Economía

¿Cómo se puede abrir paso un segundo referéndum en mitad del caos del Brexit?

La Unión Europea pilota para que en la arena política de Reino Unido haya suficiente consenso para que se apruebe el acuerdo de Brexit negociado con Theresa May y su Gobierno y exige que la premier y Corbyn se pongan de acuerdo. De momento, a falta de que surja la primera toma de contacto entre los dos principales partidos del Reino Unido, solo hay sintonía entre May y Corbyn para que no haya un segundo referéndum.

Sin embargo, hoy algo ha cambiado con Corbyn ofreciendo algo de esperanza a los militantes laboristas, que ampliamente apoyan una nueva consulta. En un encuentro del partido en Hasting, admitió que el segundo referéndum está sobre la mesa, para luego añadir que la convocatoria no debería ser en ningún caso una "reedición" del anterior. "Si tiene lugar un segundo referéndum, entonces obviamente el partido decidirá el papel que tendrá... pero no puedo aceptar la idea de que simplemente debería ser una reedición de lo que sucedió en 2016", ha afirmado. "Tiene que haber una discusión sobre las opciones que se presentarían", ha apostillado.

Muchos expertos y medios analizan el caos político en el que actualmente se encuentra hundido Reino Unido como una esperanza para que el Brexit se revierta con un nuevo llamamiento a los votantes, pero la realidad es que para llegar a ese punto, tanto políticamente como técnicamente, el país tiene un largo camino que recorrer.

Para empezar a pesar de las derrotas parlamentarias de May, con el rechazo de su acuerdo de Brexit y las enmiendas a su gobierno para quitarle el control de la situación. Un segundo referéndum tiene escasas posibilidades de ser posible, mientras May esté dentro de la partida. La política ha dicho en multitud de ocasiones que sería una traición para los votantes de junio de 2016 y en su lógica mental ella ganó las elecciones del año pasado con la promesa de cumplir con el mandato de sacar a Reino Unido de la Unión Europea. Ya ha prometido que una vez que esto suceda no se presentará a las siguientes elecciones. Además, la opción de ir a las urnas provocaría que los rebeldes tories de su partido se lanzaran otra vez a la yugular de la primera ministra. Aunque no pueden montar otra moción interna, May está blindada durante un año, no se puede descartar que apoyen a la oposición para derribarla.

Un segundo referéndum no es la opción favorita del laborista Corbyn

Tampoco es el escenario perfecto para Corbyn, a pesar de que 71 de los 229 parlamentarios laboristas respaldaron públicamente un segundo referéndum ayer, antes de la moción contra May. El veterano político está considerado un euroescéptico que ha suavizado su perfil y está convencido de que una segunda consulta será todavía más divisiva para el país. Tampoco las encuestas le acompañan para dar este paso.

Hay una corriente en la sociedad británica cada vez más creciente para rechazar el Brexit en las urnas. Una encuesta de YouGov publicada este jueves concluye que un 56%, frente al 44% que quiere la ruptura, la mayor distancia desde que YouGov elabora este tipo de análisis y un cambio radical respecto a 2016, cuando hubo un 51,9% de británicos a favor del divorcio. Pero no significa que el giro que se percibe favorezca a su partido.

.Una encuesta realizada por Survation para el Daily Mail a principios de esta semana indicó que los laboristas podría caer cuatro puntos si respalda un segundo referéndum. La mayoría de sondeos apuntan a una fuerte abstención de votantes laboristas en caso de producirse.

Ya no hay tiempo para convocarlo si Bruselas no concede una prórroga

La oficina de la primera ministra británica, Theresa May, ha asegurado que organizar un segundo referéndum sobre la continuidad de Reino Unido en la Unión Europea llevaría alrededor de un año, lo que implicaría paralizar el actual proceso de ruptura, que tiene como fecha de vencimiento el 29 de marzo, según informa Daily Telegraph o The Guardian.

Aunque fuentes de la Comisión Electoral han asegurado a la BBC que los plazos se podrían acortar, aunque siempre se superaría el plazo límite. La Comisión Electoral tiene "planes de contingencia" y está lista "para responder rápidamente a cualquier encuesta no programada".

La legislación que apoyaría legalmente el segundo referéndum y la normativa de la campaña electoral que la acompaña debe ser aprobada por el Parlamento. Este trámite duró siete meses para la convocatoria de 2016. pero inciden que el tiempo se acortaría si se copia y pega la ley que respaldó el referéndum del Brexit.

Según Alan Renwick, experto en derecho constitucional de la Universidad de Londres, en este extremo once semanas serían suficientes para finalizar la tramitación, quedándose al borde del 29 de marzo.

Proceso y trámites para montar un segundo referéndum

Pero esta perspectiva es muy optimista teniendo en cuenta que no entra juego la clave política de pactar las preguntas. Si hay más de dos opciones, todavía el proceso legislativo sería más laborioso.

The People's Vote, una de las plataformas ciudadanas que quieren una segunda votación, defienden que lo adecuado sería ofrecer dos opciones, rechazar el acuerdo de May o permanecer dentro de la Unión Europea. Otras plataformas más proclives indican que el remain no debería aparecer en la papeleta de votación y debería ser una elección directa entre el acuerdo de Brexit de Theresa May y dejar a la UE sin acuerdo.

Hay otras opciones como la que propone Justine Greening, ex ministra del gabinete conservador que apoya otro referéndum, con tres opciones: el acuerdo de May, remain y salida sin acuerdo. En cualquier caso la Comisión Electoral deberá analizar la pregunta que se plantea para "que sea neutral" con las opciones.

Posteriormente, la Comisión luego deberá proporcionar información a los votantes sobre cómo participar en el referéndum y asegurarse de que haya suficientes oficiales de escrutinio en todo el país. Después está la campaña, que generalmente dura cuatro semanas. Cumpliendo con todo los requisitos legales, no bajaría de 10 semanas.

Existen ejemplos internacionales de organización de un segundo referéndum en pocos días. En Grecia, apenas hizo falta una semana, para que los ciudadanos se pronunciaran a favor de aceptar con las condiciones del tercer rescate o rechazarlo. Aunque tanta celeridad es casi desaconsejable porque cualquier fallo puede empujar hacia la sensación ilegalidad. En Grecia, el resultado sirvió de poco, finalmente el país terminó aceptando el rescate.

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