Economía

EEUU no es el iceberg: el 'Titanic' alemán de las exportaciones lleva hundiéndose años, señala el Bundesbank

  • Su cuota de mercado global empezó a caer ya en 2017
  • El deterioro se aceleró en 2021 por la pérdida de competitividad
  • Los aranceles de Trump son la puntilla a este desgaste previo
Foto: iStock

Una alegoría (metáfora continuada) puede ser de ayuda para entender determinados escenarios económicos. Alemania, un auténtico 'transatlántico' de las exportaciones, está haciendo aguas. La explicación más plausible (y cómoda) es que ha chocado, como le pasó al Titanic, contra un iceberg, solo que en esta ocasión el bloque de hielo tiene la forma de Donald Trump. Los aranceles del presidente de EEUU, ciertamente, perjudican a una potencia exportadora como Alemania y eso se está plasmando en las cifras. Pero repasando concienzudamente el cuaderno de bitácora (el diario de navegación), como ha hecho el Bundesbank, banco central alemán, se constata que el naufragio empezó hace tiempo y que los últimos acontecimientos solo han acelerado la dinámica.

En resumidas cuentas: la posición exportadora global de Alemania se ha deteriorado sustancialmente en los últimos años, según una investigación del Bundesbank, que culpa del fenómeno a cuestiones estructurales más que a la marejada de aranceles lanzada por el presidente estadounidense. En un estudio incluido en el informe mensual de julio publicado este mismo lunes, el banco central alemán señala que las cuotas de mercado del país en el comercio internacional han ido disminuyendo desde 2017, con las caídas acelerándose a partir de 2021. Los economistas Philipp Meinen y Arne Nagengast descubren en el artículo que, tomando como base el ejercicio 2011, esta cuota de mercado de Alemania en el mercado exportador de bienes cae casi 20 puntos. Sus conclusiones alicatan la tesis de que el modelo económico alemán que hasta hace no tantos años era ejemplo de éxito (las exportaciones de alto valor añadido) está en graves dificultades.

Si las exportaciones alemanas hubieran seguido el crecimiento de las ventas globales en los mercados extranjeros, la producción habría aumentado 2,4 puntos porcentuales más entre 2021 y 2024, según los investigadores. En cambio, la mayor economía de Europa se ha contraído durante dos años consecutivos y podría contraerse en 2025 y 2026 si fracasan las conversaciones con EEUU, predice el Bundesbank. Trump dice que la Unión Europea se enfrentará a aranceles del 30% a partir del 1 de agosto si no se llega a un acuerdo mejor y ese escenario no ayudará precisamente a reflotar a un 'transatlántico' en apuros.

"Todo esto apunta a problemas estructurales fundamentales en la economía alemana que han lastrado a muchas empresas", entran en harina Meinen y Nagengast, citando las interrupciones post-pandémicas de la cadena de suministro, los mayores precios de la energía, la emergencia de China como competidor global, la demografía, la burocracia y los impuestos.

Estos economistas abordan el habitual repertorio musical cuando se habla de la economía alemana más reciente. El 'nuevo mundo' tras la pandemia ha encontrado a una Alemania 'malherida' por factores tan diversos como el paso de China de fiel cliente a feroz competidor, el fin del gas ruso que llegaba en tarifa plana y al que el país se había hecho 'adicto' al tiempo que cortaba el 'cable' nuclear, los elevados tipos de interés tras la crisis inflacionaria amén de los factores internos alemanes. Aunque el catalejo se va habitualmente a la pandemia y a la guerra de Ucrania, los dos grandes shocks en el comienzo de la década, el casco del 'Titanic' exportador alemán se empezó a resquebrajar antes, acelerando este acontecimiento la 'tragedia'.

Tras la crisis económica y financiera mundial, las cuotas de mercado de las exportaciones alemanas se mantuvieron más o menos estables hasta 2016, por lo que evolucionaron de forma comparativamente favorable, constatan los investigadores. Pero desde 2017, Alemania ha perdido su antigua posición única en el desarrollo de cuotas de mercado de exportación y, en particular desde 2021, ha tenido un desempeño inferior al de otras economías avanzadas.

"Aunque la economía alemana era antes relativamente competitiva, desde 2017 las debilidades de la oferta de productos específicos han afectado negativamente a las cuotas de mercado en una medida similar a la de otros países. Estas debilidades se han intensificado desde 2021. En cambio, las presiones de la oferta sobre las cuotas de mercado de otras economías avanzadas -con la excepción del Reino Unido debido al Brexit- se han atenuado con el tiempo, especialmente desde 2021", escriben los dos economistas.

Entre 2001 y 2016, Alemania apenas perdió cuotas de mercado de exportación debido a la competitividad de productos específicos, a diferencia de, por ejemplo, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y el resto de la zona del euro. Durante ese período, Alemania destacó claramente en este grupo de pares.

