
El presidente electo de los Estados Unidos está en pleno proceso de conformación de su gabinete, que se espera que esté rematado antes de que tome posesión el próximo 20 de enero de 2025. Alo largo de esta semana se han ido sucediendo los nombres, hasta un total de 17 cargos a cierre de esta edición, y el 80% son perfiles con experiencia en la gestión privada y los negocios, mientras que cerca del 20% (un total de cuatro) centran su trayectoria en gestión pública.
En este recuento no entraría Elon Musk, nombrado jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés y en referencia al mundo de las criptomonedas), ya que es una entidad creada ad hoc que operará "desde fuera del Gobierno y se asociará con la Casa Blanca y la Oficina de Gestión y Presupuesto", aseguró el propio Musk tras su nombramiento.
Especialmente para su gabinete económico, Donald Trump quiere trasladar el método de Wall Street a la política, es decir, basar su gestión económica como si estuviese haciendo sus negocios particulares. Es por eso que para esta rama ejecutiva, el magnate ha introducido perfiles del mundo de las finanzas, la inversión y la empresa privada. Un tipo de trayectoria que también se espera que tenga el secretario del Tesoro (el equivalente al Ministerio de Finanzas y Economía del resto de países).
El nombramiento más reciente fue el Secretario de Comercio, Howard Lutnick. Aunque sonaba para el Tesoro, este experto en inversiones es director ejecutivo y presidente de Cantor Fitzgerald y copreside el equipo de transición de Trump.
Así, Lutnick va a ser el encargado de ejecutar los planes de guerra comercial con China de Donald Trump y aplicar los aranceles al resto de países, entre los que están los de la Unión Europea.
Por su parte, la Secretaría de Energía recae en manos del director de la empresa de facturación hidráulica (comúnmente conocido como fracking) Liberty Energy y suele ser calificado como un negacionista del cambio climático. También dirige una fundación para promover la expansión de la producción de combustibles fósiles como solución a los problemas del mundo, intentando desmentir las teorías sobre la "crisis climática". Wright también formará parte del recién creado Consejo Nacional de Energía de Trump.
Entre los escasos perfiles funcionariales, se encuentra la fiscal general Pam Bondi, exfiscal general de Florida. Bondi no era, para nada, la primera opción de Trump. El republicano eligió a Matt Gaetz, un abogado nacido en Hollywood y miembro de la Cámara de Representantes del estado de Florida, hasta que fue elegido diputado republicano en 2017. Gaetz renunció a su puesto, antes de que la Administración Trump echase a andar, asegurando que su nombramiento se había convertido "injustamente" en una distracción. Gaetz estaba en el punto de mira del Comité de Ética del Congreso ya que aseguraban que tenían registros de que había mantenido relaciones sexuales con una menor de edad.
El segundo nombramiento de este tipo radica en en el secretario del Interior, Doug Burgum. Es gobernador de Dakota del Norte y un defensor de expandir la producción de combustibles fósiles. Asimismo, Trump le diseñó el puesto de "zar de la energía". Este nuevo apellido tendrá que llevar a cabo planes para derogar normas climáticas, eliminar los subsidios a las energías renovables e impulsar la producción de petróleo a lo largo del país.
Kristi L. Noem es el tercer nombre del grupo de gestores más tradicional. Gobernadora del estado de Dakota del Sur desde 2019, fue una partidaria activa de la campaña de Trump en 2024 y ahora se erige como Secretaria de Seguridad Nacional. Es el perfil con menos experiencia en comparación con sus antecesores en el cargo.
Finalmente, para director de la CIA eligió a John Ratcliffe, excongresista de Texas y fiscal federal. Esta es una repesca de Trump, ya que desempeñó este mismo cargo entre los años 2020 y 2021, bajo el primer mandato del republicano.
Una figura crucial
Al cierre de esta edición, el presidente electo todavía no había nombrado a su secretario del Tesoro. La elección de este puesto está siendo muy difícil, ya que suenan muchos nombres e incluso los medios locales hablan de "luchas internas" por llegar a ostentar esta relevante posición en la Administración Trump. No obstante, todo indica que, para una responsabilidad tan importante, Trump volverá a inclinarse por una persona con pedigrí de Wall Street.
Entre los candidatos está el exbanquero de inversiones y exfuncionario de la Reserva Federal, Kevin Warsh. Asimismo, también podría ser elegido para el cargo el administrador de fondos de conbertura Scott Bessent, al que también se ve como posible candidato a dirigir el Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca.
Otro nombre que también retumba entre las paredes del Capitolio es el de Marc Rowan, CEO del fondo Apollo Global Management. En el Financial Times aseguran que Rowan "subió de puestos" cuando Trump eligió a Lutnick como Secretario de Comercio.
Finalmente, sólo hay un perfil puramente político entre las listas de candidatos. El senador de Tennessee, Bill Haggerti también saltó a la palestra como posible candidato a dirigir el Departamento del Tesoro en esta nueve legislatura.
La nueva persona que ostente este cargo será la encargada de convencer al mercado que el plan fiscal del magnate, basado en la ampliación del recorte de los impuestos, la aplicación de aranceles y las deportaciones masivas, será algo bueno para el país. Asimismo, también le encomendará la tarea de reducir la deuda mientras hace ese recorte de tasas.
