Economía

La mala calidad del empleo condena a 1,3 millones de españoles a trabajos de media jornada

Foto: iStock

En España hay 2,79 millones de ocupados trabajando a tiempo parcial. De ellos, 1,31 millones, un 46,9%, lo hacen obligados porque no encuentran un puesto de 8 horas por cinco días a la semana. Suponen el 6% del total de ocupados y representan la peor cara de la lacra del subempleo, que nuestro país lidera en la Unión Europea.

Así lo revela un cotejo de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Encuesta de Fuerza Laboral (Labour Force Survey o LFS) de Eurostat. Ambas muestran que es la falta de mejores oportunidades, por encima de cuestiones como la conciliación o la salud, la principal razón por la que los españoles aceptan una jornada reducida. Así que no se puede hablar, desde luego, de una 'elección' profesional.

La cifra de subempleados a tiempo parcial supera en un 1,3% la registrada un año antes, aunque a largo plazo sí se aprecia que la mejoría del empleo ha tenido un efecto positivo en esta variable desde la Gran Recesión. Aunque no se ha recuperado tanto como lo han hecho otras métricas, como el paro. Ni se ha visto beneficiada por la mayor calidad del empleo desde la reforma laboral (medida eso sí en términos de temporalidad).

A pesar del repunte del último año, el nivel de ocupados 'forzosos' a a media jornada se mantiene en los niveles más bajos desde 2011, cuando España llevaba ya varios años inmersa en la crisis financiera. Por su parte, el 46,9% de porcentaje sobre el empleo a tiempo parcial es el dato más bajo desde 2009. Su máximo lo notó en 2014, cuando llegó al 63%.

Una brecha de precariedad con Europa

En cualquier caso, esta evolución positiva a nivel nacional no corrige el diferencial con las Unión Europea. Las cifras que publica Bruselas son algo menores que las del INE y rebajan la cifra de subempleados a tiempo parcial a 1,14 millones, lo que reduce al 39,5% el porcentaje de ocupados a media jornada que quiere aumentar su horario, pero no encuentran una oportunidad para ello. Calculado sobre el total el porcentaje baja del 6% que estima el INE al 5,2%.

En el contexto europeo, la relación es sorprendentemente alta porque España no es el país con mayor tasa de empleo a tiempo parcial. De hecho, supone el 13,3% (6,8% para los hombres y un 21,2% para las mujeres), por debajo de la media de los Veintisiete, que se eleva al 18,6% (un 9,5% para los hombres y un 29,2% para las mujeres). Pero en ningún otro país se llega al extremo de que cuatro de cada diez empleados a tiempo parcial lo sean por falta de oportunidades.

Este desproporcionado peso explica que el porcentaje de subempleo sobre el total de ocupados, del 5,2%, sea el segundo más alto de la Unión Europea, después de Finlandia, que se queda en el 5,3% con una tasa de empleo a tiempo parcial del 19%. Esto se traduce en solo un 27,7% de los trabajadores a tiempo parcial fineses lo son de manera forzosa, 12 puntos menos que España.

Aunque el caso más llamativo es el de Países Bajos. Con una tasa de parcialidad del 42,7%, la más alta de la UE, apenas un 12,7% de estos trabajadores son subempleados. Por su parte, Alemania, que registra un 30,7% apenas anota un 3,6%. Son dos ejemplos de países en los que figuras como la FP Dual entre los jóvenes y los minijobs, pensados para los seniors, han convertido el empleo en tiempo parcial en una figura voluntaria, que sirve para integrar a colectivos que en otros países no formarían parte ni de la población activa.

Subempleo 'made in Spain'

La elevada precariedad del empleo a tiempo parcial en España se da con independencia de las características de los trabajadores con las que se asocia con mayor frecuencia estos puestos, como la edad o el género. Así, aunque el porcentaje de mujeres que trabajan con jornada reducida triplica al de los hombres, el peso de las que lo hacen por no encontrar un empleo a jornada íntegra es similar: un 46% para ellas y un 49% para los varones, según los datos del INE.

En la práctica, esto desmonta el argumento de que las mujeres eligen la jornada parcial principalmente para cuidar de hijos o dependientes. El hecho es que las dificultades para lograr un puesto mejor también es el factor principal. Por lo tanto, cabe concluir su mayor tasa de parcialidad responde a sus circunstancias profesionales antes que personales o familiares.

Los ocupados a media jornada no son los únicos que sufren el subempleo, pero sí en los que pone el foco Eurostat. El INE por su parte, define subempleo como el conjunto de ocupados que desea trabajar más horas, que está disponible para hacerlo y cuyas horas efectivas de trabajo en la semana de referencia "son inferiores a las horas semanales que habitualmente trabajan los ocupados a tiempo completo en su rama de actividad".

Así, el organismo español eleva la cifra a 1,6 millones de subempleados, el 7,5% del total de ocupados. Más allá de las diferencias entre las definiciones de 'subempleo' estricto, la última EPA estima que hay 2,05 millones de ocupados que quieren trabajar más horas, un 9,4%.

Son datos devastadores, pero que pasan desapercibidos en un momento en el que el debate sobre el tiempo de trabajo se centra en la productividad medida como tiempo de trabajo y el impacto que tiene sobre ella el absentismo y medidas como la reducción de jornada. Cuando quizá un problema mucho más acuciante es la falta de capacidad de la economía española para crear empleos a tiempo completo.

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