
La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, exprimirá los minutos que restan para la celebración -hoy a las 17 horas- de la Comisión de Hacienda, para cerrar un acuerdo de mínimos que permita aprobar los cimientos de la reforma fiscal, que la Comisión Europea reclama como hito para el envío de 11.000 millones procedentes de los 'Next Generation': 7.600 millones en transferencias directas del quinto tramo, 4.000 millones del sexto.
España ya va con retraso. El Gobierno debió haber aprobado el paquete tributario durante el primer semestre del año; sin embargo, Moncloa -que trató de dar por cumplida la norma- no reaccionó hasta el envío del plan fiscal estructural, en el que se compromete a impulsar un texto capaz de aportar tres décimas al PIB, unos 4.500 millones de euros. Es por ello, por lo que el PSOE eligió una ley en trámite, para incluir -a través de una lluvia de enmiendas- su reforma laboral. Sin embargo, esto podría generar un problema añadido. Si Hacienda no consigue -finalmente- el apoyo de los grupos parlamentarios, el texto base -que responde la trasposición europea sobre el impuesto mínimo del 15% para las multinacionales- podría decaer. Llegado el caso, Moncloa no solo arriesgaría la recepción de la financiación comunitaria, sino que se expone a sanciones por parte de la Comisión Europea.
De momento, Montero ya se ha visto obligada a posponer dos veces la votación de la reforma fiscal. Al menos, el texto que ha terminado saliendo de las negociaciones que el PSOE mantiene abiertas con -al menos- a cuatro bandas. La titular de Hacienda ha tenido que renunciar a mucho para acercase a un pacto que le permita avanza en la reforma fiscal. Para empezar, el Gobierno se ha visto obligado a desechar la permanencia del impuesto a las energéticas, pese a haberlo anunciado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el que aprobó el envío del plan fiscal estructural a Bruselas.
También ha tenido que 'suavizar' más de la cuenta el tributo proyectado para la banca, que recoge el borrador que defenderá esta tarde, forzado por PNV y Junts. Detrás, se esconde la presión que BBVA y CaixaBank han ejercido sobre nacionalistas vascos e independentistas catalanes con la intención de modificar el texto.
Al otro lado, las izquierdas piden explicaciones al cambio de paso socialista. Sumar logró arrancar al PSOE varias de las medidas tributarias que Montero se negó a asumir desde un primer momento. Es ahí donde se encuentran las supresiones de las exenciones fiscales a las socimis y a los seguros sanitarios privados, algo que a su vez rechazan PNV y Junts. El acuerdo fiscal firmado con los de Yolanda Díaz, no obstante, recoge otras medidas fiscales de forma muy vaga. No establece los criterios del impuesto a la banca, y no detalla la presión fiscal propuesta para los bienes de lujo, como yates, jets o coches de lujo. Otras de las medidas si cuentan con más precisión, como el alza de "dos puntos" del tipo máximo del IRPF a las rentas de capital para rendimientos superiores a 300.000 euros. Una propuesta que si tiene más posibilidades de contar con el apoyo del resto de grupos del bloque de investidura.
El planteamiento del PSOE incluye además el compromiso de impulsar en la UE la modificación de la Directiva del IVA, con el objeto de gravar este impuesto a las plataformas de arrendamientos de vivienda turística, como Airbnb, en zonas donde la abundancia de estos alojamientos dificulta el acceso a una vivienda o en zonas saturadas. Es el llamado paquete ViDA (VAT in the Digital Age), que el Gobierno considera "una prioridad". También la reforma técnica del Impuesto de Sociedades, que corrige la nulidad que el Constitucional decretó sobre la modificación acometida por el exministro Cristóbal Montoro, y la modificación de la Directiva del IVA, con el objeto de gravar este impuesto a las plataformas de arrendamientos de vivienda turística.
Además, el futuro de las enmiendas que componen la reforma fiscal, están vinculadas a las posibilidades del Gobierno de impulsar unos Presupuestos. El pasado viernes, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, reveló ante inversores británicos que alcanzar un acuerdo sobre el paquete fiscal, "abriría la puerta" a un pacto en materia presupuestaria. "Estamos, ahora de manera muy intensa, concentrando las negociaciones para tenerlo cuanto antes, en cuanto sea posible. Y ahí no estamos escatimando ningún esfuerzo por parte del Gobierno para ser capaces de llegar a este acuerdo", dijo.