Contra todo pronóstico y de manera inesperada, la economía española funcionó mejor de lo previsto este año y esto ha llevado a que la OCDE revisase al alza la previsión de crecimiento de la economía del país hasta el 1,5% para este año. El organismo con sede en París eleva así una décima la expansión del PIB con respecto al informe que emitieron en noviembre.
Para 2025 han sido más conservadores y siguen manteniendo un crecimiento del 2%. Sea como fuere, estas cifras están muy por enciam de las del conjunto de la zona euro. La OCDE prevé que la crisis se perpetúe este año al otorgar una previsión de crecimiento del 0,6% en el área de la moneda única.
Estas previsiones están muy en línea con las del Fondo Monetario Internacional que reajustó sus previsiones a finales de enero también al 1,5% para este año y un 2,1% para el próximo.
La economía española está en constante disonancia con el resto de grandes economías de la zona euro. El ser una economía mucho más dedicada a los servicios y tener un comercio exterior poco expuesto a China está favoreciendo esta tendencia y está generando cierta inmunidad a la economía del país.
Por tanto, esto convierte a España en una "rara avis" dentro del desarrollo económico de Europa, donde la OCDE recortó el crecimiento en 0,3 puntos hasta un 0,6%, es decir, casi tres veces menos que España.
Así, se puede concluir que España empuja del Viejo Continente al tener una economía tan dinámica frente al estancamiento de sus vecinos, lastrados por la crisis de la energía que arrancó mucho antes de la invasión de Ucrania hace ya dos años. Así, está previsto que Alemania crezca un 0,3%, para Francia prevén un 0,6% e Italia se quedará en el 0,7%. En 2025 la cosa no mejorará para la eurozona, la OCDE augura que se quedará en el 1,3%, dos décimas por debajo de lo que preveían en su informe de noviembre.
Los datos muestran una Europa en decadencia que está atravesando enormes dificultades para conseguir mantener un crecimiento económico estable. En cambio, en Estados Unidos se espera que la economía se expanda un 2,1% este año y un 1,7% en 2025.
En cambio, las buenas noticias vienen dadas por el lado de la inflación. El organismo internacional augura que poco a poco volverá asentándose y mejora las previsiones de las principales economías desarrolladas. En el caso de España, prevé que los precios crezcan un 3,3% este año, por lo que recorta en 0,4 puntos frente a su previsión de noviembre. Al mismo tiempo, la inflación subyacente caerá incluso de manera más intensa, hasta el 2,7% de media en este ejercicio. Así, los precios se van a estabilizar ya a finales de este año.
En el conjunto de la zona euro, las previsiones también son mejores. La OCDE prevé un horizonte en el que el IPC se quede en el 2,6%, muy cerca de Estdos Unidos, para el que proyectan una inflación del 2,8%. A pesar de todo, en el organismo son claros y dicen que la política monetaria "debe seguir siendo prudente, para garantizar que las presiones inflacionarias subyacentes se contentan de forma duradera". Asimismo, hablan de márgenes para bajar los tipos de interés oficiales a medida que cae la inflación pero "la postura de la política monetaria debe seguir siendo restrictiva en la mayoría de las economías", dicen.
Los autores del informe creen que las recientes subidas de los precios de los fletes del transporte marítimo del 100% por la crecida de la violencia en el mar Rojo podrían acarrear un aumento del IPC de cuatro décimas al cabo de un año. Haciendo abstracción de los riesgos geopolíticos, que vienen sobre todo de esa región, la tasa de inflación alcanzaría el objetivo del 2% tanto en Estados Unidos como en la eurozona.