
La primera mujer en ocupar el cargo de subsecretario de Hacienda en México maneja tan bien las palabras como las cifras. Tras un año complicado, con serios capítulos abiertos, como el TLCAN o la reconstrucción de lo destruido por los terremotos de septiembre, Vanessa Rubio es prudente respecto a las elecciones federales del próximo julio, en las que su jefe, José Antonio Meade, podría ser el candidato del PRI. Pese a la "efervescencia" en los diarios, el trabajo de Hacienda es "prioritario y estratégico" y "no permite distracciones", afirma. Nos recibe en la Casa de América, en Madrid.
¿Cuál es el balance de la reforma fiscal impulsada en el sexenio?
La reforma fiscal, sin duda, es una de las más importantes. Nos ha permitido, entre otras cosas, tener fuentes más estables de ingresos. A principios de la Administración, nuestra dependencia de los ingresos del petróleo era de alrededor del 40%; hoy es del 16%. Hemos más que compensado la caída de ingresos de parte del petróleo con ingresos tributarios, que se han elevado año a año por dos razones: la ampliación de la base tributaria y por eficiencias en el sistema de administración tributaria: ahora, por primera vez en la historia, ya te vienen tus pagos de impuesto prerrellenados y se han utilizado mucho más esquemas digitales y de inteligencia fiscal que hacen más fácil el pago de impuestos.
Ha mencionado la dependencia de los ingresos petroleros. Las coberturas contratadas por México han subido un 20%...
La causa principal es que teníamos una cobertura natural con los precios de la gasolina; en el momento en que se liberan y se flexibilizan se quita esa cobertura y necesitamos cubrir estos precios para tener estabilidad en los ingresos. La estrategia tiene dos vías: salir a hacer operaciones tipo put en los mercados de cobertura y, por otro lado, la alimentación de los fondos de estabilización, tanto de ingresos petroleros como de ingresos presupuestales. Y hoy tenemos esos fondos más llenos que nunca, con más recursos que nunca. Este año los pudimos aumentar sin precedentes, porque tuvimos el remanente de operaciones de Banco de México, 321.000 millones de pesos -unos 14.500 millones de euros-. Por ley, el 70% tenía que ir a pago de deuda y el 30% restante a los fondos de estabilización.
¿Van a afectar los terremotos a las previsiones de crecimiento para este año?
No consideramos una afectación del PIB anual. El impacto fue coyuntural y va a recuperarse en este último trimestre. No hemos modificado nuestra expectativa de crecimiento económico para este año, entre el 2 y el 2,6%, y el año próximo entre el 2 y 3%, anclada en el 2,5%. Más de 20 analistas del sector privado han incrementado sus expectativas de crecimiento para este año y ya comienza a hacerse también para el siguiente año.
Un asunto de interés para las empresas españolas son las zonas económicas especiales (ZEE). ¿Cuándo van a empezar a funcionar? ¿Qué incentivos ofrecen?
Tienen incentivos en la parte de adquisición de tierras, fiscales, en facilitación de trámites, en una serie de permisos administrativos. Hace aproximadamente un mes, el presidente Peña Nieto hizo la declaratoria de la ZEE de Puerto Chiapas. Durante este año quedarían hechas las declaratorias de todas las ZEE, cuyo objetivo fundamental es el desarrollo del sur-sureste del país. En el primer anuncio de hace un mes se hicieron compromisos de inversión por 2.000 millones de dólares. Se espera que comiencen a fluir inversiones significativas a partir de este año.
¿Hay alguna cifra ya de su desempeño?
No, están comenzando a fluir apenas las inversiones, el anuncio se hizo, reitero, hace poco más de un mes. Lo que necesitábamos era la declaratoria, que implica que ya teníamos acordados los incentivos fiscales, el presupuesto de egresos de la Federación que va a ser destinado a estos fines, y el resto de los incentivos, más la tierra completamente delimitada del polígono que implica la ZEE. La parte fuerte de la instrumentación la vamos a ver a partir de 2018.
¿Puede afectar la rebaja del impuesto corporativo en EEUU a la competitividad de México?
No lo creemos, porque para hacer el análisis de la estructura fiscal en EEUU hay que ver también la parte estatal. Cuando uno suma la parte federal más la parte estatal, la tasa mexicana sigue siendo muy competitiva. Al menos como está planteada ahora, sin que se tengan todos los detalles, consideramos que no tendríamos que hacer ningún cambio y que seguiríamos teniendo una estructura fiscal competitiva.
¿Cuándo podría cerrarse la actualización del TLCAN? Parece que encalla, y las elecciones están a la vuelta de la esquina.
Tanto México como EEUU vamos a entrar en procesos electorales y siempre es mejor tener una negociación que se aparte de los temas políticos coyunturales en cada uno de los países. Pero las opciones son variadas: una primera opción es marzo; una segunda es llegar a algunos acuerdos en marzo y después quizá seguir avanzando en algunas negociaciones. Estamos ante una negociación relevante, con nuestros principales socios comerciales, y para México el escenario central sigue siendo que podamos avanzar y tener una modernización del acuerdo de libre comercio.
¿Podríamos ver más volatilidad en el peso por este motivo?
La última depreciación del peso tiene que ver con dos factores: uno es el fortalecimiento del dólar frente al resto de las monedas de las economías emergentes, sobre todo derivado de la mayor certidumbre que parece tener el proceso de normalización de política monetaria en EEUU. Pero, por otro lado, ha habido una parte, que no puede negarse, de volatilidad debida a la eventual resolución del TLC. Pero si lo que ve uno es la volatilidad de diciembre-enero de este año, hemos tenido mucho más anclaje durante estas últimas negociaciones.
