
A unos días de formar gobierno tras los resultados electorales del pasado 28-M, el popular Carlos Mazón se ha impuesto como uno de los deberes más urgentes de su Ejecutivo la eliminación del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en la Comunidad Valenciana. Una de sus grandes promesas electorales antes incluso que de que arrancase la campaña electoral y que supondrá dejar de recaudar cerca de 400 millones de euros para las arcas autonómicas.
Durante sus comparecencias públicas Mazón no ha dudado en calificar este tributo que grava fundamentalmente las herencias como "el impuesto a la muerte" para defender la supresión del mismo. En sus intervenciones ha argumentado una y otra vez que se trata de una medida injusta porque penaliza el "esfuerzo de toda una vida".
En plena campaña para las elecciones generales en que la nueva Generalitat Valenciana estará bajo la lupa por la alianza con Vox, Mazón busca poner el foco en sus promesas de bajada fiscal, precisamente una de las grandes diferencias frente a los socialistas y sus aliados de izquierda.
Por ello la intención del nuevo presidente valenciano es que una de las primeras medidas de su Ejecutivo sea la supresión de facto de ese impuesto cedido de forma que no tenga que abonarse el próximo año. Una iniciativa que se deberá materializar mediante la aplicación de una bonificación generalizada para el tributo. De hecho, entre los 50 puntos del pacto de Gobierno que el popular alcanzó con los líderes del partido de extrema derecha en Valencia fue uno de los que se incluyó explícitamente en materia económica.
Según los presupuestos de la Generalitat Valenciana para este año, la Administración autonómica tiene previsto ingresar 392 millones de euros a través de ese tributo, la mayoría procedentes en concepto de sucesiones y herencias, con 352,89 millones de euros. El resto, 39,2 millones de euros, corresponden a la tributación por donaciones.
Las otras rebajas fiscales
Una cuantía que prácticamente duplica el impacto en los ingresos de otra de las medidas fiscales prometidas por Mazón, la eliminación también del Impuesto de Patrimonio, que supone 223 millones de euros este ejercicio según los presupuestos autonómicos.
En cualquier caso, el nudo gordiano de la reforma fiscal prometida por el candidato popular y próximo presidente valenciano se encuentra en el tramo autonómico del impuesto sobre la Renta. Los populares han valorado en algo más de 1.000 millones de euros el impacto de las medidas propuestas mediante una modificación de los tramos actuales y la rebaja de las tasas en el IRPF.
Sesión de investidura el jueves
El final oficial del gobierno de coalición de izquierdas del Botànic de Ximo Puig y el relevo por parte del nuevo Ejecutivo de PP y Vox ya tiene fechas. El jueves se ha convocado la sesión de investidura en Les Corts Valencianes, con el debate y la votación a la que solo se presenta Mazón, que tiene asegurada la mayoría con los 53 votos de PP y Vox. Tras él, la toma de posesión del cargo en Les Corts se celebrará el lunes.