
La recuperación económica de Irlanda desde la crisis financiera ha sido espectacular, pero aún más sorprendente ha sido la reacción del mercado laboral. Según los últimos datos de la Oficina Central de Estadísticas (CSO), la tasa de paro ha caído al 7,9%, niveles no vistos desde 2008. La tasa de paro ha caído en más de 7 puntos porcentuales desde los máximos alcanzados en 2012, cuando llegó a superar el 15%. Además, este descenso se ha producido con aumentos de la fuerza laboral, lo que tiene aún más mérito. | Hungría desafía a Irlanda e impondrá el Impuesto sobre Sociedades más bajo de Europa
Expertos y economistas alaban el comportamiento de este mercado laboral que se caracteriza por su flexibilidad tanto interna como externa para realizar ajustes. Es decir, tanto los salarios (flexibilidad interna) como el coste de despido (flexibilidad externa) permiten a las empresas ajustar sus costes el ciclo económico. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Irlanda posee uno de los niveles de protección laboral más bajos del grupo.
Un mercado laboral más rígido, como puede ser el español, suele tardar mucho más tiempo en encontrar los nuevos puntos de equilibrio. La tasa de paro no tocó techo hasta 2013 cuando alcanzó el 27% de la población activa, mientras que ahora se encuentra levemente por debajo del 19%. Los movimientos son más prolongados y posiblemente más lentos y dolorosos que los de un mercado más flexible como el irlandés. No obstante, no todo el empleo o desempleo creado depende de la regulación del mercado laboral, aunque sí una parte importante.
Como mostraron varios economistas de la Universidad de Dublín en su trabajo Wage Flexibility and the Great Recession: The Response of the Irish Labour Market, en Irlanda existe un "significativo grado de flexibilidad salarial a la baja tanto en los sueldos mensuales como en los salarios por hora. Durante la crisis, el número de trabajadores que vieron recortados sus salarios se triplicó".
Por otro lado, el coste por despido en Irlanda también es de los más bajos de la Unión Europea. Según datos de la OCDE, los despidos se consideran procedentes si hay falta de capacidad o habilidad del trabajador, escasez de competencia o falta de conducta. Mientras que los despidos se consideran improcedentes sólo cuando existe discriminación hacia el trabajador por su raza, religión, edad o género.
El despido procedente, el más habitual, sólo tiene indemnización si la antigüedad del trabajador es de dos años o más. En caso de que sea de dos años, la indemnización será de dos semanas por año trabajado con un máximos de 600 euros por semana. El tope de la indemnización por despido equivale a 41 semanas de salario o 10,2 meses de salario.
Los datos del mercado en bruto
Se trata del decimoséptimo trimestre consecutivo en el que baja el desempleo en este país, donde 177.700 personas se encuentran ahora sin trabajo, un 12,5% menos que hace un año, destacó el estudio de la CSO.
Al mismo tiempo, la fuerza laboral irlandesa aumentó el 2,9% entre el tercer trimestre de 2015 y el de 2016, hasta sumar un total de 2,04 millones de trabajadores. La CSO estimó en su último análisis trimestral que el desempleo se situó en el 7,5% en el pasado octubre, frente al 7,7% registrado el mes anterior.
Así es el empleo
Según el informe, de los 57.500 nuevos empleos creados en el año hasta el pasado tercer trimestre, 44.800 fueron trabajos a tiempo completo y 12.800 correspondieron a tiempo parcial, hasta suponer un aumento anual del 2,9 y 2,8%, respectivamente.
La mayor actividad se registró en el sector del alojamiento turístico y restaurantes, en los que el empleo creció el 9,6%, mientras que la construcción incorporó un 7,3% más de trabajadores en ese periodo.
También bajó del 5 al 4,2% en el año hasta el pasado trimestre el desempleo de larga duración, el de aquellas personas desempleadas durante más de doce meses.
El de larga duración representa ahora el 52% del total del desempleo en la República de Irlanda, frente el 54,1% de hace un año y el 56,7% del tercer trimestre de 2014, señaló la CSO.
Por sexos, el desempleo entre los hombres disminuyó el 13,4% en el año hasta el pasado trimestre y el 10,8 % entre las mujeres, hasta situar el desempleo en octubre en el 9,1 y 6,8%, respectivamente.
Por edades, el desempleo juvenil (15-24 años) se redujo un 3% entre los terceros trimestres de 2015 y de 2016 y se situó en el 17,7 % a final del pasado octubre. La CSO comparó también la tasa de desempleo irlandesa con la de sus 28 socios comunitarios e informó de que ambas alcanzaron el 8,6 % en el segundo trimestre de este año.
No obstante, estimó que el desempleo cayó al 7,7% en septiembre en Irlanda, frente al 8,5 % registrado en el conjunto de la Unión Europea (UE) en ese mismo mes. Los socios comunitarios con la mayor tasa de desempleo en el segundo trimestre fueron Grecia y España con el 23,1 y el 20%, respectivamente, frente a la más baja del 3,9% de la República Checa, añadió la CSO.