Economía

EEUU lanza una gran ofensiva arancelaria contra China: coche eléctrico, baterías, chips, minerales...

  • Las tasas al coche eléctrico pasan del 25% al 100%
  • Los gravámenes serán escalonados, algunos este mismo 2024 y otros desde 2026

EEUU inicia una potente ofensiva comercial contra China. Biden ha anunciado este martes una ronda de aranceles contra el gigante asiático para proteger a diferentes sectores de su país de las "prácticas desleales" de la competencia china. Así lo ha anunciado la propia Casa Blanca en un comunicado. Estas nuevas tarifas se aplicarán a diversas importaciones, desde semiconductores, baterías, células solares y minerales críticos, pero los nuevos cargos golpearán especialmente al coche eléctrico.

Las nuevas tasas de aranceles a los automóviles eléctricos de fabricación china pasarán de tener una tarifa del 25% al 100%. En su conjunto, todo el paquete de aranceles tendrá un valor total de unos 18.000 millones de dólares (16.667 millones de euros). Respecto a la industria automotriz, la Administración Biden asegura que quiere proteger su industria ante la llegada masiva de modelos baratos por parte de su rival y, de la mano de unos fuertes subsidios federales, garantizar que sus empresas puedan emprender de forma ordenada una correcta transición hacia el vehículo eléctrico.

Estos nuevos gravámenes no se darán todos al mismo tiempo y, de hecho, serán escalonados, entrando en vigor entre 2024 y 2026. Los más agresivos serán los coches eléctricos con aranceles cuadruplicados. Sin embargo, la tasa sobre los semiconductores se duplicará en 2025, pasando del 25% al 50%. El motivo que argumenta la Administración Biden es que se trata de una pieza central el futuro de la industria global, por lo que hay que impulsar la producción estadounidense.

Respecto a los minerales críticos se impondrá un nuevo arancel del 25%. Habrá otro igual para el grafito y los imanes, pero no se aplicará hasta 2026. Por su parte los gravámenes sobre baterías de iones de litio, un componente clave para los coches eléctricos, aumentarán este mismo año del 7,5% al 25%. El resto de baterías que no se utilizan para esta industria tendrán el mismo movimiento en 2026. Por su parte, los aranceles a las células solares, claves para la industria fotovoltaica, pasarán este 2024 al 50% desde el 25% actual.

Estas medias representan la mayor ofensiva arancelaria de EEUU desde que el expresidente y actual candidato republicano, Donald Trump, emprendiese su 'guerra comercial' que arrancó en 2018, con los primeros aranceles al acero. Tras un acuerdo de 'fase uno' que parecía el inicio de la distensión, los nuevos pasos nunca se han concretado y las medidas impuestas por Trump siguen vigentes. Sin contar con las nuevas medidas, estas suponían cerca de 300.000 millones de dólares. Por lo tanto, esta nueva ronda de tarifas supone redoblar ese conflicto soterrado entre las dos potencias mundiales.

De hecho, estas medidas se anuncian ahora, precisamente, por una revisión obligatoria que tocaba a su fin de los aranceles de anterior Ejecutivo. Durante el último año y medio Biden había prolongado esta revisión y muchos analistas creían que su idea era desplazarlas a 2025, una vez hubieran pasado las elecciones de EEUU. Ambos candidatos coinciden en la necesidad de intensificar las restricciones al comercio con China pero Trump propone un arancel fijo del 60% frente a un Biden que prefiere elevar los gravámenes en sectores estratégicos.

Volviendo a las medidas actuales, Lael Brainard, asesora económica de la Casa Blanca, explicaba que esta medida "garantizará los puestos de trabajo impulsados por el Gobierno, impidiendo que se vean socavados por una avalancha de exportaciones artificialmente baratas". En el escrito Brainard sentencia que China está "inundando los mercados globales recurriendo a prácticas desleales".

Respuesta de China

Ahora queda por ver la respuesta de China, una posibilidad que llevan tiempo calibrando desde la Casa Blanca, ante el temor de resucitar una guerra comercial al estilo de la vivida por Trump. "Esperamos que no haya una respuesta significativa" explicaba la secretaria del Tesoro, Janet Yellen. "Tanto el presidente Biden como yo hemos visto de primera mano el impacto de las importaciones china artificialmente baratas en el pasado y no lo toleraremos nuevamente".

Desde China hablaron de la posibilidad horas antes del anuncio. La portavoz de gobierno, Wang Wenbin explicaba que su país responderá "tomando todas las medidas necesarias para proteger sus legítimos intereses". En rueda de prensa ante la pregunta de qué implican estas medidas, la portavoz ha defendido que desde Washington están "pisoteando los principios de la economía de mercado y transgrediendo las normas del comercio internacional". De este modo Wenbin concluye que EEUU estaría ejerciendo "un acto de matonismo intimidatorio descarado".

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