Theresa May, primera ministra de Reino Unido, visita hoy Bruselas para intentar abrir las negociaciones del Brexit, pero tres diputadas conservadoras han anunciado su salida del partido para integrarse en el grupo parlamentario independiente, a falta de algo más de un mes de que se haga efectivo el divorcio con la Unión Europea.
La primera ministra británica, Theresa May, tiene previsto reunirse hoy con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, para intentar renegociar las condiciones preventivas para evitar una frontera física entre las dos irlandas tras el Brexit y así lograr el apoyo parlamentario que necesita para obtener la luz verde al acuerdo negociado durante meses con Bruselas.
Pero mientras la premier intenta abrir las negociaciones en la capital europea su retaguardia empieza hacer aguas. En una carta a la primera ministra, las tres diputadas conservadoras Anna Soubry, Sarah Wollaston y Heidi Allen le explican: "Ya no sentimos que podamos permanecer en el partido de un gobierno cuyas políticas y prioridades estén tan firmemente en manos del ERG y el DUP". Las comunes cargan contra The European Research Group, la organización formada por los Brexiters más duros y el partido unionista de Irlanda del Norte que de sostiene al Gobierno de May con diez diputados.
Las tres diputadas conservadoras dejan el grupo parlamentario, para integrarse en el Grupo Independiente, que ya cuenta con ocho diputados laboristas.
"El Brexit ha redefinido el partido conservador, deshaciendo todos los esfuerzos para modernizarlo con un fracaso total para hacer frente al ERG, que opera abiertamente como un partido dentro del partido conservador, con su propio líder y línea política", incluye la misiva que ha publicado el grupo parlamentario independiente en su cuenta de Twitter.
'We can no longer act as bystanders. We are honour bound to put our constituents' and country's interests first.' Read the letter to the Prime Minister from @heidiallen75 @Anna_Soubry and @sarahwollaston #ChangePolitics pic.twitter.com/1HxHOULbft
— The Independent Group (@TheIndGroup) 20 de febrero de 2019
Las deserciones no ponen en juego la mayoría de May en el parlamento mientras mantenga el apoyo de los diez diputados unionista de Irlanda del Norte de la DUP, pero confirma que la primera ministra puede caer en cualquier momento cuando el Brexit enfila la recta final subido a un fino alambre.
La primera ministra ganó tiempo hace semanas cuando obtuvo el mandato del parlamento británico renegociar las condiciones del Brexit, especialmente, en lo referente a la frontera de Irlanda, pese a que la Unión Europea viene anunciando que no hay posibilidades de abrir el acuerdo, que fue alcanzado a finales de año pasado tras meses de negociaciones.
Pero por el camino se está dejando un partido resquebrajado entre los partidarios de una salida abrupta y los diputados que quieren una salida negociada e incluso partidarios de la permanencia dentro del club comunitario. May ha sufrido fuertes derrotadas parlamentarias durante los últimos meses que ha puesto en duda su liderazgo al frente del partido conservador y del país, a pesar de superar una moción interna promovida por los Brexiters de su partido.
El partido conservador no es el único que se está rompiendo por la presión del Brexit también el partido laborista de Jeremy Corbyn, que se ha negado a defender la propuesta de un nuevo referéndum de las bases de su partido. Ocho diputados de la formación dejaron esta semana el partido y formaron el Grupo Independiente, que crecerá si se confirma las salidas tories.
El tiempo se agota para Theresa May y Reino Unido ¿Hasta cuándo se puede tensar la cuerda?
May está gastando las últimas balas en Bruselas con el objetivo de conseguir el respaldo suficiente entre los partidarios duros del Brexit. Y casi las únicas opciones pasan por la frontera de Irlanda, el principal escollo durante meses de las negociaciones entre Bruselas y Londres. La premier quiere modificar el conocido backstop pactado que garantiza que entre Irlanda e Irlanda del Norte no sea necesaria una frontera física que ponga en peligro los Acuerdos de Paz, a cambio de que Reino Unido permanezca dentro de la Unión Aduanera.
Los partidarios del Brexit duro temen que la salvaguarda signifique quedar unidos para de manera ilimitada a la Unión Europea. May intenta que Bruselas ceda y asuma un periodo temporal para el backstop o la posibilidad de que Reino Unido pueda romper de manera unilateral la salvaguarda.
La próxima semana el Brexit vuelve a entrar en una fase decisiva. Según la agenda del Ejecutivo de May, el próximo 27 de febrero se realizará una nueva votación en el parlamento británico sobre el acuerdo del Brexit. Aunque todavía cabe la posibilidad de que presente, una vez más, una moción "neutra" que podrá ser enmendada a fin de conocer los pasos que los diputados quieren seguir sobre el proceso del Brexit.
Reino Unido tiene hasta mediados de marzo para sellar un acuerdo con la Unión Europea, ha asegurado fuentes diplomáticas europeas a Reuters, o de lo contrario sería demasiado tarde para que los 28 líderes nacionales se reúnan ese mes para aprobarlo antes del día Brexit, el 29 de marzo.
"Tienen hasta el 10 de marzo, quizás el 15 de marzo como muy tarde", señalan, subrayando que el bloque necesitaba tiempo para preparar la aprobación en la cumbre de líderes del 21 y el 22 de marzo. "De lo contrario, se verán obligados a retrasar el Brexit, o a irse sin acuerdo".