
Año a año, el índice de Mercer clasifica los principales sistemas de pensiones de cada país a nivel global bajos tres principales variables: la suficiencia, la sostenibilidad y la integridad. Estos tres pilares ponderados otorgan una puntuación y un puesto en el ranking. La sostenibilidad a medio y largo plazo relega al sistema español a mitad de tabla, ocupando el puesto 26 de los 47 países analizados. Aunque el informe señala algunos aspectos positivos sobre los que camina España.
Países Bajos vuelve a encabezar la lista, con Islandia y Dinamarca ostentando el segundo y tercer puesto del Mercer CFA Global Pension Index, respectivamente. El valor general del índice español ha disminuido levemente de 61,8 en 2022 a 61,6 en 2023 con caídas tanto en el pilar de la sostenibilidad como el de la suficiencia. De hecho, Italia y España son los sistemas con peor valoración de la sostenibilidad del sistema. Grecia, no obstante, está excluida de este análisis global.
Dentro de los aspectos positivos del sistema español, según destaca el informe, existen "carencias y riesgos que deben ser abordados para que su eficacia y su sostenibilidad a largo plazo no sean cuestionadas". La última reforma de pensiones incluye una potente subida de las cotizaciones sociales para compensar el gasto que, al contrario de lo que plantea la tradición reformista, no se ha recortado.
Para mejorar la valoración del sistema destacan varios puntos que precisamente en España están en desarrollo. Primero, mejorar la cobertura de los jubilados con bajos ingresos. La subida de las pensiones para los próximos ejercicios recoge una subida de las prestaciones mínimas superior a la inflación para recortar la brecha en los tramos bajos.
Además, siguiendo la estela de otros sistemas como el NEST británico, recomiendan implementar la afiliaciación automática o auto-enrollment para ampliar la cobertura de los planes de pensiones a más trabajadores. En el caso español, la última reforma del reglamento de los planes de pensiones de empleo rebaja de dos años a un mes el periodo de antigüedad del trabajador por el que una empresa está obligada a incluir a su empleado en el plan de ahorro colectivo.
La vulnerabilidad "se ve presionada por la caída de la natalidad y el fuerte repunte de la inflación", explica Miguel Ángel Menéndez, director del área de Wealth de Mercer España. "Desde Mercer consideramos que, junto a medidas para reforzar la viabilidad del sistema público, sería conveniente fomentar entre los ciudadanos hábitos de ahorro privado y entre las empresas los planes colectivos", explica el experto.
A nivel global, el envejecimiento de la población, unido a una inflación que se resiste a disminuir y unos tipos de interés en máximos históricos, son algunos de los desafíos a los que se enfrentan los sistemas de pensiones en todo el mundo. "En este contexto, tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial (IA) pueden presentar el potencial para mejorarlos y ofrecer a las personas una mayor calidad de vida en la jubilación", según el informe, que compara 47 sistemas de jubilación -el 64% del total mundial- e incorpora este año a Botsuana, Croacia y Kazajistán.
Relacionados
- El 22% de los aragoneses tiene un Plan de Pensiones Individual
- Así subirán las pensiones en 2024: este será el aumento mensual
- Escrivá prevé que hasta medio millón de personas demoren su jubilación cada año para asumir el gasto en pensiones
- Los españoles ahorran seis veces menos en planes de pensiones que la media de la OCDE