El Banco de Inglaterra (BoE) mantuvo en el 0,75% los tipos de interés en el Reino Unido y también su programa de estímulo económico, con el que destina 445.000 millones de libras (500.000 millones de euros) a la compra de bonos de deuda privada y sobre todo soberana. Dentro del comunicado destaca el aviso que lanza el BoE sobre el Brexit, cuya incertidumbre se ha incrementado con fuerza en las últimas semanas, lo que puede lastrar la economía y los mercados.
Las incertidumbres del Brexit se han intensificado considerablemente desde la última reunión del Comité. Estas incertidumbres están pesando en los mercados financieros del Reino Unido.
La libra reacciona con caídas a los anuncios del Banco de Inglaterra. La divisa británica lucha por mantener el nivel de los 1,29 dólares.
"Los costes de financiación bancario del Reino Unido y los diferenciales de los bonos corporativos de alto rendimiento (high-yield) han aumentado considerablemente más que en otras economías avanzadas", sostiene la nota del BoE.
Los precios de las acciones centradas en el Reino Unido han caído sustancialmente mientras que la libra se ha depreciado aún más, y su volatilidad ha aumentado sustancialmente. Los indicadores basados en el mercado de las expectativas de inflación en el Reino Unido han aumentado, incluso en horizontes más largos, sentencia el comunicado del Banco de Inglaterra.
La intensificación de las incertidumbres del Brexit, junto con la desaceleración de la economía mundial, también ha influido en las perspectivas a corto plazo para el crecimiento del Reino Unido, sostiene el BoE.
"La inversión empresarial se ha reducido en cada uno de los últimos tres trimestres y es probable que se mantenga débil en el corto plazo... Los indicadores de consumo de los hogares en general han sido más resistentes, aunque el gasto minorista puede estar disminuyendo", avisa el comunicado.
El menor crecimiento en una década
El Banco de Inglaterra también ha reducido en medio punto, hasta el 1,2%, la previsión de crecimiento de la economía del Reino Unido este año, frente al 1,7% pronosticado el pasado noviembre, el ritmo más bajo desde 2009.
También ha rebajado el crecimiento de la inflación en una décima hasta el 2% frente al 2,1% esperado en las anteriores previsiones presentadas por el BoE.