En lo época más reciente, los acontecimientos han dado un vuelco. Gracias a una demanda favorable por productos específicos y por socios específicos, Francia y la zona euro, excluida Alemania, han logrado estabilizar su posición exportadora, mientras que EEUU incluso mejoró en este periodo su cuota de mercado. China continuó expandiendo su competitividad por productos específicos, pero no lo suficiente como para compensar los efectos de la demanda, ahora en declive. Como resultado, las cuotas de mercado chinas disminuyeron ligeramente entre 2021 y 2023. Sin embargo, esto probablemente se deba en parte a la rápida reanudación inicial de la producción (tras los confinamientos, que fueron tempranos y estrictos según los estándares internacionales) y a la normalización de la demanda de mascarillas médicas y otros productos médicos, detalla el paper.

"Las pérdidas de cuota de mercado de exportación de Alemania desde 2017 pueden atribuirse casi en su totalidad a la disminución de los volúmenes de ventas", continúan Meinen y Nagengast. Y pormenorizan su metodología: bajo ciertos supuestos, los cambios de valor en las cuotas de mercado pueden desglosarse en efectos de precio y de volumen. Esto revela si las pérdidas o ganancias de cuota de mercado fueron causadas por cambios en los precios o en los volúmenes de ventas. Los resultados muestran que, con la excepción de 2023, los efectos del volumen tuvieron una influencia moderadora en todos los años. Por tanto, las pérdidas de cuota de mercado se basaron en el volumen y no fueron una mera consecuencia de una evolución desfavorable de los precios.

En cambio, los efectos de los precios fluctuaron considerablemente pero, por término medio, no fueron sustanciales. En 2021 y 2022, años caracterizados por una fuerte subida de los precios de la energía y las materias primas, los efectos negativos de los precios tuvieron un impacto. En términos absolutos, sin embargo, se mantuvieron muy por debajo de los respectivos movimientos de volumen. "El movimiento contrario de las cuotas de mercado en 2023 se debió principalmente a los efectos de los precios. En consonancia con esto, los datos de 2024 indican que la recuperación de 2023 no se mantuvo, ya que las cuotas de mercado volvieron a disminuir", apostillan los investigadores.

El gran iceberg

Aunque no hay una sola causa, Meinen y Nagengast señalan a la pérdida de competitividad como el gran iceberg que dio paso al naufragio: "Más de tres cuartas partes de las pérdidas de cuota de mercado de exportación entre 2021 y 2023 se debieron al deterioro de la competitividad de los exportadores alemanes. Este deterioro fue generalizado en todos los sectores y elevado en comparación internacional. Esto apunta a problemas estructurales fundamentales en la economía alemana que han afectado a muchas empresas".

La industria de la maquinaria, la industria eléctrica y sectores con un alto consumo energético, como el químico, han sido los más afectados. El momento en que se produjeron las pérdidas de cuota de mercado y las pérdidas de competitividad específicas de cada sector sugieren que el aumento de los precios de la energía y las interrupciones en la cadena de suministro también influyeron significativamente, subrayan los economistas germanos.

Inevitablemente, hay que hablar del automóvil, joya de la corona de la tradicionalmente fuerte y eficiente industria alemana. La débil demanda mundial de vehículos de motor, en particular, frenó el desarrollo de las cuotas de mercado de las exportaciones alemanas a través de efectos de demanda específicos del producto. Como resultado, el sector automovilístico alemán contribuyó a la pérdida de cuota de mercado, principalmente debido a su importante peso en el mix exportador alemán y a la baja demanda global. No obstante, precisa el trabajo del Bundesbank, hasta 2023 (datos más recientes disponibles), la pérdida de competitividad de la industria automovilística alemana fue limitada en comparación con la de otros países. Se entienden aquí los titulares de 'invasión' de coches chinos por todo el globo.

Como la competitividad se ha deteriorado en todos los ámbitos, es necesario mejorar las condiciones de suministro en Alemania, culmina el artículo del Bundesbank. En particular, enfatizan sus economistas, es necesario establecer un marco fiable que fomente el empleo y la inversión. "Para ello, es necesario reforzar los incentivos al trabajo, reducir las barreras a la inmigración de trabajadores cualificados y los trámites burocráticos innecesarios, aumentar los incentivos fiscales a la inversión privada y mejorar las condiciones para las empresas emergentes y la investigación y el desarrollo, por nombrar solo algunos ejemplos", enumeran.

"Las reformas de la seguridad social también son esenciales para limitar el aumento de los costes y las cotizaciones sociales. En cuanto a los costes energéticos, es fundamental impulsar la transición energética de forma eficiente. Además, es necesario facilitar a las empresas la diversificación de sus redes de proveedores y, por lo tanto, aumentar su resiliencia, por ejemplo, mediante nuevos acuerdos de libre comercio. Algunos planes del Gobierno Federal apuntan en esta dirección. Sin embargo, se requieren más reformas, especialmente a la luz de los retos demográficos de Alemania", concluyen Meinen y Nagengast.

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