
El próximo presidente del Banco Central Europeo tiene serias posibilidades de ser finlandés, país que cuenta con dos aspirantes entre los cinco favoritos. Uno de los candidatos nórdicos, Olli Rehn (actual gobernador del Banco de Finlandia), se ha erigido en adalid del objetivo de inflación temporal propuesto por Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal de EEUU. Esta estrategia propone que los periodos de inflación por debajo del 2% puedan ser compensados por periodos de inflación superiores al 2%. Esta teoría podría funcionar mejor en periodos como el actual, en el que los tipos de interés se encuentran cerca del 0% por factores estructurales. Sin embargo, esta política podría encontrar una fuerte oposición en Alemania, donde la estabilidad de precios resulta algo imperativo en la estrategia monetaria.
Olli Rehn no es el favorito para sustituir a Draghi, que deja la presidencia en octubre de este año, pero sí está en las quinielas junto a su compatriota Erkki Liikanen (todavía favorito), los franceses François Villerroy y Benoit Coeure, y en última instancia el alemán Jens Weidmann. Rehn, que es el actual presidente del Banco de Finlandia, defiende "hacer un inventario de las herramientas que el BCE tiene a mano y revisar su funcionalidad... la interdependencia entre la actividad económica y las presiones inflacionarias se han debilitado en los últimos años".
Analizar las herramientas actuales
Rehn ha declarado que "por ejemplo habría que estudiar la efectividad de los tipos de interés negativos, del programa de compra de activos o de la orientación de la política monetaria". Rehn hizo en noviembre del año pasado alusión a la teoría expuesta por Bernanke que propone "un marco monetario alternativo que él llama 'un objetivo temporal de nivel de precios', porque se aplicaría solo en momentos en que los tipos de interés a corto plazo estén en o muy cerca de cero".
Anunciar este objetivo llevaría al público a esperar que una inflación excepcionalmente baja sea seguida por un período de inflación más alta, ya que el banco central se esforzará para que el nivel de precios vuelva a su tendencia. La reacción de las expectativas de inflación al 'objetivo de nivel de precios temporal' debería ayudar a la política monetaria a lograr su objetivo, explicaba Rehn en el discurso.
Bernanke argumenta que esta estrategia generaría unas expectativas de inflación superiores que podrían llevar a los consumidores e inversores a adelantar sus decisiones de compra e inversión, generando una demanda interna suficiente para elevar el nivel de precios. Por ejemplo, si la inflación cae por debajo del 2% durante un periodo, el banco central se debería comprometer a mantener los tipos de interés en el 0% y a hacer todo lo posible para que los precios superen el 2% hasta compensar los meses o años que han estado creciendo por debajo del 2%. Es decir, aunque el IPC se situase en el 4%, el banco central tendría que mantener los tipos en cero hasta que la inflación media de un periodo determinado fuese del 2%.
La estrategia al detalle
Los analistas de Commerzbank añaden que con esta estrategia "la política de tipos al 0% se podría mantener durante mucho más tiempo que con la actual estrategia, que tiene precisamente como objetivo que la inflación supere el 2% en cualquier momento".
Los analistas del banco alemán argumentan que de esta forma "se consigue una política monetaria más expansiva a través de las expectativas que se generan estimulando la economía y reduciendo el periodo de baja inflación. Esta estrategia podría ser más necesaria en el futuro a medida que la población envejece y aumentan su ahorro reduciendo el tipo de interés natural (el coherente con el pleno funcionamiento de la economía y una inflación estable)".
Por ejemplo, si hubiera puesto en marcha esta estrategia en marzo, el BCE debería tener en cuenta que el tipo principal de refinanciación (REFI rate) lleva en el 0% desde marzo de 2016. Dada la baja inflación desde aquel momento hasta hoy, el BCE debería mostrar su predisposición a compensar esta baja inflación y mantener su política monetaria expansiva no hasta que los precios alcancen el 2%, sino hasta que la inflación media de ese periodo (desde marzo de 2016) presente una cifra cercana a ese 2%.
"Si asumimos que el BCE es capaz de elevar la inflación hasta el 2,3% durante los dos próximos años, los precios deberían seguir creciendo a ese nivel de forma constante hasta la primavera de 2024". explican los economistas de Commerzbank. A partir de 2024, si la inflación sigue por encima del 2% el BCE podría iniciar el proceso de restricción monetaria subiendo los tipos de interés y usando el resto de herramientas a su disposición.