La Comisión Europea envió esta mañana un mensaje directo al nuevo Gobierno que está negociando Pedro Sánchez. Escondido entre las 212 páginas de sus previsiones económicas de primavera, el Ejecutivo comunitario pidió a la cuarta economía de la eurozona que se apriete más el cinturón para reducir el déficit y, sobre todo, la deuda.
España se espera que presente "déficits estructurales considerables en 2019, combinados con niveles de deuda cercanos o superiores al 100% del PIB, lo que sugiere que se necesita un mayor ajuste fiscal", dice el documento de la Comisión.
No somos los únicos: Bélgica, Francia e Italia también deben realizar más esfuerzos para enderezar sus cuentas públicas.
Aunque nuestro país es el que registra una menor deuda del cuarteto, presenta un deterioro estructural más pronunciado, según los expertos de la Comisión. Así, el déficit estructural de nuestra economía rozaría el 3%, el peor entre los socios de la zona euro. Lo que equivale a decir que España gasta unos 36.000 millones de euros más de lo que ingresa, sin tener en cuenta el ciclo económico. Cantidad que tenemos que financiar emitiendo nueva deuda.
Las buenas noticias llegan por el lado del crecimiento. La Comisión mantiene la cifra que ya actualizó en febrero para nuestro país: un 2,1% para este año y un 1,9% el próximo año. Entonces recortó una décima el PIB español respecto al cuadro de otoño.
España y Polonia, a la cabeza
De esta manera, nuestro país continúa siendo, junto con Polonia, el socio de la UE con el crecimiento más robusto, y va camino de superar por quinto año consecutivo la media europea. Para la zona euro, el crecimiento se quedará este año en el 1,2% (una décima menos de lo que anunció en febrero) y el próximo año el PIB de la eurozona repuntará hasta el 1,5%.
Sin embargo, a Bruselas le continúa preocupando el estado de nuestras cuentas públicas. Aunque la presión no es la de hace un lustro, la Comisión advierte que España se está relajando demasiado, e incluso ha dejado de realizar esfuerzos estructurales para reducir el déficit, el cual aumentaría si no fuera por el robusto ciclo expansivo. En situación parecida están los italianos.
Las previsiones económicas no han tenido en cuenta las últimas medidas incluidas en el Plan de Estabilidad enviado por el Gobierno de Pedro Sánchez la semana pasada a Bruselas, ya que la fecha de corte para elaborar el documento fue el pasado 24 de abril.
Sánchez propuso entonces una subida de impuestos para recaudar hasta 5.654 millones de euros más el próximo año, por lo que iría en la línea de los esfuerzos adicionales que solicita la Comisión. Además, quiere aumentar la presión fiscal en 1,6 puntos del PIB hasta 2022, lo que llevaría a recaudar 20.000 millones de euros adicionales.
El déficit en el 2,3%
En las previsiones actualizadas hoy, la Comisión espera que nuestro país cierre este año con un déficit del 2,3% del PIB, y del 2% el que viene. En noviembre esperaba un resultado ligeramente más positivo, con un 2,1% este año y el 1,9% el que viene.

Respecto a la deuda, las proyecciones apuntan a que continuará reduciéndose lentamente, hasta el 96,3% este año y el 95,7% el que viene. De esta manera, entramos en el grupo de los más endeudados, junto con franceses y chipriotas, y superados por belgas, portugueses, italianos y griegos.
Aunque la Comisión no ha tenido en cuenta el Plan de Estabilidad del Gobierno, que todos los socios del euro deben remitir a Bruselas, si ha considerado otras partidas de gasto y medidas recaudatorias anunciadas recientemente. Por ejemplo, la subida de las pensiones y otras propuestas de los "viernes sociales", además del ensanchamiento de la base para las contribuciones sociales.
Además, recuerda que varias medidas adoptadas el pasado año (como la subida del salario a los funcionarios y la mejora de la revalorización de las pensiones) tendrán un impacto este año.
La Comisión explica en el documento que la estabilización del crecimiento se deberá a una moderación en el consumo privado, además de la ralentización en la construcción de vivienda. Espera que el motor de las exportaciones exteriores tome gradualmente el relevo y tire de la economía nacional.
El Ejecutivo comunitario también recoge el buen comportamiento en el mercado laboral español, y prevé que el desempleo continúe reduciéndose a pesar de que se desacelere la creación de empleo.
Así, el número de parados caerá hasta el 12,2% en 2020, la tasa más baja desde que estallara la crisis en 2008. Además, Bruselas espera que los salarios continúen creciendo este año, gracias al impacto de la subida del salario mínimo, además de un crecimiento ligeramente superior a la inflación el próximo año.