Economía

Lagarde (BCE) avisa de que vienen más subidas de tipos y pone el foco en los salarios

  • El BCE ha revisado muy al alza la inflación subyacente en la eurozona
  • El mercado fija la última subida para julio y alarga el techo de los tipos
  • Lagarde admite que los salarios y los beneficios están alimentando la inflación
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo. Foto de Bloomberg

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, ha asegurado que el camino del BCE subiendo tipos no ha llegado a su fin tras haber anunciado la octava subida consecutiva del precio del dinero. La francesa ha explicado que aún queda camino por recorrer hasta "llegar al destino". Lagarde ha admitido que los miedos del BCE se centran en el fuerte aumento de los salarios, que aunque por ahora parece algo 'extraordinario', ya está contribuyendo de forma notable al incremento de los precios.

"Los aumentos pasados del coste de la energía todavía están elevando los precios en toda la economía hoy. Además, la demanda embalsada tras la reapertura de la economía también sigue impulsando la inflación, especialmente en los servicios. Las presiones salariales, aunque en parte reflejan movimientos excepcionales -no deberían repetirse-, se están convirtiendo en una fuente de inflación cada vez más importante. La remuneración por asalariado aumentó un 5,2% en el primer trimestre del año y los salarios negociados un 4,3%".

Además, "las empresas de algunos sectores han podido mantener los beneficios relativamente altos, especialmente cuando la demanda ha superado la oferta. Aunque la mayoría de las medidas de las expectativas de inflación a más largo plazo se sitúan actualmente en torno al 2%, algunos indicadores siguen siendo elevados y es necesario seguirlos de cerca", ha sostenido la banquera gala.

Salarios y beneficios, bajo la lupa

"La inflación ha estado bajando, pero se prevé que se mantenga demasiado alta durante demasiado tiempo", ha explicado la banquera gala y ha señalado al mercado laboral como uno de las principales fuerzas por los que se mantendrán elevados los precios. "Las presiones salariales, aunque en parte reflejan pagos únicos (bonus), se están convirtiendo en una fuente de inflación cada vez más importante".

También ha remarcado que "los acuerdos salariales recientes en varios países se han sumado a los riesgos al alza para la inflación". Lagarde no ha dado pistas para establecer una hoja de ruta sobre los tipos, pero el mercado ha captado la mayor dureza del discurso. Por un lado, el euro casi ha rozado la subida del 1% frente al dólar y los intereses de la deuda europea han repuntado.

Los inversores y los banqueros centrales se suelen fijar en el modelo OIS (Overnight Indexed Swap), que recoge los futuros del mercado para cubrir las posiciones contra los movimientos de tipos, y ha mantenido la previsión de que, en la próxima reunión del 27 de julio, el BCE subirá otros 25 puntos básicos los tipos hasta llevarlo la tasa de depósitos al 3,50% y la tasa de refinanciación al 4%. La novedad, según el gráfico, es que los tipos se van a mantener en ese nivel durante mucho tiempo. Las expectativas de este sistema de previsiones señala que hasta noviembre de 2024.

Hace dos semanas el modelo de swaps financieros apunta que habría un alivio en los tipos de interés a finales de este mismo año. Lagarde ha remarcado que el BCE ni siquiera había pensado en una posible pausa en su ciclo de alzas, pero el mercado le está pidiendo que pare.

"Si el BCE irá o no más allá en septiembre a una tasa de depósito del 4% es una pregunta abierta, la retórica del BCE hoy podría apuntar en esa dirección", comentan los economistas de Berenberg, "sin embargo, el BCE ahora es demasiado optimista sobre las perspectivas de crecimiento a corto plazo". Los expertos esperan una caída de la inflación subyacente para los próximos meses y mantienen el pico de los tipos en el 3,75% en tasa de depósitos.

Más inflación subyacente

El BCE ha publicado también sus proyecciones macroeconómicas, que revelan un fuerte aumento de la inflación subyacente respecto a las previsiones anteriores. Los expertos del Eurosistema esperan que la inflación general se sitúe en un promedio del 5,4% en 2023 y del 3% en 2024, mientras que un año después estiman que será del 2,2%, todavía por encima de la meta de estabilidad de precios a medio plazo del BCE.

La inflación subyacente se situará, en promedio, en el 5,1% en 2023, medio punto más de lo esperado en marzo, y que descienda hasta el 3% en 2024, frente al 2,5% anticipado previamente, para moderarse al 2,3% en 2025, una décima por encima de lo proyectado en marzo.

La tasa de inflación interanual de la zona euro se desaceleró en mayo hasta el 6,1%, nueve décimas por debajo de la subida de precios registrada en abril y su nivel más bajo desde febrero de 2022, mientras que al excluir del cálculo el impacto de la energía y de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se moderó al 5,3% desde el 5,6% del mes anterior.

De esta manera, los técnicos del banco central han revisado una décima al alza sus proyecciones del pasado mes de marzo para cada uno de los años del horizonte temporal de sus proyecciones.

Asimismo, el BCE ha advertido de que los indicadores de las presiones inflacionistas subyacentes "siguen en niveles elevados", aunque algunos muestran señales incipientes de debilitamiento.

"El BCE está asumiendo cada vez más el riesgo y empeorar las perspectivas económicas", comentan desde ING. El economista jefe de la entidad, Carsten Brzeski, argumenta que "la evidencia histórica sugiere que la inflación subyacente normalmente va a la zaga de la inflación general, pero no puede permitirse el lujo de estar equivocado sobre la inflación".

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