¿En qué sectores está más enfocado el Gobierno de México? ¿Qué objetivos busca para 2018?
De lo que puedo hablar sobre todo es de la materia que yo llevo: los servicios financieros de México se abrieron a finales de los 90, y no eran parte del acuerdo de libre comercio. El tema de las telecomunicaciones, los energéticos, el comercio electrónico, la industria fintech tampoco estaban incluidos. Por ahí va la agenda que estamos trabajando y, desde luego, a hacer más competitivos los flujos que tienen que ver pues con capitales, inversiones, bolsa de valores... y todo lo que estamos haciendo en materia de abatimiento de crímenes financieros y abuso del sistema, combate al lavado de dinero, financiamiento del terrorismo, evasión y elusión fiscal, mayor intercambio de información fiscal.
¿Habría habido actualización de no ser por las amenazas de Trump?
Los tres países habíamos manifestado ya interés de actualizar nuestro acuerdo comercial, como lo hicimos con la Unión Europea. Ya tenemos más de 20 años con estos acuerdos y necesitamos una actualización que refleje las condiciones actuales del mercado, que nos permita mayor competitividad. Por tanto, es más bien una estrategia general que está siguiendo México, de actualizar los acuerdos y seguir abriendo mercados con una diversificación más tangible con América Latina y con Asia, sobre todo.
¿Qué retos tiene México para mantener la inversión extranjera directo (IED), en especial la de Estados Unidos?
Sin duda, la instrumentación de las reformas estructurales, y también la instrumentación plena de las ZEE. En la parte de las reformas, hay inversiones esperadas de 90.000 millones de dólares; en el sector telecomunicaciones, de 8.000 millones; en las ZEE, de 2.000 millones. Ya hay más apetito con el último yacimiento descubierto por Pemex, en Veracruz. Incluso tenemos los bonos al CIEN (Certificados de Infraestructura Educativa Nacional), un esquema innovador de financiamiento para actualizar la infraestructura educativa. Hay demanda de inversión, tanto financiera como no financiera, y esta última fundamentalmente se desprende de la instrumentación de las reformas estructurales.
¿Construirá el muro EEUU? ¿Acabará pagando México?
Por un lado, cada país es libre de construir lo que quiera construir dentro de su territorio. Por otro, no hay manera de que México pueda pagar esa construcción bajo ninguna circunstancia; eso es absolutamente inviable, imposible e impensable. Además, México cree en tender puente; justamente la antítesis de crear de muros.
La inflación ha alcanzado niveles muy altos recientemente. ¿Cuál es su pronóstico? ¿Qué opina del desempeño y la salida de Agustín Carstens del Banco de México?
La inflación se viene anclando ya hacia el objetivo de Banco de México; ha habido una disminución muy clara y muy pronunciada a partir del mes pasado. Esto demuestra que la flexibilización en los precios de las gasolinas fue un impacto de una sola vez y acotado. Por otra parte, vamos a tener, en el periodo de los seis años de la Administración del presidente Peña Nieto, el proceso de inflación más bajo de las últimas Administraciones y uno de los más bajas de la historia. Va a estar alrededor del 3,9%, en el rango del Banco de México. Sin duda, el desempeño de Agustín Carstens al frente de esta institución autónoma ha sido impecable, hemos tenido muy buena coordinación. Hemos cumplido cada año nuestra prioridad de la consolidación fiscal multianual. En eso vamos en línea, y nos da mucho orgullo, además, que un mexicano vaya a ocupar una posición tan relevante en el Banco de Pagos Internacionales.
Hablando de las elecciones, ¿cree que las reformas estructurales peligran si venciera López Obrador?
Es importante destacar que las reformas estructurales llegaron para quedarse, por varias razones: están ancladas en acuerdos de modificaciones a la Constitución y en distintas leyes aprobadas en el Congreso mexicano con el concurso de las principales fuerzas políticas del país; fue un acuerdo de los mexicanos. Y también está anclada en contratos privados: hay empresas que trabajan ya en su instrumentación. Éste es un proyecto que llegó para quedarse, pero que sí necesita ser robustecido hacia delante.
¿Se podrían comparar con los Pactos de la Moncloa aquí en España?
Sin duda, son proyectos que van más allá de un Gobierno. Son proyectos de Estado, de país, de una generación que tuvo una visión de hacia dónde queríamos ir, de un México moderno, competitivo, que se insertara en el mundo.
Por terminar, ¿cómo ve la relación con España? ¿Se ha notado el impacto de la crisis catalana?
México tiene un respeto inequívoco por la institucionalidad, por la Constitución y por la ley. Y por ello fuimos de los primeros países en dar nuestra posición respecto de la integridad del Estado español. Como lo dijo el presidente Peña Nieto y el canciller, México no iba a aceptar ni a reconocer ninguna declaración unilateral de independencia de nadie, y el Estado español tiene todo nuestro respaldo y todo nuestro respeto. Para nosotros, España es un país entrañable, con el que comerciamos, invertimos, compartimos cultura, historia. Queremos que España siga teniendo mucha presencia en nuestro país como uno de los principales inversionistas extranjeros. Y quizá lo que hace falta también es, una vez que actualicemos el acuerdo marco de comercio con la UE, buscar avenidas: hay mucho más que poder hacer en comercio y sobre todo en la posibilidad de integrar a las pequeñas y medianas empresas en estos acuerdos comerciales.
¿Cataluña ha tenido alguna repercusión económica?
No lo hemos notado desde el punto de vista económico. Ha sido más un suceso de carácter político, y reitero que México decidió reaccionar desde el primer momento para expresar nuestra posición muy clara y de mucha solidaridad con el Gobierno español.
En ese sentido es un apoyo a la aplicación del 155, de toda la legalidad.
Correcto.