como el de Canarias porque el nuestro está basado en nuestra consideración como región ultraperiférica de la Unión Europea. Eso nos permite acceder a determinadas ayudas en unas condiciones inaccesibles para cualquier otra región. La singularidad canaria está muy enraizada, ya no solo en la normativa europea, sino en la propia Constitución, y la reforma reciente del Estatuto de Autonomía de Canarias también reforzó esta vía.
¿Y en la escala europea?
Ahí competimos con las otras regiones ultraperiféricas, pero realmente lo más cercano son regímenes como el de Madeira, que es parecido. Pero hay una gran diferencia en la capacidad económica de Canarias respecto a la de Madeira, que no ha sido muy seria y rigurosa con las condiciones de su régimen. Y el gran atractivo de Canarias no es únicamente el tema fiscal, eso solo ayuda a que se fijen en nosotros y da el impulso definitivo.
"La tendencia creciente no es tanto en el número de proyectos como en la fuerza y dimensión de esos proyectos y en sus compromisos de empleo"
¿Qué proyecciones de crecimiento de la ZEC hay para los próximos años?
La trayectoria tiene bases sólidas y consolidadas. Cerramos 2018 habiendo autorizado 144 empresas, con el compromiso de invertir 196 millones y a generar 1.440 empleos. Hasta mayo, tenemos 71 empresas ya autorizadas, lo cual nos llevaría a acabar el año con 156, creciendo en un 15% respecto al año anterior; en inversión vamos por 1.900 millones de euros, multiplicaríamos por 10 la del año anterior; y en la parte del empleo acabaríamos con 2.092 trabajos más, un tercio más que en el año anterior. La tendencia creciente no es tanto en el número de proyectos como en la fuerza y dimensión de esos proyectos y en sus compromisos de empleo. Empiezan a configurarse todos los medios para que esta idea se consolide. Pero no por mí. Yo solo he entrado en el momento adecuado.
¿Cómo puede verse afectada la ZEC por el cambio político en Canarias?
Con el PSOE habrá todavía más confianza en el proyecto y se le podrá dar más impulso. En cualquier caso, quiero agradecer a Pedro Ortega (consejero de Economía, Industria y Comercio en funciones de Canarias) la buena colaboración que hemos tenido porque a veces no es fácil confiar en personas de otros partidos, eso es verdad.
Con el PSOE al frente del Gobierno de Canarias... ¿Espera cambiar de puesto?
No puedo responder a eso. Estoy muy cómodo aquí , la verdad, me encanta. Pero como sabe, en política, los puestos somos hojas movidas por el viento y dependientes de las decisiones de los responsables.