
La Cámara de Comercio de Barcelona cerró el ejercicio 2022 con unas pérdidas de más de 800.000 euros, según los datos consultados por elEconomista.es, una magnitud solo superada por los ejercicios inmediatamente posteriores a la eliminación de las cuotas camerales obligatorias en España, que dejaron a la entidad en números rojos entre 2012 y 2014. Después, la cuenta de resultados se repuso, hasta que volvió a resentirse en el actual mandato, tras el triunfo por mayoría absoluta de la candidatura independentista organizada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Con aquellas elecciones denunciadas y anuladas por la Justicia -aunque con recursos todavía pendientes ante el Tribunal Supremo-, y a las puertas de nuevos comicios este 2023 -previsiblemente para septiembre-, la Cámara de Barcelona acabó el año con su peor resultado de estos últimos cuatro años de legislatura de Eines de País, si bien la ejecutiva saliente promete volver al equilibrio en el presupuesto de 2023.
El resultado ordinario de 2022 fue de 497.300 euros de pérdidas, a los que se sumaron otros más de 306.000 euros de un presupuesto extraordinario para la reforma del edificio administrativo de la entidad, en la Diagonal de Barcelona. También se aprobó un segundo presupuesto extraordinario para las celebraciones del 750 aniversario del Consolat de Mar, si bien en ese caso tuvo efecto neutro en las cuentas.
La ejecutiva de la Cámara de Barcelona aduce, en la documentación explicativa del cierre del último ejercicio, que pese a que el comportamiento de los ingresos de 2022 fue muy similar respecto a 2021, las partidas en las que no se cumplió el presupuesto fueron las que suponen un margen de contribución más alto (superior al 60%).
En este sentido, destaca el programa del Gobierno para ayudar a la digitalización de pequeñas empresas y autónomos Kit Digital, del que "por problemas de implementación a nivel de España ha sido imposible" realizar los 80.000 trámites previstos el año pasado a través de la Cámara de Barcelona. Fueron solo 2.500 (un 5% del total), concentrados principalmente en diciembre.
La entidad presidida por Mònica Roca también rechazó proyectos de formación con fondos europeos "por falta de financiación", y registró caída en trámites de exportación, pese a que las ventas catalanas al exterior crecieron un 17,9% en 2022 hasta 94.927 millones de euros, la cifra más alta de la serie histórica.
La reducción de gastos en partidas como personal, servicios corporativos, otros servicios y actividades de función pública, por un importe total de casi 3,5 millones respecto a lo presupuestado, no fue suficiente para equilibrar las cuentas ordinarias. En este punto, la directiva de la Cámara de Barcelona reprocha que la Generalitat solo financia actualmente el 8% de la función pública de la entidad, y que si esta partida estuviese "bien financiada", el resultado de la Cámara en 2022 hubiese sido positivo en 1,9 millones.
Añade que, en el futuro, la próxima ley catalana de las cámaras de comercio y la explotación de los inmuebles de la entidad barcelonesa tras realizar reformas "darán la estabilidad financiera que la Cámara necesita para su función de defensa e impulso de la economía" catalana.
Mientras tanto, para 2023 confía en un crecimiento del 19,6% en los ingresos gracias al Kit Digital, que supondrá el 75% del total de incremento del presupuesto. La ejecutiva también ha presupuestado un aumento del gasto del 15,1%, y prevé recuperar el equilibrio contable, con un resultado para este año de cero euros, lo que no deja margen para el error.
Sobre este punto, la documentación del presupuesto de 2023 incide en el enfoque conservador respecto al Kit Digital, ya que solo ha contabilizado que gestionará el 33% de los 200.000 trámites que en teoría le corresponden para este año, según sus cálculos, y da por perdidos los que no se realizaron en 2022.
Añade que este año sí está llegando financiación europea suficiente para proyectos de formación, y que esperan mejorar los ingresos por trámites porque el precio de los vinculados a la exportación ha subido un 6%, y porque contemplan pasar de una cuota del 35% al 50% en trámites OGE (ventanilla única de la Generalitat).
Respecto a inversiones en 2023, el grueso son inmobiliarias, con 940.000 euros para obras en la sede de Vic, la fase final de la reforma del edificio de la Diagonal y acciones en la Llotja de Mar. El coste de las elecciones camerales no se incluye en el presupuesto ordinario, sino que se ha tramitado uno específico extraordinario.
Solo dos asientos de pago en el pleno
Una de las novedades de las cuentas de la Cámara de Comercio de Barcelona en 2023, aprobada por el pleno de la entidad el pasado verano, impacta negativamente en el área de ingresos. Se trata de la reducción de las conocidas como sillas de plata, que son 14 puestos del pleno que ocupan grandes empresas a cambio del pago de un mínimo de 75.000 euros anuales durante los cuatro años de mandato (otros 40 integrantes del pleno se eligen en las elecciones camerales, divididos por epígrafes de actividad, y seis a propuesta de las patronales Foment del Treball y Pimec).
Fue una fórmula creada como fuente de financiación, y hasta que finalice esta legislatura con las elecciones previstas para este año se mantienen las 14 plazas disponibles para esta figura -aunque solo están ocupadas 11 por la renuncia de compañías incómodas con la deriva independentista de esta corporación de Derecho Público-. Sin embargo, el próximo pleno que salga de las urnas solo contará con dos asientos de pago, por lo que el presupuesto de 2023 solo contempla 150.000 euros de ingresos por estas denominadas aportaciones voluntarias.
Hasta el inicio del próximo mandato no se sabrá si hay interés por estos dos asientos, y por tanto quién los ocupará, si bien la ejecutiva actual de Eines de País, que prevé renovar candidatura a los comicios camerales, defiende la creación de la figura del socio institucional para compensar la caída de ingresos por las sillas de plata y seguir captando ingresos de las grandes empresas.
En cualquier caso, argumenta que el cambio de modelo de aportaciones al pleno al nuevo proyecto de socios institucionales lo pretenden hacer "con calma y muy bien hecho". La realidad es que, por ahora, no hay nada definido respecto a la nueva figura de los socios institucionales ni respecto a qué contrapartidas ofrecerá la Cámara de Barcelona a cambio de este apoyo financiero.
Tampoco se han hecho públicas hasta ahora candidaturas que deseen disputar la gestión de la Cámara de Barcelona a la lista de la ANC, en la que el expresidente de la Cámara Joan Canadell prevé volver a tener protagonismo.