
La Cámara de Comercio de Barcelona ha lanzado un llamamiento a todas las administraciones públicas para que haya "un debate informado sobre el futuro del aeropuerto de Barcelona", con voluntad política de acuerdo entre todos los niveles de administración y con datos técnicos actualizados que permitan desbloquear el proyecto cuanto antes en favor del progreso económico y de forma compatible con el respecto medioambiental y la contaminación acústica.
La presidenta de la entidad cameral, Mònica Roca, ha reivindicado que no defienden un crecimiento descontrolado, sino un aeropuerto "de este siglo" con más vuelos intercontinentales, siguiendo un modelo de hub de tamaño medio como Bruselas, Copenhague, Viena o Zurich. "Hablamos de progreso y no de crecimiento, hablamos de calidad y no de cantidad, de hacer un aeropuerto que nos permita tener un viajero de valor añadido".
La directora de Infraestructuras de la Cámara, Alicia Casart, ha defendido la necesidad de mayor conectividad intercontinental porque abre nuevos mercados, facilita la llegada de capital humano e incrementa la productividad, favoreciendo el crecimiento económico a largo plazo.
Ha expuesto que la hora punta es la franja horaria en la que se concentran los vuelos intercontinentales por sus características, y así debe ser, y es donde El Prat está saturado por la limitación de uso de las pistas para evitar la contaminación acústica a las poblaciones cercanas.
La Cámara realizó un estudio en 2018 en el que el Aeropuerto de Barcelona era de los más silenciosos de Europa, y según sus datos, seguiría estando por debajo de otros aeródromos aunque utilizase todo su potencial con despegues desde las dos pistas paralelas al mar, aunque se triplicase el impacto acústico.
En este sentido, la entidad defiende actualizar los datos teniendo en cuenta el tráfico aeronáutico actual y las características de los aviones –menos ruidosos en los modelos más modernos-, así como aplicar medidas de mitigación del impacto acústico.
La Cámara exige que no se descarte ninguna opción, y que se planifique la estrategia intercontinental de El Prat en coordinación con los aeropuertos de Reus y Girona y con la red ferroviaria, de forma que todo funcione como un sistema interrelacionado: "No tener Ave en el aeropuerto de Barcelona es una porción de conectividad que estamos perdiendo", mientras que en Madrid está previsto para 2030.
"Si no tenemos información no podemos elegir la mejor opción, y no podemos permitirnos el lujo de esperar cinco años, disponemos de muy poco tiempo porque para finales de 2023 Eurocontrol prevé que el tráfico aéreo habrá vuelto a la situación prepandemia. Tenemos un par de años antes de que El Prat vuelva a estar saturado", ha indicado Casart.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha insistido este jueves en que el Gobierno está dispuesto a reactivar la ampliación de El Prat cuando las administraciones catalanas se pongan de acuerdo.