
El Gobierno de Canarias autoriza a la empresa noruega Equinor a que desarrolle en sus aguas el primer parque eólico marino de España. Resulta comprensible que el archipiélago sea elegido como la ubicación idónea para que nuestro país se inicie en la instalación de molinos en alta mar.
Las especiales condiciones de esta zona del Atlántico ya la han convertido en un área especialmente indicada para testar prototipos de eólica marina. Es lógico, por tanto, que Canarias deje de ser simplemente un banco de pruebas y empiece a explotar a fondo las posibilidades de esta forma de obtención de energía. Máxime considerando que estas islas todavía se abastecen, en su mayor parte, de fuentes convencionales, a un coste superior al propio del mercado peninsular.