
La reunión del BCE del próximo jueves está elevando las expectativas de los inversores para que sea una de las más importantes del año por el contexto económico. La sombra de una desaceleración más profunda de lo esperada en Europa crece según se acumulan los datos económicos, la fuerte apreciación de las bolsas amenaza con tensar aún más los mercados y la guerra comercial con Trump se acerca mientras China y EEUU consiguen ponerse de acuerdo.
El BCE terminó 2018 con una hoja de ruta clara después de dar por concluido el programa de compras de deuda y fijan para este verano la primera subida de tipos de interés desde 2011, pero el final de año y el arranque del ejercicio está lleno de incertidumbres desde el frente económico con Italia entrando en recesión técnica por sus problemas internos, la industria alemana hundida por la caída de exportaciones y la guerra comercial y el conjunto de la zona euro cada vez arrastrando un crecimiento más pírrico.
El presidente, Mario Draghi, está emplazado a dar una de sus ruedas más decisivas, de esas que el mercado busca respuestas en sus palabras para sobre reaccionar y en las que el banquero italiano medirá tanto sus palabras como sus silencios para precisar los próximos pasos del BCE.
Los bancos van a seguir enganchados a liquidez del BCE, en forma de subastas
Para el mercado hay grandes cinco incógnitas que necesitan ser resultas para prepararse de lo que va a venir de aquí a final de año. Quizá la más importante es si los bancos van a seguir enganchados a liquidez del BCE, en forma de subastas. Varios miembros del Consejo de Gobierno ya han admitido que están discutiendo una nueva ronda de financiación barata para los bancos europeos. Las subastas de liquidez permitieron a las entidades obtener crédito barato desde 2012, en un momento en el que el mercado interbancario estaba colapsado. Fueron operaciones de financiación a largo plazo, conocidas como LTRO y posteriormente evolucionaron a TLTRO, que se vincularon a la capacidad de los bancos de conceder préstamos a familias y empresas.
Parece por descontado que habrá nuevos préstamos a precios baratos. A mediados de 2020, vencerán 97.000 millones de los más de 700.000 millones que tiene que devolver el sector al BCE y sin refinanciación no habrá posibilidad de afrontar los vencimientos para el sector.
El calendario presiona al BCE para que desvele con tiempo prudencial cuáles van a ser sus próximos pasos. Desde Pictet advierten de que "hay algún tipo de extensión o los mercados se sentirán decepcionados2. Frederik Ducrozet, experto de la firma, prevé que Draghi posponga la decisión para anunciar en abril y ejecutar una nueva subasta en junio. Pero la gran cuestión será la cuantía y las condiciones. "A menos que el impulso de crecimiento se deteriore aún más, las nuevas subastas deberían tener un vencimiento más corto y una tasa variable, dejando la puerta abierta a los aumentos de tasas en los próximos años", señala Ducrozet.
¿Cuánto recortará sus previsiones de crecimiento e inflación?
El tamaño de las nuevas TLTRO estará vinculado a la estimación del BCE del actual bache económico de la zona euro, con la industria alemana gripada por la desaceleración global y la guerra comercial. Los expertos señalan que los mercados deberían prestar especial atención a las proyecciones para 2020 como el termómetro de la preocupación.
El otro punto será la previsión de inflación subyacente, en la que no se tiene en cuenta los precios energéticos ni el de los alimentos perecederos por su alta volatilidad, que el BCE suele tener en cuenta para fijar al 2% el objetivo de precios. En las previsiones de diciembre se situaba en el 1,4%, 1,6% y el 1,8%, para 2019, 2020 y 2021, respectivamente. El último dato disponible se encuentra en el 1% con pocos visos de mejorar.
¿Se modificará la hoja de ruta de tipos de manera oficial?
Mientras no aparezca la inflación el BCE se tomara su tiempo para subir los tipos de interés que siguen anclados en el 0% desde septiembre de 2014. Y el banco central a medidos del año pasado pensaba que a estas alturas ya iba hacer acto de presencia y elevaría el precio del dinero por primera vez desde 2011 al menos hasta el verano.
El escenario económico y de condiciones crediticias han cambiado, pero quizá no lo suficiente para que el BCE modifique su mensaje y referencia temporal para subir tipos.
El futuro economista jefe del BCE, Philip Lane, la semana pasada adelantó una visión relajada de la desaceleración económica y sus implicaciones políticas por parte del BCE.
Y el presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann, y posible sucesor Draghi a final de año, explicó que el BCE no necesita retrasar formalmente la subida de tipos que está planificada, pese a que los inversores ya han superado las expectativas de alza de tasas hasta mediados de 2020. Los expertos creen que la próxima reunión es una buena ocasión para que converger las expectativas de los inversores con la hoja de ruta del BCE.
La Fed ha tomado un tono más prudente desde el octubre, cuando su iniciativa de seguir subiendo tipos tuvo que reajustarse ante las duras caídas que estaba experimentando el mercado y la tensión creciente del mercado de crédito y deuda. Powell y la Reserva Federal ajustaron su mensaje y discurso para acompasar a la economía y a las bolsas.
¿Hay preocupación por el parón que está sufriendo la industria europea a principio de año?
El sector industrial europea ha sido el principal perjudicado de las tensiones comerciales que mantienen China y EEUU. Las exportaciones fuera de la zona euro han quedado dañadas por el frenazo de la economía global, y principalmente por la menor demanda china. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenaza llevar la guerra comercial a los coches europeos que atraviesan un particular vía crucis con la reconversión que están viviendo para adaptarse a la nueva regulación medioambiental.
¿Influirá el relevo en la presidencia del BCE en la política monetaria?
El presidente del BCE, Mario Draghi, cuyo mandato termina en octubre, es poco probable que comente sobre las especulaciones sobre su sucesor, pero es probable que surjan preguntas en la rueda de prensa, ya que la incertidumbre sobre quién liderará el próximo banco central puede afectar a la decisiones futuras. Sobre todo porque uno de los favoritos para suceder a Draghi es Weidmann del Bundesbank y uno de los halcones más críticos con las decisiones que ha impulsado el banquero italiano. También suena su homólogo francés, Francois Villeroy de Galhau.