
El aumento de la inflación en septiembre ha reavivado el debate sobre si se debe o no aumentar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en nuestro país; una de las cuestiones que más controversia ha causado en la última legislatura y que se ha vuelto a reabrir en pleno contexto de investidura, viéndose alineadas las posturas de los dos principales partidos políticos en torno a esta cuestión. Desde el Consejo General de Economistas (CGE), en su debate de este lunes El SMI, ¿dónde está el límite?, el director de Investigación de Fedea, Marcel Jansen, y el economista del Gabinete Económico de CCOO, Luis Zarapuz, han compartido impresiones sobre futuras subidas en las que han pedido cautela a los políticos para que la medida no se vuelva un arma de doble filo para la economía y el empleo.
Tras al aumento significativo del Salario Mínimo Interprofesional, que ha experimentado un incremento del 47% en los últimos cinco años, y especialmente teniendo en cuenta el aumento registrado en 2023 debido a la escalada de la inflación debe abrirse un tiempo de calma en el que este valor se proteja a través de la negociación colectiva entre patronal y sindicatos.
Para Marcel Jansen las propuestas para la próxima legislatura "están faltando al realismo a la hora de hacer política laboral, mientras la AIREF pide normalidad, porque ahora hay gente que pide el SMI en 1500 y una jornada de 35 horas semanales, lo que podría ocasionar un desajuste en la productividad", así como en la economía y el mercado laboral.
Desde CCOO, Zarapuz celebra la actualización de un SMI que se encontraba desfasado por décadas, si bien ahora "estamos cerca del 60% que pide Europa, y que defiende CCOO pero vinculado a la evolución de valores macroeconómicos. Se ha hecho un esfuerzo estos años atrás para evitar el desfase y no será necesario hacer grandes subidas a partir de ahora, pero no es incompatible en la medida en que siga evolucionando la economía".
En este sentido, ambos invitados han discutido alrededor de permitir descuelgues para mejorar la inserción. Para el representante sindical esto es un error "del que venimos huyendo. En España se ha incentivado incorrectamente a las empresas en la contratación de jóvenes, exprimiéndoles en vez de generando valor y si volvemos a abrir las puertas a las empresas hacer esto al trabajador mandamos un mensaje equivocado".
Jansen, por su parte, pide avanzar a través de la negociación colectiva y que evalúen ellos la adecuación del SMI, a la vez que se utilice el comité de expertos existente para evaluar mejoras en el diseño de éste ya que "no puede ser que la comisión se encargue de calcular cuánto es el 60% del salario medio, que lo pueden hacer dos estadísticos en dos tardes".
Cobertura del SMI
El debate ha girado de forma principal en torno a la cobertura del SMI en base a la región, el sector o la vulnerabilidad de los colectivos que lo reciben. Con dos posturas que se encontraban en las antípodas, para el sindicato el SMI de cobertura estatal federal no es negociable, la adaptación territorial y sectorial es el trabajo de la negociación colectiva.
"La negociación colectiva debe tener capacidad y margen de actualizar y actuar sobre los salarios. El SMI muestra que la negociación colectiva no está llegando a donde debería, porque es algo que no se había conseguido en convenio hasta ahora. Nosotros queremos darle más valor a la negociación colectiva, pero lo que no hemos conseguido en los últimos años se ha corregido con la subida", ha explicado Zarapuz.
Desde Fedea mantienen que España es un rara avis en Europa por tener un salario mínimo universal, defendiendo que si quieres que el SMI funcione, no es lo mismo que sea para jóvenes que adultos, ni en Madrid o Barcelona, y lo mismo entre los distintos sectores.
"Nosotros como analistas tenemos que ir un paso más allá y demostrar que la pérdida de empleo es mayor para aquellos que han sido beneficiados de la subida. Si ponemos el foco en el SMI observamos que los jóvenes son a los que más afecta la perdida de empleo por la subida y los colectivos a los que ha beneficiado el SMI serían los colectivos más afectados por las próximas subidas debido a su vulnerabilidad. Hay una dimensión que en España se suele obviar, no vivimos en un país con fuerte arraigo industrial" apunta Marcel Jansen, por lo que estos pequeños empresarios pueden necesitar reducir su plantilla ante futuros aumentos
Consenso en el impacto
A la hora de valorar los efectos de la última subida, ambos coinciden en cuanto al impacto de las recientes subidas del salario mínimo en el empleo, se ha observado que ha sido menor de lo anticipado y ha contribuido a disminuir la desigualdad salarial. Además, los expertos coinciden en que España ha superado ya la media europea en lo que respecta a la relación entre el SMI y el salario medio.
El país se enfrenta a una perdida de creación de empleo del 0,6% sobre el 8% al que afectaría, por lo que es un impacto pequeño. No se ha llegado a los vaticinios previos a la subida, "apocalípticos" respecto a la posibilidad de una pérdida de empleo, como el expuesto por el Banco de España. "La prueba del algodón es que es compatible una subida sostenida del SMI con una subida de las magnitudes laborales y económicas", han celebrado
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