
¿Qué se vota hoy?
La Ley de Retirada de la Unión Europea establecía que si el Parlamento tumbaba cualquier acuerdo sellado con Bruselas, el Gobierno tendría que regresar a Westminster para exponer su estrategia y esta se votaría transcurrida una semana. Tras la derrota del 15 de enero, la hoja de ruta se presentó el lunes 21, por lo que es esta jornada cuando la Cámara de los Comunes se posiciona. Puesto que Theresa May sigue resuelta a pujar por su plan y la moción del Ejecutivo es neutral, lo que importa verdaderamente son las enmiendas promovidas por los diputados.
¿Qué enmiendas se someten a votación?
La decisión depende del presidente de la Cámara de los Comunes, que había sido acusado ya de favorecer al frente pro-UE. Esta mañana, escogerá qué iniciativas se votarán, de las 14 presentadas, que van desde la posibilidad de amparar el acuerdo existente, siempre que se sustituya la controvertida salvaguarda irlandesa; hasta ampliar la permanencia, si el 26 de febrero sigue sin haber acuerdo; e, incluso, la apuesta por permitir a Westminster una cadena de votos de las diferentes opciones posibles, desde una salida blanda inspirada en el modelo de Noruega, a un segundo referéndum.
¿Puede alguna de estas enmiendas desbloquear el Brexit?
Por sí mismas, no, pero permitirán empezar a vislumbrar hacia dónde se dirige el proceso, o si el divorcio se demora. El Ejecutivo ha decidido obligar a sus diputados a amparar la que propone respaldar el plan de May, con cambios en la cláusula fronteriza, pero la rebelión resulta inevitable. Además, hay una propuesta presentada por la diputada laborista Yvette Cooper que es especialmente importante, puesto que aspira a evitar por ley el divorcio no pactado, mediante una extensión del artículo 50.
¿Está el Gobierno obligado a respetar las enmiendas?
Técnicamente, no, pero resultaría muy complicado ignorar la voluntad de la mayoría del Parlamento, algo que, dada la división existente, otorga una importancia particular a la estrategia de la oposición. Si el Laborismo finalmente apuesta por imponer la disciplina de voto para apoyar la enmienda de Yvette Cooper, se expone también a desafíos de sus propios diputados, pero definitivamente elevaría las probabilidades de aprobarla y, con ello, cambiar el curso de los acontecimientos, ya que la propuesta implica el debate y la votación de una ley para revocar el Día del Brexit, que está fijado estatutariamente el día 29 de marzo.
¿Es posible que ninguna de las enmiendas logre mayoría alguna?
Absolutamente, lo que confirmaría que ninguna opción es actualmente viable y obligaría a regresar a la casilla de salida. En este contexto, la ruptura no pactada sería el desenlace por defecto al que se acudiría, un riesgo que la propia Unión Europea ha considerado ya más probable que nunca.