Economía

La encrucijada económica determinará si la Fed subirá tipos o revertirá su política en 2019

  • Yellen: "Si el crecimiento global realmente se debilita bajarán los tipos"
Jerome Powell, presidente de la Fed

Crossroads, o encrucijada, se ha convertido junto a paciencia, en las palabras fetiche del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. De esta forma, el guardián que vela por el pleno empleo, mantener los precios en el 2% y de forma implícita también por la estabilidad de las condiciones financieras, se refería la semana pasada a los riesgos que acechan en estos momentos a la economía.

Entre ellos pueden enumerarse principalmente el incremento de las tensiones comerciales, un divorcio sin acuerdo alguno entre Reino Unido y la Unión Europea, así como una brusca desaceleración en China.

Es por ello por lo que en estos momentos un 81,2% del mercado descuenta que no habrá subidas de tipos este año, según el indicador FedWatch que elabora la CME. Más interesante es que el porcentaje de operadores que proyectan una bajada de tipos para el próximo 11 de diciembre (15,3%) es cinco veces mayor que el de aquellos que esperan una subida de tipos (2,8%).

Precisamente, en una entrevista concedida el miércoles a la CNBC, la ex presidenta de la Fed, Janet Yellen, no descartó que el próximo movimiento monetario del banco central pueda implicar poner fin al ciclo de endurecimiento y rebajar el precio del dinero.

"Si el crecimiento global realmente se debilita y eso se extiende a EEUU, al tiempo que las condiciones financieras se endurecen y vemos un debilitamiento en la economía, es ciertamente posible que el próximo movimiento sea un recorte", explicó la ex funcionaria de la Fed.

Eso sí, Yellen aclaró que el nuevo presidente de la Fed iba por buen camino y que el banco central no tiene necesidad de "actuar preventivamente", dado que la inflación es todavía baja y las tasas de interés están "en el rango" neutral, donde ni lastran ni fomentan las condiciones económicas y financieras.

El optimismo de Powell

No obstante, Powell en un discurso ofrecido en la noche del miércoles en Washington, se mostró ciertamente optimista sobre la economía estadounidense. "El desempleo es bajo, los precios están cerca del 2%, por lo que ahora estamos en un buen lugar", aseguró.

Aún así, con la institución y sus funcionarios expectantes, la atención vira a lo que pueda ocurrir en los próximos meses. "Si las tensiones comerciales aumentan significativamente y afectan a los mercados financieros lo suficientemente como para producir una leve recesión en EEUU, esta situación podría deprimir el crecimiento mundial en más de un punto porcentual durante los próximos dos años", advierte Torsten Slok, economista jefe global de Deutsche Bank. Esto, obviamente, forzaría previamente a la Fed a deshacer su ciclo alcista e implementar rebajas de tipos, incluso antes de que una contracción en la actividad llegase a materializarse.

Al mismo tiempo, no se debe perder el ojo a China. Un shock en la inflación del gigante asiático podría causar un desapalancamiento lo suficientemente grave como para provocar una caída sustancial en el crecimiento. "Los mercados financieros globales probablemente se verían afectados lo suficiente como para descontar una reducción en el crecimiento global similar al provocado por un conflicto comercial al alza y una recesión en EEUU", aclara Slok.

Finalmente, un Brexit sin acuerdo sería altamente perjudicial para la actividad en Europa pero para el economista de Deutsche Bank solo descontaría la mitad del crecimiento global que en los dos casos anteriores.

Pero, ¿existen brotes verdes en el horizonte que avalen un panorama más halagüeño?, puede ser. "El tono sorprendentemente positivo de los datos económicos recientes y el giro moderado de la Reserva Federal sugieren que el crecimiento en EEUU podría mantenerse bien", considera Jennifer McKeown, economista de Capital Economics en un informe distribuido el jueves.

McKeown habla también de la posibilidad de que la caída de los precios del crudo no sólo podrían lastrar la inflación pero también estimular el consumo. "Dadas las recientes caídas en la confianza del consumidor, especialmente en la zona euro, sospechamos que los hogares ahorrarán la mayor parte de cualquier ingreso extra", explica mientras reconoce que las caídas en los precios del petróleo podrían impulsar el crecimiento del gasto de los consumidores en las economías avanzadas.

Una tercera posibilidad es que la confianza empresarial se recupere considerablemente si se llega a un acuerdo comercial con China y el actual alto el fuego arancelario con la UE se implanta de forma permanente. Todo ello fomentaría que la Fed tenga que reanudar sus subidas de tipos.

¿Fin de las subidas de tipos?

"Muchos participantes del mercado parecen pensar que la Fed ha terminado ya con la subidas en este ciclo y, aunque estamos de acuerdo con que probablemente estará en espera en el futuro más inmediato, creemos que es prematuro declarar el final del ciclo de ajustes al alza", estima Jay H. Bryson, economista de Wells Fargo Securities.

Es cierto que las condiciones financieras, que se endurecieron considerablemente a finales del año pasado, se han relajado en las últimas semanas. Además, pese a las encrucijadas previamente mencionadas, la economía estadounidense parece estar manteniendo el tipo. "Si, como pronosticamos, la economía continúa creciendo a un tasa por encima de la tendencia en los próximos meses, la Fed volverá a subir tipos nuevamente en 25 puntos básicos este verano o a principios del otoño", determina Bryson.

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