
Los principales sindicatos vascos se han unido en torno al objetivo común de negociar un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) propio para Euskadi, todo un hito teniendo en cuenta que no se daba un acuerdo desde 2017 cuando pidieron la prevalencia de los convenios autonómicos. Así, CCOO, ELA, LAB y UGT han planteado a Confebask el 6 de febrero para la constitución de una mesa de negociación en la que tratar de llegar a un acuerdo interprofesional que establezca un salario mínimo de convenio. La organización empresarial vasca ha aceptado la fecha propuesta. Sin acuerdo sobre la cifra para el SMI, algunos sindicatos señalan a 1.600 euros mensuales. El Ejecutivo vasco elaborará un informe objetivo, para fijar un intervalo abierto que recoja todos los intereses.
Los citados sindicatos presentaron sus solicitudes por separado en el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) vasco. No comparten la cifra, que ronda los 1.600 euros, pero sí la idea de acordar un salario mínimo propio y trasladarlo al convenio.
El Gobierno vasco cree que la vía de la mesa negociadora en el CRL es "la correcta". El vicelehendakari segundo y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, aseguró que el Ejecutivo está comprometido desde la resolución aprobada por el Parlamento vasco.
Torres explicó que en los presupuestos del año 2025 se establecieron dos líneas de trabajo: la realización de un estudio socioeconómico para plantear en base a datos objetivos económicos un intervalo o una cifra sobre un salario mínimo de convenio que ofrecer a esa mesa de negociación, y el apoyo técnico a esa mesa para todos los estudios complementarios.
En cuanto al estudio socioeconómico, dijo que están en el proceso de contratación pública para poder disponer de él antes del verano. Aunque las reuniones empiecen el 6 de febrero, el proceso de negociación se prolongará durante meses.
El consejero de Economía, Trabajo y Empleo apuntó que él siempre ha hablado de aportar "un intervalo" y no cifras. Según precisó, las cifras que se han barajado "no están basadas en nada y lo que hay que hacer es basarlas en datos objetivos de la realidad socioeconómica vasca". Sobre los intervalos, indicó que "cuanto más abierto lo dejemos en unos intervalos en los que todo el mundo esté cómodo, será más fácil la negociación".
El salario medio más alto
Torres reconoció que los convenios sectoriales y de negociación colectiva de Euskadi cuentan con el salario medio más alto de toda España, por lo que "estamos muy cerca seguramente de las cifras que se proponen". Sin embargo, un salario mínimo de negociación colectiva "daría una seguridad jurídica sobre todo a los salarios mínimos".
Para ELA, "el SMI de España no sirve para sacar de la pobreza a muchas personas que trabajan en Euskadi". Según los últimos datos del INE, el PIB per cápita vasco es de 39.547 euros y la media del Estado está en 30.968 euros. A su vez, el salario medio del País Vasco es de 32.313,73 euros y el del Estado, de 26.948,87 euros.
El SMI es de 15.876 euros y para poder vivir en Euskadi se precisan 19.848 euros como mínimo
El sindicato mayoritario en Euskadi recuerda que "el propio Gobierno vasco admitió en un informe sobre la pobreza publicado en 2022 que, para poder vivir satisfactoriamente en Euskadi, son necesarios unos ingresos anuales de 19.848 euros. Dos años más tarde, en 2024, el SMI ha sido de 15.876 euros y, en el mejor escenario, subirá hasta los 16.576 euros en 2025", señaló el sindicato ELA.
La vía de la Iniciativa Legislativa Popular
En caso de no prosperar la vía de la negociación sobre el salario mínimo propio para Euskadi, el sindicato ELA reclamará al Gobierno vasco que apoye la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), aprobada en el Parlamento autonómico.
El vicelehendakari Mikel Torres cree que existe "un camino mucho más sencillo. Si trabajamos todos de forma seria y conjuntamente, como siempre hemos trabajado aquí, puede haber algo satisfactorio y en eso nos vamos a comprometer", insistió.
Reiteró que al Gobierno vasco le corresponde "el papel institucional de impulsar y, sobre todo, intentar juntar a los actores y aportar todo lo que pueda para que pueda llegar a un buen efecto". "Cumplimos la resolución del Parlamento Vasco y el objetivo es sentar a todos a la mesa e intentar que no se levante nadie, para llegar todos juntos hasta el final o, por lo menos, el mayor número de agentes".
Los sindicatos vascos vuelven a sumar fuerzas por un objetivo común ocho años después
El camino alternativo que han planteado los sindicatos ELA y LAB, el de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) "es constitucional y nosotros lo respetamos, pero es un camino mucho más complicado, más difícil, que requiere unos acuerdos parlamentarios en Madrid y supondría un cambio a nivel de todo el Estado", explicó el consejero.
Recordó Torres que estas Iniciativas Legislativas tienen un trámite de recogida de firmas, llevarlas al Parlamento Vasco y después remitirlas al Congreso, donde "se tienen que dar los juegos políticos para que pueda haber un acuerdo o no". "A nadie se le escapan los problemas que se tiene a la hora de llegar a acuerdos en Madrid", apuntó.
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