El índice PMI del sector manufacturero en febrero cayó 1,2 puntos a 49,3 puntos. Por primera vez el índice desciende por debajo del nivel de 50 puntos que refleja una contracción de la actividad por primera vez en cinco años y medio. Pero lo más preocupante de las encuestas del sector es que la demanda sufre una profunda caída. Los pedidos están disminuyendo a un ritmo más rápido que la producción y a un grado no observado en siete años. España se suma a los países como Alemania e Italia.
La guerra comercial y la desaceleración global de la economía están golpeando con fuerza al sector industrial empezando por la locomotora de la región, Alemania. Por primera vez en cinco años y medio la actividad manufacturera registra contracción, según el índice manufacturero de PMI.
Este indicador lo elabora la consultora IHS Markit a partir de 3.000 empresas europeas. Con los datos se construye el índice PMI para reflejar la actividad del sector. Una lectura por encima de 50 indica expansión, mientras que una lectura por debajo de 50 indica contracción. Hoy se ha publicado el dato definitivo de febrero que se ha situado en 49,3, después de revisarse al alza una décima. En enero el dato se situaba en 50,5 puntos.
La debilidad volvió a ser más evidente en los subsectores de bienes intermedios y de bienes de capital. Solo aguantó en positivo los bienes de consumo que continúan en expansión, aunque a un ritmo modesto, el más bajo desde julio de 2016.
Lo más preocupante de la encuesta es la manifestación de las empresas de una evolución negativa de los pedidos, que bajan a mínimos de siete años, y por debajo de los niveles de producción de las empresas. Según IHS, algunas compañías ya advierten que se encuentran ya con un exceso de stock en sus almacenes.
"Hay un exceso de capacidad, lo que significa que es probable que las empresas adopten un enfoque más cauteloso para la contratación y la inversión, y que en su lugar se centren en el control de costes", explica Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit.
La amenaza de recesión en la zona euro se agiganta con la industria alemana gripando por culpa de la caída de exportaciones y la crisis de automóviles. Por segundo mes consecutivo, el sector se contrae a 47,6 puntos, en el nivel más bajo en seis años. El deterioro se sigue agudizando con ocho meses consecutivos de caídas.
La caída ha arrastrado también al resto de la zona euro. Solo se salva Francia, cuya actividad manufacturera se sitúa 51.5, tres décimas superiores a lo registrado en enero. Mientras Italia ya acumula cinco meses consecutivos de contracción.
España también se une al furgón de cola de Alemania e Italia
España también se une al furgón de cola. La industria manufacturera entró en febrero en terreno negativo y puso así fin a más de cinco años de crecimiento ininterrumpido. El índice se situó en febrero 49,9 puntos, frente a los 52,4 puntos registrados en enero, poniendo fin a más de cinco años de crecimiento continuo del sector.
La creación de empleo también se ha estancado, mientras que la confianza empresarial ha descendido a su nivel más bajo en tres meses y los precios tanto de venta como de compra se han contenido debido al abaratamiento de los derivados del petróleo.
Esta desaceleración está estrechamente relacionada con un entorno de fabricación mundial "cada vez más desafiante", especialmente en otros países europeos, preocupados por el Brexit y "los persistentes desafíos en la industria automotriz", que están teniendo un impacto en la demanda, especialmente entre los productores de bienes de capital.