Economía

Cómo se lee una nómina y por qué los empleados y las empresas manejan distintos importes

  • El coste laboral no solo abarca los salarios sino otras cuestiones
  • Las aportaciones a la Seguridad Social son la clave de la diferencia
  • Las empresas asumen unos costes por empleado y los trabajadores otros 
Foto: iStock

Es un tema recurrente. Saber interpretar una nómina no es fácil y, por eso, cada cierto tiempo vuelven las dudas -y la indignación- por la diferencia entre el salario bruto y el neto que recibe el trabajador en la cuenta bancaria y por la diferencia entre lo que paga la empresa por cada uno de sus empleados y lo que perciben estos. Aunque comparten un contexto común -la relación laboral- son dos mundos distintos.

Lo que paga el empleador

¿Por qué si una empresa paga por un trabajador 7.500 euros, el líquido a percibir por el empleado apenas supera los 3.000? Es el ejemplo de un tuit que se ha hecho viral y que ha generado una oleada de indignación, pero todo tiene su explicación.

Por un lado están el coste laboral, que es lo que paga una empresa por empleado. El importe total no se refiere exclusivamente a los salarios. Si bien estos suponen el porcentaje más importante de esos costes (70%), tras ese monto hay otros conceptos, el más importante, las cotizaciones a la Seguridad Social que tiene que abonar el empleador para posibles incapacidades por enfermedad común (las famosas contingencias comunes), la jubilación (MEI), las bajas como las de paternidad o maternidad o los accidentes laborales.

El coste laboral también implica un desembolso por parte de la empresa por desempleo, cobertura para el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) ante el despido en caso de quiebra o formación profesional.

Lo que percibe el empleado

Por otro lado está el salario bruto (el componente llamado 'coste salarial' dentro del coste laboral de la empresa). De este bruto hay que descontar las retenciones del pago por adelantado del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que luego se regula con la declaración de la Renta (a pagar o a devolver) y la cotización a la Seguridad Social que corresponde asumir al empleado.

Aquí, como en el caso de la empresa, el trabajador aporta un porcentaje del salario bruto para contingencias comunes, desempleo y formación profesional que explica que el importe del salario neto sea menor.

Hace unos meses el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, hizo una declaraciones en las que proponía que los trabajadores empezaran a recibir en la nómina mensual completa y fueran ellos quienes después ingresaran ante la Seguridad Social sus cotizaciones: "Es la forma en la que se vería realmente cuánto es el coste real de los salarios en España [...] Puede ser casi el doble de lo que realmente a alguien le llega al bolsillo", dijo durante el IV Encuentro del Comercio de CEOE.

Ejemplo práctico

Desde Factorial simulan un caso para explicar la diferencia entre entre lo que paga la empresa (coste laboral) y lo que recibe el trabajador (salario neto):

Un empleado informático con contrato indefinido (las cargas varían en función del tipo de contrato) cobra 1.400 euros brutos al mes pero lo que paga la empresa al mes por ese trabajador asciende a 1.867,6 porque al coste salarial hay que sumarle el 23,60% contingencias comunes (el 23,60% de 1.400 euros es 330,4 euros), el 5,5% del tipo general de desempleo para contrato indefinido (77 euros), el 3,5% de contingencias profesionales, que varía en función de la actividad profesional (49 euros), el 0,20% de FOGASA (2,8 euros) y el 0,60% para formación profesional (8,4 euros)

Lo que perciba el trabajador en su cuenta dependerá, por su parte de su aportación a la Seguridad Social y de la retención del IRPF.

Por tanto, ambas cantidades no pueden coincidir y tienen su explicación, principalmente, en la aportación social que debe abonar tanto empresa como empleado.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky