La Encuesta sobre Préstamos Bancarios del Banco de España apunta que el crédito a los hogares para consumo e hipotecas se endureció de forma generalizada por tercer trimestre consecutivo en el último trimestre de 2022. También señala una caída de la demanda. Lo peor es que las entidades financieras planean cerrar todavía más el grifo del crédito para el arranque de este año a familias. Las empresas comienzan a reflejar los primeros problemas operativos con el crédito.
Aunque la economía todavía se mantiene en pie y no deja ver el impacto del rally de tipos de interés, el mercado crediticio lleva registrando una caída constante de la oferta bancaria y también de la demanda. El desafío de la inflación ha llevado al BCE a realizar el mayor ajuste monetario en más de cuatro décadas. El banco central está asumiendo lo que hicieron los bancos nacionales en los ochenta, cuando el Viejo Continente se enfrentó a su penúltima crisis de petróleo.
Según la Encuesta sobre Préstamos Bancarios del Banco de España, durante el cuarto trimestre de 2022 los criterios de concesión de préstamos se endurecieron de forma generalizada en España, por tercer trimestre consecutivo. Mientras la demanda de crédito descendió en los hogares, tanto para adquisición de vivienda como para consumo.
El cortocircuito se está produciendo en las dos partes de los préstamos. Por un lado, las entidades financieras están recortando la oferta del crédito por el deterioro de las perspectivas macroeconómicas, así como, en menor medida, al incremento de sus costes de financiación, como consecuencia del proceso de normalización de la política monetaria, explica la institución. Por otro lado, también los hogares están pidiendo menos crédito ante la creciente inflación y la pérdida de poder adquisitivo y el aumento del coste de financiación.
El Banco de España explica en su informe que la caída de oferta y demanda está siendo menos pronunciada de lo que se esperaba. La previsión era que iba a haber una mayor contracción.
El coste de financiación alcanza niveles de 2014
El Banco de España realiza todos los trimestres una encuesta a doce bancos, en coordinación con el BCE. El banco central ha dicho que el endurecimiento neto de los estándares de crédito fue el mayor desde la crisis de endeudamiento soberano de la zona del euro en 2011. El supervisor español no ofrece este dato en su encuesta, pero el BCE sí monitoriza los indicadores sintéticos de coste de financiación por países. La última referencia es de noviembre de 2022 y apunta a que el coste de los préstamos para familias se sitúa en niveles de 2014 en el 2,7%. El tipo está por debajo del 2,88% de la zona euro. Para empresas en España, el indicador sitúa el coste de financiación en máximos de 2015, al superar el 3%.
Primeros problemas para empresas
La financiación a empresas ha sido el único que se ha salvado en la restricción del crédito en el último trimestre del año, según la encuesta, a pesar de que los criterios de concesión de préstamos a las sociedades no financieras se endurecieron, por quinta vez consecutiva, y de forma más intensa que el trimestre previo. El repunte en la concesión se produjo por un "ligero repunte" de las peticiones de financiación.
La lectura que otorga el Banco de España no es muy positiva a este aspecto. Las necesidades de financiación surgen por el aumento de las peticiones para financiar existencias y capital circulante, en un contexto de mayores costes de las materias primas, el incremento de las operaciones de refinanciación de deuda y, en el caso de las grandes empresas, también el descenso de la financiación captada a través de emisiones de valores de renta fija, explican los expertos.
La parte más negativa del informe tiene que ver con las previsiones. Para el primer trimestre de 2023, los bancos anticipan de nuevo una contracción de la oferta y un descenso generalizado de la demanda de crédito. Para empresas, las entidades financieras encuestadas prevén una prolongación de la pauta de endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos, así como un cierto descenso de las peticiones.
El crédito suele interpretarse como un indicador adelantado de la economía. Las referencias de la encuesta apuntan en la dirección del enfriamiento del sector inmobiliario y del consumo. La oferta de hipoteca seguirá endureciéndose para el primer trimestre del año, señala el documento, "aunque de forma moderada, mientras que la demanda volverá a descender a un ritmo similar al observado entre octubre y diciembre". Por ahora los datos de compraventa y concesión de hipotecas, los últimos datos disponibles son los de noviembre, no reflejan las subidas de los tipos de interés.
Malas perspectivas este 2023
Los préstamos al consumo presentan la misma perspectiva. Habrá menos crédito en un contexto difícil de menor confianza de los consumidores, mayores costes por los tipos y también, aunque en menor medida, por el mayor uso de otros recursos para financiar estas compras. El Banco de España apunta de forma indirecta a un descenso del ahorro.
El panorama crediticio no es exclusivo de España. El BCE destaca que el sector ha reducido la tolerancia al riesgo de los bancos y han aumentado los costes de financiación desde que el BCE comenzó a subir sus tipos de interés en julio del año pasado. Los motivos son "las percepciones de riesgo más elevadas respecto a las perspectivas económicas y de la industria o respecto a la situación específica de empresas".
Los bancos de la zona del euro prevén endurecer más los estándares de crédito a los hogares para comprar una vivienda o de consumo. La caída de la demanda de préstamos hipotecarios fue récord debido a la subida de los tipos de interés, la caída de la confianza del consumidor y el deterioro de las perspectivas del mercado inmobiliario.