
La última encuesta de actividad empresarial del Banco de España correspondiente al segundo trimestre del año indica que la escasez de mano de obra ya está comenzando a afectar a las decisiones de inversión de algunas empresas. En concreto, señala a los sectores de la agricultura, construcción y administración, así como a las actividades científicas y técnicas, como los más afectados.
La falta de mano de obra ha dejado de ser un problema localizado en puestos muy cualificados para extenderse por todos los sectores de la economía. Ya no solo es ni la falta de camareros para el verano. Comienza a ser un serio problema para la economía, más allá del riesgo de que la falta de mano de obra provoque presiones inflacionistas por los salarios. El Banco de España comienza a detectar que un amplio porcentaje de empresas está reduciendo la inversión en sus negocios por las dificultades de encontrar empleo.
La última Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) revela que "los problemas asociados a la falta de mano de obra siguen afectando a un porcentaje elevado de empresas, sobre todo en las ramas de agricultura, hostelería y construcción, y también estarían condicionando negativamente las decisiones de inversión".
De hecho, de los grandes cinco problemas que limitan la actividad empresarial, la disponibilidad de mano de obra es la única que no baja con fuerza este segundo trimestre. En concreto, el 34,4% de las compañías afirma que tiene dificultades para contratar. El sondeo recoge una mejora sensible de la actividad en este segundo trimestre, tal como se está anticipando para la economía en general. En consonancia, todos los factores que ponen freno a la actividad económica han descendido, sobre todo, el coste de los precios energéticos. Y el que se mantiene es el de la disponibilidad de la mano de obra.
Lo más sorprendente del documento es que el Banco de España ha buscado relacionar la falta de trabajadores con la inversión empresarial. "La encuesta de este trimestre ha incluido como novedad una pregunta sobre los posibles factores que estarían condicionando las decisiones de inversión de las compañías", explica el organismo. La mayor parte de las empresas encuestadas dicen que el mayor impacto negativo está vinculado con "la elevada incertidumbre sobre las condiciones económicas". El ciclo alcista de tipos que se inició hace cerca de un año está provocando una caída de la oferta crediticia y a la vez un endurecimiento de las condiciones.
El segundo factor mencionado por las empresas con mayor frecuencia con efectos negativos sobre la inversión es la disponibilidad de mano de obra, lo que afecta ligeramente más a los servicios (26%) que a la industria (24%), dice el Banco de España. El documento destaca que la inversión de los sectores más afectados son en primer lugar la agricultura, después la construcción. También hay ajustes de inversión en la actividad relacionada con profesiones científicas o técnicas y en actividades administrativas. Por otro lado, la encuesta apunta a que la mitad de las empresas dedicadas a la agricultura, construcción y hostelería tienen dificultades para cubrir sus ofertas de trabajo.
Este problema también tiene la derivada de que abre la puerta a presiones inflacionistas provocadas por las subidas de salarios. A un lado del espejo, están las dificultades de las empresas; en la otra, los trabajadores ante una demanda que no se cubre y que le permite cambiar de empleo para mejorar sus condiciones. Precisamente, esta semana el BCE ha centrado su discurso en el riesgo de los mercados laborales. Incluso, Lagarde mencionó que "los trabajadores tienen más poder negociador".
Buenas perspectivas
Pero no todo son malas noticias para las empresas. Las compañías perciben un aumento de su facturación en el segundo trimestre de 2023, tras las caídas que declaraban en los tres trimestres anteriores. La dispersión por sectores es elevada, con avances en la mayor parte de las ramas de servicios y descensos en la agricultura y el comercio. La encuesta se llevó a cabo entre el 16 y el 30 de mayo, sobre una muestra de más de 14.000 sociedades.
Cabe destacar la fuerte recuperación de las ramas ligadas al sector turístico y la prolongación del comportamiento favorable de los servicios de información y comunicaciones. En el extremo opuesto, la peor evolución de la facturación se observa en la agricultura, el comercio y las actividades administrativas. Para el tercer trimestre de 2023, las perspectivas apuntan a un mayor dinamismo de la facturación.
El comportamiento del empleo en el trimestre en curso habría mostrado un elevado dinamismo en esta edición de la encuesta, en línea con la fuerte recuperación de la ocupación que las empresas esperaban hace tres meses. Para el tercer trimestre de 2023, las perspectivas también son favorables, ya que la ocupación seguiría creciendo, aunque a un ritmo ligeramente inferior.