
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, abrió la posibilidad de aplicar un 'IVA Social' para quitar peso a las cotizaciones sociales que aportan las empresas. "El modelo social francés depende demasiado del trabajo", aseveró el presidente de la República el martes por la noche en una entrevista en la televisión TF1.
En Francia, esta iniciativa no es nueva, ya que fue acuñada y aprobada por el presidente Nicolas Sarkozy a comienzos del año 2012, en plena crisis financiera, aunque posteriormente la suprimió François Hollande.
En lo que consiste el 'IVA Social' es incrementar los impuestos al consumo para compensar una bajada de las cotizaciones sociales que las empresas hacen por sus trabajadores.
La izquierda está en contra de todo esto, al igual que la ultraderecha de Marine Le Pen de Agrupación Nacional, y ambas son suficientes para hacer que un proyecto así fracase.
Macron no mencionó literalmente la palabra 'IVA Social' en la entrevista recogida por elEconomista.es, lo que dijo fue que, para aliviar la carga patrimonial a las empresas, se pueden buscar "distintas fuentes de financiación" además del aquellas relacionadas con el trabajo, y puso como alternativa el "consumo". Esto es lo que lleva a pensar que quiere retomar la idea de Sarkozy del 'IVA Social'.
?? Emmanuel Macron "ne croit pas que la solution soit dans l'augmentation de la taxation"
— TF1Info (@TF1Info) May 13, 2025
?? Emmanuel Macron - Les défis de la France pic.twitter.com/IPOwIiB5Wm
En Francia, las cotizaciones sociales juegan un papel fundamental a la hora de sostener el Estado de Bienestar del país. Estas contribuciones, tanto de empleadores como de empleados, desde la atención sanitaria hasta las pensiones de jubilación, pasando por las prestaciones por desempleo y la cobertura por accidentes de trabajo.
A diferencia de España, donde el gasto sanitario está vinculado a los Presupuestos Generales y no a las cotizaciones a la seguridad social gracias al Pacto de Toledo que se firmó en 1995.
Además, las cotizaciones sociales también aseguran el bienestar de los ciudadanos más vulnerables, a través de ayudas familiares y prestaciones por invalidez.
Francia es el cuarto país con la cuña fiscal en proporción al coste laboral de la eurozona, con un 46,83%, según un informe publicado por Tax Foundation basado en los datos de la OCDE. Además, actualmente el mercado laboral está muy próximo al pleno empleo, ya que tiene una tasa de paro del 7,3%. El presidente fue preguntado sobre cómo es posible que teniendo esta carga fiscal y unos buenos datos de empleo, la recaudación de la Seguridad Social sigue siendo deficitaria.
Macron lo dijo claro: "El mayor problema de Francia es que no produce lo suficiente ", dijo el presidente. "Estamos jugando una competición de fútbol. Cuando los alemanes tienen 11 en el campo, nosotros somos 9. Cuando Estados Unidos tiene 11, nosotros somos", dijo.
El presidente francés dijo que propondrá al Gobierno, liderado por François Bayrou, que lleve a cabo este proyecto. "Pido al Gobierno que ponga en marcha este proyecto con todas las fuerzas sindicales y patronales", aseveró Macron.
El Movimiento de Empresas de Francia (Medef, por sus siglas en francés) lleva muchos años proponiendo esta medida. La última vez que la patronal sacó el tema a debate público fue a mediados del mes de abril. El presidente, Patrik Martin, aseguraba que Francia tiene una de las tasas más bajas de este impuesto indirecto y que "si queremos revitalizar y dinamizar nuestra economía, debemos interesarnos en este tema".
La propuesta de la patronal sería la de incrementar el IVA general un punto - del 20% al 21%- y utilizar esos ingresos adicionales para financiar la protección social, aliviando así la carga fiscal sobre las empresas.
Pero esto seguramente genere rencillas entre Macron y su Ejecutivo, ya que el ministro de Presupuestos y Cuentas Públicas, Laurent Saint-Martin, rechazó en sede parlamentaria, a finales del año pasado, la posibilidad de aplicar el 'IVA Social': "No haremos que todos los franceses paguen por este aumento de la carga de la deuda".
Está claro que el Gobierno juega a contrarreloj. Las cuentas públicas siguen manga por hombro. Francia, ya cerró 2024 en el 5,8% y se espera que el año que viene pueda corregirlo hasta el 5,5%. Pero, posteriormente, el Monitor Fiscal del FMI revela que se estancará en el entorno del 6% hasta 2030. Las cosas no van bien.
Subiría la recaudación en 160.000 millones
El año pasado, Francia recaudó con las cotizaciones de las empresas un total de 300.200 millones de euros. Esta cifra representa aproximadamente el 12,3?% del PIB francés y un 44,3?% de la masa salarial bruta. En comparación con 2023, esto supuso un aumento del 1,3?%.
Estas cotizaciones sociales incluyen contribuciones obligatorias destinadas a financiar el sistema de protección social francés, como las pensiones, el seguro de salud, el seguro de desempleo y otras prestaciones sociales. Las cotizaciones patronales constituyen una parte significativa de los costes laborales en Francia y son fundamentales para el funcionamiento del sistema de seguridad social del país.
Por otro lado, en materia de IVA, la recaudación ascendió a los 176.900 millones de euros, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE, por sus siglas en francés). Esta cifra supone cerca del 37,8% de las recaudaciones fiscales totales del Estado.
Basándose en estas dos cifras, el hecho de que se suba un punto porcentual del tipo general del IVA, que supone el entorno del 90% de la recaudación total de este tributo indirecto (cerca de 160.000 millones en 2024), la recaudación se incrementaría en cerca de 8.000 millones al año, todo esto sin contar con efectos negativos en el consumo del país.
Así, con base en los resultados de recaudación del año pasado, y sin tener en cuenta las posibles coyunturas económicas como una caída del consumo o la evasión fiscal, el gobierno de Bayrou podría plantearse el recortar un 2,5% las cotizaciones sociales a las empresas.
Aunque el contexto económico y político actual le da poco margen a Macron para aplicar el 'IVA Social'. Compensar una reducción de las cotizaciones sociales mediante un aumento del IVA parece una medida que puede incrementar la competitividad del país, pero también se corre el riesgo de que los precios aumenten, lo que reduciría el consumo y, por ende, la recaudación.
Asimismo, al incrementarse el IVA, los costes de producción y distribución también se incrementan, lo que podría llevar a una presión inflacionaria al alza en toda la economía, lo que afecta tanto a la estabilidad de los precios como al poder adquisitivo de las personas, entre otras cosas. Además, corre el riesgo de castigar a las personas más vulnerables, algo que desde el gobierno se comprometieron con la ultraderecha a que no iba a pasar.
La ministra de Cuentas Públicas, Amélie de Montchalin, descartó el aumento de impuestos que afecten a los hogares de clase media, incluyendo el IVA, para no perjudicar el consumo interno.
Preguntado cómo es posible que se llegue a plantear un aumento de las cotizaciones sociales en un momento en el que Francia roza el pleno empleo -con una tasa de paro del 7,3% - la recaudación en cotizaciones sociales sea tan insuficiente.