La deuda nacional "se acerca a niveles récord", apuntan desde el Comité para un Prespuesto Responsable (CRFB, por sus siglas en inglés. Una entidad apolítica que se dedica a analizar el maremagnum fiscal que son los los Estados Unidos.
Desde el think tank reiteran que los legisladores "tendrán que considerar la manera de recortar el gasto de manera sustancial, a medida que aumentan los ingresos para poner la deuda nacional en una senda más sostenible".
Estados Unidos tenía en enero una deuda que superaba los 35,7 billones de dólares, según los datos publicados por el Departamento del Tesoro. Esto supone el 124% del PIB total del país y lo convierte en la nación más endeudada del mundo, junto con China. Algo que hay que atajar.
Según el monitor fiscal del Fondo Monetario Internacional, la deuda de Estados Unidos cerrará este año en el 121% del PIB y seguirá expandiéndose hasta acabar 2029 en el 131,7%. En cuanto al déficit, cerró 2023 en el 7,1% del PIB y las previsiones de la institución multilateral apuntan a que en este ejercicio crecerá hasta el 7,6%, para corregirse levemente hasta el 6% en el año 2029.
En ese sentido, la persona que ostente el cargo que trabajar de nuevo en acomodar el techo de deuda. En abril del año pasado, el Senado (de mayoría demócrata) consiguió aprobar un acuerdo para suspender el techo de deuda hasta 2025, año en el que entra Donald Trump al Despacho Oval.
Las negociaciones para volver a revisar ese techo tendrán que sucederse pero, al contar con mayoría republicana en el Senado, le será mucho más fácil volver a renegociar ese techo de deuda.
El Secretario del Tesoro deberá informar al Congreso de que el país ha tocado techo y presentar las medidas extraordinarias que implementará para evitar ese posible impago de las obligaciones. Es posible que Janet Yellen presente esas medidas iniciales, ya que el plazo remata el 2 de enero y no se espera la toma de posesión de Donald Trump hasta el 20 de ese mes.
Pero, tras el traspaso de poderes, tendrá que ser el secretario entrante quien siga con las medidas, haciendo una supervisión de la capacidad de pago de las cuentas y tendrá que mantener informado a los legisladores.
Al mismo tiempo que el secretario de Tesoro trabaja en reducir la deuda, tendrá que abordar la disposiciones que van a expirar de la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017.
Esta figura será quien coordine el complicado trabajo. Unas extensiones de mandato que los expertos esperan que cueste a las arcas públicas entre 4 y 4,5 billones de dólares.
El abanico de recortes de impuestos temporales de esta ley redujo muchos componentes de los impuestos sobre la Renta, incluida la tasa máxima del 39,6% al 37% el tramo máximo de este tributo.
Los economistas de Tax Foundation explican que "algunas de las propuestas fiscales de Trump están bien diseñadas y serían formas eficientes de promover el crecimiento económico a largo plazo, como la contabilización permanente de gastos en maquinaria, equipos e investigación y desarrollo".
En cambio, advierten que otras de las propuestas están "mal diseñadas" y lo que van a hacer es "empeorar" la estructura del código tributario, "solo crearían un impacto moderado en el crecimiento económico de largo plazo, como las exenciones para las propinas y los ingresos de la Seguridad Social".
En este sentido, en el CRFB calcularon que su plan fiscal subiría la deuda del país en 7,75 billones de dólares.
Perfiles televisivos
El resto de perfiles que ya se conocen en el gabinete del magnate vienen del mundo de la televisión o el espectáculo. Entre ellos destaca Linda McMahon, una importante donante del Partido Republicano y ejecutiva retirada de la World Westling Entertaiment (WWE), una empresa de medios y entretenimiento encargada de organizar combates de lucha libre totalmente guionizados y retransmitir el espectáculo por televisión.
Del mundo de la televisión también procede el Secretario de Defensa. Peter Hegseth es un veterano de guerra y presentador de Fox News. Un puesto que nadie se esperaba que fuese a recaer sobre sus hombros y le espera una dura audiencia frente al Senado para ratificar su nombramiento. Sirvió como soldado de Infantería en las guerras de Irak y Afganistán como miembro de la Guardia Nacional de Minnesota.
Su compañero de Fox Business, Sean P. Duffy, se encargará de la Secretaría de Transportes. Además de congresista, fue una de las primeras estrellas de telerrealidad en la década de 1990 apareciendo en un programa de la famosa cadena de entretenimiento MTV. Fue fiscal de distrito del condado de Ashland, Wisconsin, antes de ser elegido para el Congreso como parte de la ola republicana en 2010.
Este perfil resulta muy relevante ya que será el responsable de la seguridad de los vehículos y también de los lanzamientos espaciales, los dos negocios clave de Elon Musk, servirá de puente en las relaciones de las empresas del multimillonario con el Gobierno.
El puesto de vicepresidente era más que sabido antes de que se conociesen los resultados electorales. J.D. Vance, senador de Ohio de 40 años, será el vicepresidente más joven de la historia de los Estados Unidos y fue la mano derecha de Trump durante toda la campaña, a pesar de haber sido crítico con él en el pasado.
Todavía faltan muchos nombres pero, una vez esté la lista conformada, Trump deberá presentarle la lista al Senado para que aprueben algunos cargos.
Al contar con mayoría republicana en la Cámara Alta, es poco probable que rechacen a cualquiera de los candidatos de la lista que les pasará el presidente electo en las próximas semanas.