
La Reserva Federal ha anunciado que mantiene una reunión más los tipos de interés en el nivel de 5,25% a 5,50%, tal y como esperaban los mercados. La clave del comunicado es que los miembros del Comité de Mercado Abierto (FOMC) han endurecido el tono. Pese a que siguen esperando tres recortes en su mayoría, los miembros del organismo están dando marcha atrás, dibujando una menor flexibilización de cara a los próximos años. Esta actualización se apoya en mejores perspectivas económicas y en un repunte de la inflación subyacente.
Con las previsiones actuales, la Fed ve un máximo de tres recortes, mientras que en la publicación de diciembre había cinco miembros que contemplaban más descensos. Ahora, solo un funcionario ve cuatro recortes. Es decir, las perspectivas se han endurecido y esos miembros más optimistas ahora han reculado y apoyan los 75 puntos básicos de flexibilización, en vez algún descenso más. Hay más banqueros que ven solo tres recortes, dos, uno o, directamente, ninguno.
Este cambio puede entenderse ante la expectativa de un mejor horizonte macroeconómico. La Fed ha mejorado mucho su previsión de crecimiento para 2024, al tiempo que aumenta también la de los dos próximos años. Si en diciembre esperaba un avance del PIB real del 1,4% este año, ahora lo eleva hasta el 2,1%. De cara a 2025 y 2026 espera que el crecimiento se mantenga en el 2%, frente a las expectativas de diciembre, que apuntaban al 1,8% y 1,9%, respectivamente. Así, el organismo espera dos años consecutivos, después del actual, en los que la economía estadounidense pondrá el 'piloto automático' y crecerá a un ritmo estable del 2% anual. En el más largo plazo la Fed mantiene su estimación de un crecimiento económico del 1,8%.
El crecimiento esperado para este año y los dos próximos años refleja un avance de la economía estadounidense por encima de la tendencia de largo plazo que espera la propia Fed (2% para estos años, frente al 1,8% en el largo plazo). Esto refleja que el organismo está viendo algunos elementos que están impulsando a la economía americana en el corto y medio plazo, como puede ser el impacto de la inmigración (Powell ya señaló la contribución positiva que tuvo la inmigración en el crecimiento en su última comparecencia ante los senadores estadounidenses), de los estímulos fiscales, o de elementos temporales, que irán diluyéndose en el futuro, como la inversión en semiconductores.

En cuanto a la inflación, la Fed ha mantenido sus previsiones con pocos cambios. La revisión más destacable que se ha producido es la del indicador de inflación subyacente (core, en inglés) para el año 2024, que ha pasado del 2,4% esperado en diciembre, hasta el 2,6%, lo que vuelve a reiterar la idea de que la última milla de los precios se resiste. Para 2025 el organismo espera un avance del 2,2%, tanto en la inflación subyacente como en la general, y prevé que en 2026 ya se consiga alcanzar el objetivo de inflación del 2%, según ambos indicadores.
Por eso, Powell y sus compañeros descartan más de tres recortes para este curso, con solo una excepción, un único miembro que sí apunta a cuatro descensos. Además, han pasado de anticipar una flexibilización de 200 puntos básicos para 2025 a reducirla a 150 puntos básicos para el año que viene. Es decir, las bajadas de tipos van a tardar más en efectuarse.
Sin cambios en los tipos desde julio
Los tipos de interés llevan en este nivel desde el pasado 26 de julio, en su punto más alto desde marzo de 2001, cuando el banco central estaba intentado frenar la burbuja de las 'puntocom' estrangulando el crédito fácil con tipos que llegaron a superar el 6%.
La pregunta sigue siendo cuándo empezará el camino de bajada, ya que esto sigue sin confirmarse. Los miembros de la Fed llevan meses advirtiendo de que están dispuestos a esperar todo lo que haga falta hasta asegurarse por completo de que la inflación está bajando hasta el deseado nivel del 2%. Pero la 'última milla' se está resistiendo, y los últimos datos de precios, crecimiento del PIB y resistencia del mercado laboral apuntan a que la economía sigue estando más fuerte de lo que desearía la Fed. En sus últimas comparecencias, Jerome Powell había avisado de que el riesgo de quedarse cortos y que 'no hubiera un aterrizaje' (es decir, que la inflación volviera a repuntar) seguía siendo tan preocupante como el de pasarse y llevar al país a la recesión.
El pasado 6 de marzo, sin embargo, el presidente de la Fed cambió de tono y, en su comparecencia ante el Congreso, aseguró que el momento de bajar tipos se acercaba ya y que "no están lejos" de tener la certeza que necesitaban para poner en marcha los recortes. Sin embargo, el comunicado emitido este miércoles reitera que todavía no tienen la confianza necesaria, y que siguen a la espera de nuevos datos.
El mercado afianza un primer recorte en junio
Oficialmente aún no se ha puesto fecha al primer descenso. Antes de la reunión de política monetaria de este miércoles, las expectativas del mercado apuntan al inicio de la flexibilización en junio con un paso de 25 puntos básicos, según la herramienta CME Fed-Watch Tool. La mayoría de las posiciones, el 59,8%, se concentraban en este escenario que, tras el comunicado del organismo, han ascendido al 67,1% de las apuestas. Mientras, las posiciones a favor de tres recortes para el conjunto de 2024 se mantienen prácticamente intactas.
Pero, antes de llegar hasta aquí y asumir un contexto menos optimista, el mercado llegó a descontar 150 puntos de descensos. En diciembre, se llegaron a contemplar hasta seis recortes de 25 puntos básicos. Sin embargo, la resistencia de la inflación acabó por alinear a los inversores y a la Fed, que ven los tipos de interés en el 4,5-4,75% a cierre de ejercicio.
"Creemos que los tipos probablemente han tocado ya techo en este ciclo y que, si las condiciones económicas se mantienen, será apropiado recortar tipos en algún momento, más adelante este año", ha reconocido Powell en su comparecencia ante los medios. Además, el presidente de la Fed ha indicado sobre el proceso de reducción de activos en balance que "el sentimiento general del comité es que será adecuado frenar el ritmo de la venta de activos próximamente", explica.
Powell ya no cree en los tipos bajos
Por otra parte, Jerome Powell ha respondido a una de las grandes incógnitas que existen ahora en torno a la política monetaria, ya sea en EEUU, o en resto del planeta: ¿dónde está el tipo de interés neutral? ¿Es más alto que en el pasado? Para el presidente de la Fed, se trata de una pregunta a la que no puede dar una respuesta con alto grado de convicción. "A día de hoy no lo sabemos. Creemos que, en general, los tipos de interés post-crisis y pre-pandemia han sido muy bajos, por factores que cambian con mucha lentitud, como la demografía y la tecnología. Personalmente, creo que los tipos no volverán a esos niveles, pero hay mucha incertidumbre sobre ello", reconoce Powell.
"Mi instinto me dice que que los tipos de interés no bajarán a los niveles tan bajos que vimos en los últimos años, donde, en todo el mundo, vimos que, en algunos casos, se mantuvieron durante un plazo largo en el 0%", ha añadido.