Economía

La misión más difícil del BCE: acabar con el 'dinero fácil' sin causar un terremoto

  • Se podrían combinar subidas de tipos con mayor flexibilidad en las subastas
  • Los bancos del sur de Europa y los Estados necesitan tipos bajos
Mario Draghi, presidente del BCE

El Banco Central Europeo (BCE) se va a enfrentar a una misión realmente compleja durante los próximos años: subir los tipos sin causar grandes estragos en los países más débiles. Las autoridades del BCE ya están debatiendo la estrategia a seguir para sacar a la zona del euro de años de 'dinero fácil'. Pero en una economía con varias velocidades, con elevados niveles de deuda, y con un sistema financiero muy fragmentado resulta harto complicado elegir un camino sin dañar a alguna de las partes.

Según ha podido conocer la agencia Reuters, los expertos del BCE están analizando un mix de ideas entre las que se encuentran el lanzamiento de nuevos préstamos a largo plazo para la banca y subidas espaciadas del tipo sobre facilidad de depósito, una tasa que ha cobrado especial importancia en los últimos años y que en la actualidad se encuentra en el -0,4%. Al ser negativa, penaliza a los bancos que quieren 'aparcar' su dinero en el BCE, lo que significa que éstos tienen que pagar una cantidad por el dinero que dejan a diario al resguardo del instituto emisor. Se puso en negativo en 2014, con el objetivo de que la banca en lugar de 'aparcar' ese dinero -penalizando esa acción- lo canalizase hacia la economía real.

Desde el banco central también se está discutiendo el posible lanzamiento de una ventana de liquidez constante a largo plazo. 

Desde la firma Oxford Economics creen que el BCE anunciará el próximo año nuevas operaciones de financiación a plazo más largo (TLTRO) "como medida de precaución para compensar el vencimiento de las TLTRO previas".

Mediante estas operaciones se ofrecen préstamos a la banca a un plazo mucho más largo que el vencimiento que presentan las operaciones de política monetaria convencionales. Pero al tener un plazo de vencimiento determinado puede generar ciertas dudas en los mercados ante la posibilidad de que se ponga fin a este tipo de subastas.

En los próximos años vencerán préstamos de largo plazo (del BCE a los bancos) por unos 722.000 millones de euros, según cálculos de Bloomberg. Si el instituto monetario no implementa nuevas medidas extraordinarias, con la llegada de estos vencimientos se podrían ver fuertes incrementos de los tipos de interés en los mercados monetarios. Además, todo ello puede coincidir con las primeras subidas de tipos oficiales del BCE. 

Un sistema fragmentado

Este tipo de movimientos pueden tener un impacto diferente sobre los distintos bancos de la Eurozona. Mientras que los bancos alemanes y de otros países core están deseando que suban los tipos de interés (ahora mismo están penalizados por el -0,4%), las entidades de las economía periféricas podrían tener problemas de liquidez, puesto que verían un incremento de su coste de financiación.

La diferencia entre ambos sistemas financieros es que los bancos en Alemania o Francia acumulan cientos de miles de millones de euros en exceso de reservas (tras años de fugas de depósitos y fondos desde el sur hacia el norte), mientras que los prestamistas de Italia, España, Portugal y Grecia aún necesitan seguir mamando de la teta del BCE, sobre todo de las TLTRO.

Una nueva herramienta

Una de las ideas que sobrevuela en Frankfurt consiste en la creación de una especie de facilidad permanente de TLTRO ligadas al tipo de interés principal de refinanciación, que ahora mismo se encuentra en el 0%. Ésta se diferenciaría de la actual facilidad marginal de crédito a la que los bancos acuden cuando necesitan reservas para recibir créditos a un día por los que pagan un 0,25% de interés. No obstante, de prosperar la facilidad permanente de TLTRO, la facilidad marginal de crédito perdería su sentido.

Mediante esta vía, los bancos periféricos podrían satisfacer su necesidad de liquidez por un periodo largo y a un coste razonable, mientras que el BCE tendría espacio para subir el tipo de facilidad de depósito aliviando a los bancos que acumulan grandes cantidades de liquidez a un elevado coste.

¿Y el fin de las reinversiones?

Por otro lado, el BCE deberá en algún momento desmontar el programa de estímulo sin precedentes sin dañar a un sector bancario profundamente fragmentado a lo largo de la Eurozona y sin disparar los diferenciales de la deuda de los países del bloque. Aunque se prevé que las reinversiones de los activos que venzan se mantendrá durante dos o tres años, la reducción del balance de 4,6 billones de euros tendrá que empezar en algún momento, al igual que lo hizo la Reserva Federal en octubre de 2017. 

Los economistas de Bank of America Merryl Lynch señalaron en un informe de este verano, que sin grandes cambios en las políticas fiscales de la zona euro, la política monetaria tendría que se eternamente expansiva para 'proteger' a los agentes que están fuertemente endeudados y evitar impagos que podrían ser el fin de la unión monetaria. Países importantes como Italia, España o Francia presentan niveles de deuda pública sobre PIB cercanos o por encima del 100%.

Las reinversiones se pueden prolongar durante dos o tres años, según los mensajes que está enviando el BCE. Pero si en algún momento se quiere comenzar a reducir el balance de la institución con la venta neta de activos, los países más débiles deberían hacer grandes progresos en lo que a reducción de deuda se refiere si quieren sobrevivir al fin de las compras de activos.

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