
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Yanet Yellen, aseguró este martes, en la apertura de la reunión del G-7 en la localidad italiana de Stresa, que es "fundamental" que EEUU y la Unión Europea creen un frente "unido y claro" contra la sobrecapaciadad industrial de China.
Antes de reunirse con los ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G-7, la secretaria del Tesoro recalcó que desde la administración Biden están "muy preocupados" por las políticas industriales centradas en las exportaciones que están llevando a cabo desde Pekín. "No es una cuestión bilateral entre Estados Unidos y China", recalcó. "El exceso de capacidad amenaza la viabilidad de las empresas de todo el mundo, incluso de los mercados emergentes", dijo.
Estas afirmaciones se producen siete días después de que la administración Biden anunciase potentes aranceles a ciertos productos chinos tales como semiconductores, baterías, paneles solares y minerales críticos. Además, aumentó las tasas de importación del acero, aluminio y vehículos eléctricos. Así, los automóviles de fabricación china pasan de tener una tarifa del 25% al 100%. Este paquete de medidas tiene un valor de 18.000 millones de dólares (16.667 millones de euros).
El Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó duramente esta medida. El organismo internacional reiteró que estas tensiones comerciales "corren el riesgo de perjudicar el crecimiento". De hecho, la propia Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, aseguró que "todas las miradas están puestas en EEUU", ya no solo por sus políticas restrictivas a nivel comercial contra China, sino por sus crecientes niveles de deuda y también por el impacto de la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal, "que ha afectado a las divisas mundiales frente al dólar", aseguró.
La jefa del Tesoro reiteró que estos impuestos servirán para "proteger" al desarrollo y el empleo de sectores críticos de la economía estadounidense y "harán más seguras las cadenas de suministro". Al mismo tiempo, avanzó que van a desembocar en precios más bajos para los productos que fabrican.
A pesar de que la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, advirtió de los peligros que trae la sobrecapacidad industrial china y su débil economía interna para el mercado europeo, rechazó aplicar las mismas medidas que impuso Estados Unidos a los productos chinos. Este martes, la líder europea reiteró que el mercado comunitario no va a imponer "aranceles generalizados" a los productos chinos. Aunque sí que anunció que si la investigación que está llevando a cabo Bruselas sobre si los subsidios chinos a la fabricación de vehículos eléctricos perjudican a las firmas europeas, impondrán aranceles a estos productos.
Bruselas abrió hace ocho meses una investigación "de acuerdo con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)" para intentar determinar si los subsidios estatales que Pekín traslada a la fabricación de vehículos eléctricos le dan una ventaja injusta sobre sus competidores europeos.
Por su parte, China rechazó la mayoría de las críticas sobre su exceso de capacidad industrial. En conversaciones de este periódico con el embajador de China en España, Yao Jing, éste aseguró que la industria del automóvil china está subsidiada "igual que la europea". Sobre las acusaciones sobre competencia desleal, el diplomático reiteró que "dejemos que el mercado actúe". Por su parte, la respuesta oficial de Pekín ante los aranceles estadounidenses y los posibles europeos, sentenciaron que podría imponer aranceles de hasta un 25% a los automóviles de la UE y prometieron "represalias" hacia las medidas estadounidenses.
Desacuerdo en el impuesto a los multimillonarios
El G-7 aborda esta reunión con un importante desacuerdo sobre una tasa global a las personas más ricas del mundo. El pasado lunes, Janet Yellen aseguró al periódico estadounidense Wall Street Journal que Estados Unidos no va a apoyar el impuesto sobre el patrimonio antes de la reunión de este miércoles en Italia.
Yellen aseguró al diario que está a favor de los impuestos progresivos, pero reiteró que la idea de establecer un acuerdo global común para gravar las grandes fortunas "ya redistribuidas de alguna manera" es algo que "no podemos firmar", dijo.
Francia sigue presionando para que los gobiernos negocien las reglas. Esto parece ser un reto personal para su ministro de Economía y Finanzas galo, Bruno Le Maire. El dirigente francés lleva luchando, desde que fue nombrado hace siete años para esta cartera, por un tributo a las grandes empresas tecnológicas y otro impuesto mínimo a las corporaciones. "Estoy planeando luchar con la misma determinación por un impuesto mínimo sobre las mayores fortunas del mundo", dijo antes de la reunión del G-7.
En cambio, Estados Unidos, que tiene el mayor número de personas multimillonarias en su territorio, no está de acuerdo en que los países se compartan información sobre sus multimillonarios y Alemania tiene alguna reserva al respecto de esto.
Críticas a Israel por retener ingresos palestinos
En su intervención, la jefa del Tesoro estadounidense también lanzó una crítica hacia la decisión de Israel de retener los ingresos recaudados en nombre de la Autoridad Palestina y advirtió que no separara a los prestamistas palestinos de sus bancos correspondientes israelíes. "Amenaza a la estabilidad económica de Cisjordania", dijo.
Los bancos son "críticos para procesar las transacciones que permiten casi 8.000 millones de dólares al año en importaciones desde Israel, incluyendo electricidad, agua, combustible y alimentos, además de facilitar 2.000 millones de dólares al año en exportaciones de las que depende el sustento palestino", dijo.
Las economías de Gaza y Cisjordania necesitan a los bancos israelíes para realizar sus transacciones comerciales y el Bank Hapoalim BM y el Israel Discount Bank, actúan como entidades corresponsales para este fin, así lo determina el acuerdo de Oslo. Israel está obligado a habilitar este conducto financiero.
En cambio, el ministro de Finanzas Israelí, Bezalel Smotrich, pidió al primer ministro, Benjamín Netanyahu, que imponga "duras medidas" contra la Autoridad Palestina que gobierna en Cisjordania, entre las que está la retención de los ingresos.