Economía

May se enroca y no ofrece plan b para el Brexit: "La única opción es aprobar el acuerdo que hay"

  • La premier rechaza solicitar un aplazamiento de la salida de la UE
  • y también un segundo referéndum, "la única opción es aprobar el acuerdo"
  • El llamado plan b consistirá en las propuestas del propio parlamento

La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha comparecido para presentar un plan alternativo al acuerdo de Brexit, que fue rechazado la semana pasada por una amplia mayoría de diputados. May ha rechazado aplazar la salida del país de la Unión Europea porque solo "implica retrasar la decisión y la UE no estaría dispuesta a ampliar los plazos solo para dar más tiempo, lo que significa que está opción implica cancelar el Brexit". Pero no ha presentado una nueva hoja ruta. Simplemente, ha dicho que volverá a Bruselas a negociar con las propuestas que salgan de los diputados.

May se ha aferrado a conseguir la mayoría del Parlamento como única posibilidad viable. "Si a los diputados les preocupa un Brexit sin acuerdo, la única manera correcta de evitarlo es aprobando el acuerdo", ha insistido. Y se ha comprometido a escuchar las demandas del Parlamento para ser incluidas en el acuerdo. "Llevaré sus demandas a la Unión Europea", ha asegurado. También ha lamentado que el líder laborista, Jeremy Corbyn, no acudiera a las negociaciones de este fin de semana.

Como una especie de gesto de buena voluntad, ha anunciado que el Gobierno aceptará una de las enmiendas de las últimas semanas, sobre el estatus de los ciudadanos europeos después del Brexit. May ha anunciado que no aplicará la tasa de 65 libras para solicitar la residencia cuando tenga nacionalidad de alguno de los países de la Unión Europea. Para mucho es guiño a la UE, de la que buscará nuevas garantías y concesiones para superar el bloqueo parlamentario.

La primera ministra ha negado que contemple modificar el acuerdo de paz de Viernes Santo para encontrar una alternativa a la unión aduanera que conlleva la salvaguarda en la frontera entre las dos irlandas, vinculando a Reino Unido a la Unión Europea de forma indefinida hasta encontrar una solución que no suponga levantar una frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte.

May se ha agarrado al guion de "Brexit significa Brexit", que repitió en las últimas generales y que le valió para ganarlas, para defenderse de las preguntas de los diputados. La premier apenas ha ofrecido novedades sobre el plan b. Ha rechazo la posibilidad de un segundo referéndum apelando a la cohesión social y al daño que se le haría la democracia.

Para la extensión del artículo 50, que se da por hecho que se pedirá para evitar que el 29 de marzo se convierta en una salida caótica, ha argumentado que no es posible porque "implica cancelar el Brexit". "Significa que los europarlamentarios tendrían que volver al parlamento europeo", ha indicado.

May ha aplazado las novedades sobre nuevo a la próxima semana cuando se haya reunido con el resto de fuerzas políticas de nuevo. A lo único que se ha limitado es a limitar sus líneas: nada de segundo referéndum, nada de unión aduanera y nada de frontera en Irlanda. Aunque ante al ataque de su exministro para el Brexit Dominic Raab, la reto para que fuera taxativa con no ampliar plazos, May no cerró la puerta del todo.

La parte de la sesión más dura la tuvo con el líder laborista, Jeremy Corbyn, que la acusó de no ser consciente de la magnitud de la derrota de la semana pasada y que de mantener una "farsa" en las negociaciones con las fuerzas políticas. May ha defendido que necesita hablar con los partidos para conocer sus demandas y le afeó que no acudiera a su encuentro.

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