Economía

La Seguridad Social prevé que el Fondo de Reserva cierre 2023 con 5.500 millones de euros

  • La hucha de las pensiones ya no se financia con superávit, sino con nuevas cortizaciones
  • Los 70.000 millones que llegó a acumular quedaron prácticamente desiertos
Madridicon-related

La Seguridad Social prevé que la hucha de las pensiones, el denominado Fondo de Reserva, terminará el ejercicio 2023 con 5.500 millones en sus arcas, la cifra más elevada desde 2018. Es la principal conclusión que se extrae de la comisión de seguimiento, una reunión entre la Administración y los agentes sociales que no se convocaba desde hace un lustro. La hucha de las pensiones llegó a acumular casi 70.000 millones de euros.

Desde este curso, la hucha ha vuelto a recibir dotaciones. Este es el gran motivo por el que durante el último lustro no ha habido más reuniones: no había ningún tipo de debate sobre el Fondo. Fuentes de la Comisión apuntan a que tanto el Gobierno en funciones como los agentes sociales están dispuestos a plantear reuniones con mayor frecuencia, hasta dos veces al año. Sobre la mesa, la gobernanza de los miembros del diálogo social o la inversión del capital generado. 

Sin embargo, ahora se nutre con un método totalmente diferente al de su creación en la reforma de pensiones del año 2000 con el objetivo de afrontar la jubilación del baby boom. Entonces, el Fondo de Reserva se nutría de los excedentes presupuestario de las cotizaciones sociales, que entonces servían para cubrir de forma amplía el desembolso de la Seguridad Social. De esta forma, la hucha llegó a acumular 70.000 millones antes de ser prácticamente vaciada durante la pasada década.

"El valor de la dotación que alcanzó el Fondo rondó los 70.000 millones de euros. Sin embargo, su utilización se vio anticipada a raíz de la crisis económica y financiera cuando se optó por adelantar su consumo en lugar de adoptar medidas de refuerzo de ingresos. Una decisión que, además de llevar el Fondo de Reserva hasta casi su liquidación, no impidió la imposición de recortes en la reforma de 2013", recuerda CCOO. Es decir, su uso final, que era afrontar el retiro de la generación masiva del baby boom, se desvió para cubrir el déficit de la Seguridad Social. 

El último proceso reformista de 2021 a 2023 ha introducido una serie de subidas de las cotizaciones sociales que permiten volver a generar dotaciones. Sin embargo, el sistema es deficitario desde hace más de una década y los ingresos de la hucha no es el superávit de las cuotas, sino que se apartan los ingresos generados por el nuevo MEI, una cuota que no genera derecho a prestación y grava ya el 0,6% de las nóminas (y en 2032 será el 1,2%).

En lo que llevamos de curso, el nuevo Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que nutre el Fondo de Reserva acumula 1.450 millones. Habría que añadir los excedentes de las Mutuas, otros 1.168 millones. 

En términos contables es un trampantojo -el MEI no es un ingreso que la Seguridad Social pueda utilizar en la actualidad, la previsión de la hucha tampoco-, y al mantener el sistema en déficit aboca a un incremento de una deuda que supera los 100.000 millones de euros y sube continuamente por las transferencias del Estado a esta Administración

El punto positivo que celebran los agentes sociales es la vuelta a la normalidad institucional y hay una previsión de uso del ahorro previsto a largo plazo, de unos 130.000-140.000 millones. Este capital se invierte esencialmente en deuda pública, bonos y obligaciones del Estado que emite el Tesoro Público, es decir, en renta fija, según el último informe remitido a las Cortes.

El Gobierno de turno podrá disponer de hasta un máximo del 0,91% del PIB anual en la etapa de mayor tensión financiera por el retiro del baby boom, a finales de la década de 2040. Pero solo será a partir de 2033 cuando el Gobierno pueda usar esta hucha.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky