Economía

¿Vivimos mejor que nuestros padres? El CIS del edadismo dibuja los problemas de las dos generaciones

  • La vivienda y la precariedad laboral, principales problemas de los jóvenes
  • A partir de los 65, la preocupación mira sobre todo a no poder pagar las facturas
  • El 50,4% cree que los jóvenes tienen más oportunidades que sus padres a su edad
Un padre y sus dos hijos en una terraza. Foto: iStock

Radiografía socioeconómica de la realidad de los mayores y los jóvenes en España. Un estudio del CIS sobre el edadismo publicado este viernes muestra que la percepción general para la inmensa mayoría de los encuestados es que ambos grupos afrontan una situación complicada, sobre todo la de los menores de 35, aunque, en contraste, gana la percepción de que ahora los jóvenes tienen más facilidades de las que tuvieron sus padres.

La encuesta del CIS arroja que para un 82,5%, los menores de 35 años tienen "muchos o bastantes problemas" y un 68,9% perciben esa situación para los mayores de 65 años. Sin embargo, cualquier tiempo pasado fue peor a tenor de la lectura que hace el 50,4% de los encuestados, que asegura estar "muy de acuerdo o de acuerdo" con que los jóvenes tienen ahora muchas más oportunidades de las que tuvieron sus padres a su edad, frente al 47,7% que reconoce estar en desacuerdo.

Son muchos los organismos que se han pronunciado sobre la clásica pregunta de si vivimos mejor ahora de lo que lo hicieron nuestros padres. El Banco Central Europeo (BCE) apuntó en un estudio unas conclusiones que irían a la contra de esta conclusión precisamente por la vivienda y la precariedad laboral, los dos principales problemas para los menores de 35 según la encuesta. Según el supervisor, cada nueva generación sufre más que la anterior para comprar una vivienda. Y si la vivienda es la principal inversión e impulsor del patrimonio, el resultado sale a deber ya que el total de jóvenes propietarios está de capa caída.

El mayor problema que los encuestados identificaron para los jóvenes en España fue precisamente el precio de la vivienda, que el 10,9% situó como el principal escollo, seguido de la precariedad laboral (10,7%) y las dificultades para independizarse (10%). Para los mayores, el listado es distinto: el 25,1% de los encuestados afirma que su principal problema es la insuficiencia económica para gastos cotidianos como luz, calefacción o comida (la pensión media de jubilación está en torno a los 1.500 euros al mes), para un 18,1%, los insuficientes recursos públicos para sus necesidades (residencias, centros de día, ayuda a domicilio, etc.) y para un 14,3%, la soledad y falta de contactos sociales.

Garantizarles empleo y sueldo de calidad sería la medida prioritaria para mejorar la vida de los jóvenes, seguida de una ayuda para asegurar alquileres asequibles y de la mejora de las ayudas y recursos para formar una familia. Para los problemas de la tercera edad, se identifica como máxima prioridad la mejora de la atención que las empresas privadas y las administraciones públicas ofrecen a las personas mayores (casi la mitad de los mayores reconoce no saber hacer los trámites que les exigen por internet), fomentar la existencia de lugares de ocio y convivencia para las personas mayores y políticas para reducir la brecha digital entre las personas mayores y el resto de la sociedad.

Hay otras comparaciones con tiempos pasados más allá del aspecto económico en las que la mayoría de los encuestados piensan que antaño se afrontaban mejor. En comparación con otras generaciones, el 58,6% de los encuestados mayores de 65 años cree que hoy en día los hijos atienden peor a sus mayores, y solo un 9,1% afirma que ahora la atención es mejor que antes.

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